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El PNV incrementa su poder, Bildu logra su techo y el PP y Podemos sufren un descalabro
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vox entra en el parlamento con un escaño

El PNV incrementa su poder, Bildu logra su techo y el PP y Podemos sufren un descalabro

Las elecciones con menos participación de la historia (52,8%) refuerzan a Urkullu, que tiene la alfombra roja para gobernar con mayoría con el PSE, que crece, aunque por debajo de las expectativas

Foto: Iñigo Urkullu y Andoni Ortuzar celebran el triunfo del PNV en Sabin Etxea. (EFE)
Iñigo Urkullu y Andoni Ortuzar celebran el triunfo del PNV en Sabin Etxea. (EFE)

Las elecciones autonómicas vascas con menos participación de la historia han acrecentado aún más si cabe el poder del nacionalismo en Euskadi, ya que el PNV crece tres escaños y se sitúa a las puertas de su techo electoral al lograr 31 representantes en el Parlamento vasco, mientras que EH Bildu obtiene cuatro asientos más en la Cámara de Vitoria (22 en total) alcanzando los mejores resultados de su historia en unas elecciones autonómicas. Las fuerzas soberanistas ocuparán tras un resultado sin precedentes el 70% de los escaños del hemiciclo, donde logra entrar Vox por primera vez con un representante por Álava.

Con el 100% del escrutinio, las formaciones nacionalistas son las grandes triunfadoras de una jornada electoral que deja como grandes perdedores a Podemos y a la coalición que suma al PP y Ciudadanos, que sufren una fuerte caída electoral en ambos casos. El varapalo es especialmente sangrante para los populares, que pierden cuatro de sus nueve escaños y tocan suelo de la mano de Carlos Iturgaiz, la apuesta personal del presidente del partido, Pablo Casado, tras apartar de la carrera electoral al entonces presidente de los populares vascos, Alfonso Alonso, lo que supuso su salida del partido en medio de una crisis que ahora se acrecienta. Los populares, que se quedan con apenas cinco escaños en la Cámara, obtienen unos resultados que comprometen seriamente el futuro y el proyecto político de esta formación en Euskadi, y que salpican de forma directa a Génova.

El PSE se sitúa como tercera fuerza tras crecer un escaño (10 en total) pero el partido de Idoia Mendia se queda lejos de sus expectativas para el 12-J

Las elecciones, marcadas por una abstención histórica del 47% por la crisis del coronavirus —la participación apenas ha alcanzado el 52,8% del electorado frente al 60,02% de hace cuatro años— han reforzado aún más si cabe al lendakari y candidato a la reelección por el PNV, Iñigo Urkullu, que tiene la alfombra roja para gobernar con mayoría de la mano del PSE-EE en caso de reeditar el acuerdo de gobierno. Los números dan mayoría por un único escaño al tripartito de izquierdas que anhela Podemos junto a EH Bildu y los socialistas —suman 38 de los 75 asientos del hemiciclo—, si bien la líder del PSE, Idoia Mendia, ha dejado muy claro durante la campaña su rechazo a integrar un Gobierno con la antigua Batasuna.

Los números dan mayoría por un escaño al tripartito de izquierdas que anhela Podemos junto a Bildu y el PSE, pero Mendia ha rechazado esta posibilidad

Los socialistas logran crecer un escaño y se sitúan con diez representantes en el Parlamento vasco, lo que les permite situarse como la tercera fuerza política en Euskadi, si bien el partido liderado por Mendia se queda lejos de las expectativas depositadas en el 12-J, ya que confiaban en lograr un asiento más por cada uno de los tres territorios y alcanzar doce parlamentarios. Los socialistas no logran capitalizar la debacle de Podemos que preveían las encuestas, ya que el trasvase de votos ha ido a parar en su inmensa mayoría a Bildu.

Este movimiento le permite a EH Bildu superar incluso sus mejores expectativas, ya que en sus planteamientos más optimistas confiaba en llegar a los 21 escaños que hasta ahora suponían su techo electoral, obtenido en 2012. Los 22 asientos logrados este domingo representan los mejores resultados de la izquierda 'abertzale' en unas elecciones vascas, con un 27,8% de los votos logrados. En todo caso, durante gran parte del recuento, con un porcentaje elevado del escrutinio, la antigua Batasuna ha llegado a contar con 23 asientos en el Parlamento de Vitoria. Su crecimiento se sustenta en la debacle de Podemos, que pierde cinco de sus once escaños en la Cámara de Vitoria, de los que cuatro se mueven hacia la formación liderada por Arnaldo Otegi.

Vox logra su objetivo de entrar en el Parlamento vasco por Álava al obtener más de 17.500 votos en Euskadi cuando en 2016 apenas logró 771

Si el 12 de julio supone una dura derrota personal para Casado, también lo es para Pablo Iglesias, que sufre igualmente un severo castigo de la mano de su candidata, Miren Gorrotxategi, que se impuso por sorpresa en las primarias frente a la aspirante de la dirección del partido en Euskadi. La formación morada se deja prácticamente la mitad del apoyo electoral logrado hace cuatro años, ahora sin su socio Equo, que concurría en solitario tras el 'veto' de Iglesias a su presencia en la coalición que suma a Izquierda Unida. Los verdes se quedan fuera del Parlamento tras quedar por debajo de Vox en los tres territorios vascos. Podemos pierde casi 90.000 apoyos al pasar de 157.000 sufragios a 71.000 cuatro años después. Del 14'8% de los sufragios obtenidos en 2016 pasa al 8%.

