Cese fulminante del director financiero mundial de Intrum en medio de su megaventa de activos

Revolución en la cúpula mundial de Intrum. El grupo presidido por Andrés Rubio ha llegado a un acuerdo con Michael Ladurner, director financiero la empresa a nivel mundial, para que cese en su puesto y abandone en la compañía, según ha hecho público el gigante sueco en un comunicado oficial.

La decisión tiene efecto inmediato y Anders Blomqvist ha sido nombrado director financiero interino, aunque Ladurner "apoyará a la organización para garantizar un traspaso fluido hasta el primer trimestre de 2024", según ha comunicado la propia Intrum. Además, la empresa sueca ya ha lanzado el proceso de búsqueda de un nuevo responsable de esta área con carácter financiero.

La noticia llega en un momento crítico para el grupo, que está inmerso en la mayor desinversión de activos tóxicos del momento en Europa, el proyecto Orange, proceso que ha encargado a JP Morgan y que ha despertado el interés de gigantes como Cerberus o Pimco.

Michael Ladurner llevaba siete años ligado a Intrum, los últimos tres, como director financiero. Previamente, había ocupado diversos puestos directivos en compañías Handelsbanken, Swedbank Markets, Nordea Bank, SEB Kort, Payex Sverige AB y Forex Bank.

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"Michael llegó con la misión de establecer una estructura financiera y procesos de gobernanza sólidos. Tras la decisión de Intrum de volverse más tecnológico y orientado a los servicios, la empresa necesita un liderazgo de la organización financiera más centrado operativamente", ha señalado Rubio en un comunicado oficial.

Este gigante de la gestión de créditos morosos y activos inmobiliarios se ha hecho grande en Europa en la última década con la compra de carteras en diversos países. En España, es dueño de centenares de miles de inmuebles y créditos, y tiene contratos de gestión con Santander, CaixaBank, BBVA, Sabadell, Ibercaja y Cajamar.

Sin embargo, la subida del euríbor le ha cogido con el pie cambiado y con una deuda de unos 3.500 millones de euros que está siendo seriamente penalizada en bolsa, donde arrastra una caída de casi el 60% en el año.

Para intentar corregir esta sangría, Intrum ha lanzado Orange, con el objetivo de conseguir unos 800 millones que le permitan rebajar su ratio de apalancamiento de 4,4 a 3,5 veces y, además, ha lanzado agresivo plan de ajuste de costes en la veintena de países donde está presente.

Como adelantó El Confidencial, Cerberus es el favorito para adjudicarse Orange. Este inversor es el mayor cliente que tiene Intrum a nivel mundial, lo que, según expertos del sector, lo posiciona en una situación aventajada en la puja.

Dos ejemplos de esta buena relación son la venta de Haya Real Estate, de Cerberus, a Intrum hace algunos meses, por 140 millones, o el traspaso en 2022 de gran parte de las carteras de la filial de los norteamericanos Gescobro a Intrum.