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El edificio de la histórica Farmacia Juanse de Malasaña se convertirá en un 'coliving'
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18 HABITACIONES Y CINCO APARTAMENTOS

El edificio de la histórica Farmacia Juanse de Malasaña se convertirá en un 'coliving'

Este icónico edificio, situado en San Vicente Ferrer 32, dará cabida a 18 habitaciones de 'coliving' y cinco apartamentos turísticos con alquileres de corta y media estancia

Foto: Antigua Farmacia Juanse. (iStock)
Antigua Farmacia Juanse. (iStock)
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Es, posiblemente, la farmacia más fotografiada de España. Se ubica en la confluencia de las calles San Andrés con San Vicente Ferrer, una auténtica joya del barrio de Malasaña. La Farmacia Juanse fue fundada en 1892 y destaca por su fachada, que mantiene los azulejos originales de los años veinte, una suerte de publicidad de la época, ya que anunciaban algunos de los productos farmacéuticos que se vendían entre sus cuatro paredes, como productos contra el dolor de dientes y muelas. Sus azulejos publicitarios son todo un icono y polo de atracción de turistas.

La antigua farmacia es uno de los tres locales comerciales, protegidos, que forman parte de un histórico edificio construido hace más de 100 años en el corazón del vibrante barrio de Malasaña en Madrid. Un edificio que la compañía Sharing Co. está transformando en un espacio de coliving que respetará la esencia histórica y cultural de la zona, con un enfoque en la innovación y la sostenibilidad.

No en vano, tanto la fachada como los azulejos de la antigua farmacia se encuentran protegidos, por lo que la compañía mantendrá no solo la armonía del nuevo edificio con el barrio, sino que los locales volverán a la vida como hace más de un siglo lo hiciera la famosa farmacia.

Este icónico edificio dará cabida a 18 habitaciones de coliving y cinco apartamentos turísticos con alquileres de corta y media estancia, al tiempo que en la planta baja, se preservan tres locales con un gran valor cultural e histórico y con la idea que acojan a un único gran grupo dedicado a la restauración.

Precios entre los 950-1.000 euros al mes, en el caso de las habitaciones del 'coliving', y entre 100-130 €/noche, los alquileres de los apartamentos

Además, en la planta superior se creará un espacio innovador de zonas comunes con un jardín vertical "que promueve la sostenibilidad y la integración de la naturaleza en el entorno urbano. Cada aspecto de este proyecto ha sido cuidadosamente considerado para fusionar la historia, la innovación y la sostenibilidad. Hemos adoptado medidas ecológicas y seleccionado materiales respetuosos con el medio ambiente en cada fase de la remodelación, contribuyendo al bienestar a largo plazo de la comunidad y del planeta", explican a El Confidencial Arco Galán y Jaime Bello, socios fundadores de Sharing Co, una compañía que ha irrumpido con fuerza en el mercado del alquiler flexible en el centro de Madrid y que aspira a convertirse en uno de los players de referencia del sector en el centro de las grandes ciudades.

El proyecto, como se ha apuntado, contará con 18 habitaciones con baño, con superficies entre 15 y 18 metros. "No tienen cocina porque la idea es hacer comunidad, eso lo llevamos a las zonas comunes de la planta de arriba, donde también habrá un jardín vertical con una chimenea en el patio de manzanas, de tal manera que se abrirán los espacios y entrará más luz. En la planta de arriba pondremos, además de las zonas comunes, la zona de lavandería, zona para comer, cocinas preparadas con dos fuegos, una zona de salón, y también haremos las salas de cine o de proyección para que la gente pueda alquilarlas y meterse a ver una película".

placeholder San Vicente Ferrer 32. (Google Maps)
San Vicente Ferrer 32. (Google Maps)

¿Los precios? Entre los 950-1.000 euros al mes, en el caso de las habitaciones del coliving, y entre 100-130 euros la noche, en el caso de los alquileres de los apartamentos, dependiendo del número de noches de la estancia.

Un proyecto de siete millones de euros

San Vicente Ferrer 32 es una de las adquisiciones de Sharing Co., un activo que compraron por casi cinco millones de euros, hace año y medio, a los propietarios originales del edificio. Un edificio que transformarán en un espacio de coliving tras acometer una inversión estimada en torno a los siete millones.