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El PP toca suelo electoral en Euskadi en estos comicios —al margen de los dos parlamentarios que obtuvo su germen de Alianza Popular— entre el fuerte incremento de votos de Vox, que logra su objetivo de entrar en el Parlamento de Vitoria. De la mano de Iturgaiz, el PP y Ciudadanos se dejan más de la mitad de los apoyos logrados en 2016, cuando concurrieron por separado, al bajar de 129.000 votos a los poco más de 60.000 de este domingo.

El 12-J no pasa factura al PNV por la gestión de la crisis, el derrumbe de Zaldibar o la corrupción, y sitúa a Urkullu cerca del techo electoral del partido

La formación de Santiago Abascal logra más de 17.500 votos en unas elecciones marcadas por la elevadísima abstención, cuando hace cuatro años, donde solo se presentó en Álava, apenas obtuvo 771 sufragios. Precisamente, este territorio ha abierto la puerta del Parlamento vasco a Vox, a quien le ha bastado con obtener el 3,80% de los votos —ha obtenido un total de 4.722 papeletas— para irrumpir en el hemiciclo. De este modo, la cabeza de candidatura por Álava, Amaia Fernández, será la voz de la formación de Abascal durante los próximos cuatro años en la Cámara de Vitoria. El líder de Vox logra así su anhelada aspiración de tener presencia en la Cámara de su tierra, donde él ya ocupó un escaño bajo las siglas del PP, tras sumar en el conjunto de Euskadi el 1,96% de los sufragios.

Las elecciones no solo no han pasado factura al PNV por la gestión de la crisis sanitaria del coronavirus, el derrumbe del vertedero de Zaldibar o la sentencia del mayor caso de corrupción en Euskadi que implica a varios exdirigentes 'jeltzales', sino que incluso han situado a Urkullu a las puertas de lograr el techo histórico de 32 escaños obtenidos en 1984 con Carlos Garaikoetxea antes de la escisión del partido. Para ello, ha logrado su objetivo inicial de crecer un escaño por cada uno de los tres territorios vascos. El candidato a la reelección ha sabido atraer al electorado de derechas con un planteamiento alejado de los postulados rupturistas de Juan José Ibarretxe al apostar por incrementar el autogobierno y por un derecho a decidir dentro de un "ejercicio pactado" con el Gobierno español. En sus primeras elecciones, Urkullu acudió con una fecha para la consulta soberanista en su programa y ahora, en su tercera reválida electoral, ha planteado un referéndum sobre el nuevo estatuto tras su validación previa en las Cortes Generales.

Foto: El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. (EFE)

El temor al coronavirus ponía el fantasma de la elevada abstención en el 12-J y la jornada electoral no ha hecho sino confirmar los presagios. A este respecto, los partidos han valorado que esta menor participación no pone en duda la "legitimidad" de los comicios, aunque no han faltado voces críticas por el momento elegido por Urkullu para la cita con las urnas. En las elecciones menos participativas de la historia —el 12 de julio llega en pleno verano y con los rebrotes del coronavirus en el País Vasco y en el conjunto de España en plena efervescencia—, el PNV ha perdido unos 50.000 votos al obtener cerca de 350.000 sufragios, si bien crece en porcentaje de apoyo al pasar del 37,6% de 2016 al 39,12% de este domingo.

EH Bildu, en sus históricos resultados, logra el 27,8% de los votos frente al 21,2% de las anteriores elecciones vascas. También crece en porcentaje de voto el PSE-EE, que pasa del 11,9% al 13,64%, pero los resultados no colman, ni mucho menos, las expectativas de Mendia, que confiaba en aprovecharse de la gestión de la pandemia del Gobierno de Pedro Sánchez, que se ha volcado en su apoyo a la candidata socialista a lendakari en la campaña. De este modo, el PSE fracasa en su objetivo de recortar distancias con la antigua Batasuna.

La debacle del PP se sustenta en su caída en Álava, donde los populares pasan de ser segunda a quinta fuerza, a pesar de sumar fuerzas con Ciudadanos

También Casado se volcó en apoyo a Iturgaiz, con seis visitas al País Vasco, pero su estrategia política a todos los niveles no ha logrado frenar la hemorragia electoral en la que está instalado el PP, que no solo no capitaliza su primera alianza con Ciudadanos en Euskadi, sino que se desploma en todos los territorios. Especialmente en Álava, donde los populares pasan de ser segunda a quinta fuerza, a pesar de sumar fuerzas con la formación naranja. El 21,77% de votos logrados entre ambas fuerzas en este territorio hace cuatro años ha caído hasta el 11,5%. La fotografía de Álava arrastra al PP y Cs, que en el conjunto de Euskadi pasan de concentrar el 12,2% de los votos al 6,75%. En todo caso, pese a ser el peor resultado de la historia de las siglas del PP, Iturgaiz ha valorado que su partido ha "ganado a las encuestas", que vaticinaban aún un peor resultado, con duras críticas al sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y, en particular, a su responsable, José Félix Tezanos.

Las elecciones autonómicas vascas con menos participación de la historia han acrecentado aún más si cabe el poder del nacionalismo en Euskadi, ya que el PNV crece tres escaños y se sitúa a las puertas de su techo electoral al lograr 31 representantes en el Parlamento vasco, mientras que EH Bildu obtiene cuatro asientos más en la Cámara de Vitoria (22 en total) alcanzando los mejores resultados de su historia en unas elecciones autonómicas. Las fuerzas soberanistas ocuparán tras un resultado sin precedentes el 70% de los escaños del hemiciclo, donde logra entrar Vox por primera vez con un representante por Álava.

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