"El inmueble estaba vacío cuando nos lo vendió una familia bastante conocida en la zona que llevaba toda la vida en él. De hecho, eran los propietarios originales. Cuando el padre falleció tenían muy claro que lo querían vender y empezaron a vaciar el edificio para intentar darlo lo más limpio posible. Quisieron venderlo y tuvieron una oferta, pero al final se retrasó, el comprador se retiró y quedó en standby. Fue entonces cuando nos entró a nosotros", recuerdan Galán y Bello cuyo objetivo, con este y otros edificios, es poner en el mercado "activos de calidad para maximizar la inversión. Creemos que tener un buen activo nos va a dar una buena base para tener un buen cliente y que la gente esté contenta".

Foto: Arco Galán (d) y Jaime Bello (i), socios fundadores de Sharing Co.

La idea de Sharing Co. con el inmueble, de más de 100 años de antigüedad y un elevado nivel de protección, es transformarlo por completo, manteniendo, eso sí, la fachada y todos los elementos protegidos.

"Hay que desmontar el mobiliario, tiene que venir Ciphan... Todos los azulejos de la fachada están protegidos, el suelo también, absolutamente todo. El mobiliario original de la farmacia está muy protegido, no podemos hacer nada más que arreglarlo y restaurarlo, lo que también nos gusta bastante para el rollo que le queremos dar al proyecto", explican los fundadores de la compañía.

"La idea es devolverlo a la vida siguiendo el estilo de Malasaña, un barrio que ha tenido momentos muy buenos y momentos muy malos, y hacerlo bajo el concepto de comunidad, pero teniendo en cuenta lo que no quieren los vecinos del barrio, que son los pisos turísticos. Nosotros no queremos ser una empresa de turismo, queremos ser una empresa de alojamiento. Obviamente, no le vamos a prohibir a nadie que venga a los apartamentos, pero queremos promover los viajes de empresa, los de gente que se tenga que desplazar por otros motivos que no sean solo turismo. Por eso no hacemos estancias de una noche, una decisión con la que también hacemos una selección natural del cliente. El mínimo que hacemos son tres noches".

placeholder 'Render' del futuro 'coliving' de Sharing Co.
'Render' del futuro 'coliving' de Sharing Co.

De hecho, el alquiler turístico es residual. "En este edificio, como teníamos la posibilidad de tener dos entradas, optamos por la opción de hacer cinco apartamentos turísticos que van a tener una entrada independiente por el lateral de la calle San Andrés y luego en San Vicente Ferrer tenemos otra entrada que sube directamente a la parte del coliving y a las zonas comunes que está al lado", explican los fundadores de Sharing Co.

Por otro lado, Sharing Co. quiere también que los locales alimenten la vida en comunidad. "Queremos implementar un local, algo chulo, que pueda dar servicio a la parte del coliving y a la parte de apartamentos. Había que mantener los locales y lo que vamos a hacer es intentar homogeneizarlos lo máximo posible e intentar que los tres tengan una sinergia para que los pueda coger un solo grupo".

"El local está dividido en tres partes. Tenemos la zona de la antigua farmacia, que va con licencia de degustación y no se puede convertir en bar por la protección de ruidos que tiene Malasaña. Luego hay una zona de restaurante y una zona de bar. Los tres están unidos por el patio, lo que permitirá pasar de un local a otra, de tal manera que la idea es encontrar una misma empresa que lo gestione todo. De hecho, estamos en conversaciones muy avanzadas con una persona del sector de la hostelería, bastante conocido en Madrid. Y hasta aquí puedo leer", añaden.

Es, posiblemente, la farmacia más fotografiada de España. Se ubica en la confluencia de las calles San Andrés con San Vicente Ferrer, una auténtica joya del barrio de Malasaña. La Farmacia Juanse fue fundada en 1892 y destaca por su fachada, que mantiene los azulejos originales de los años veinte, una suerte de publicidad de la época, ya que anunciaban algunos de los productos farmacéuticos que se vendían entre sus cuatro paredes, como productos contra el dolor de dientes y muelas. Sus azulejos publicitarios son todo un icono y polo de atracción de turistas.

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