La locura por reservar mesa en Navidad en Madrid: "Llaman a las 5 de la mañana"

Por las mesas del restaurante MamaQuilla han desfilado más de 3.500 personas el fin de semana. Más del doble de los comensales de los que están acostumbrados a recibir. "Estamos completamente llenos", comenta el asesor gastronómico y socio de restaurantes como Caluana o la propia Mamaquilla en Madrid, Joaquín Serrano. Desde julio han estado recibiendo decenas de reservas para este fin de año. "Hay gente que llama desde las cinco de la mañana para intentar tener mesa. Hemos tenido que apagar los teléfonos. Algunos hasta se enfadan y llegan a las puertas del restaurante a exigir un hueco para cenar", afirma Serrano, que hace un llamamiento a la calma. Ríos de gente por las calles, grandes colas enfrente de los restaurantes más cotizados de la capital y todas las mesas llenas de comensales en traje y hambrientos son la imagen que se vive por estos días en la capital. En Madrid es imposible improvisar en Navidad.

Serrano habla por teléfono con El Confidencial cuando ya ha atendido a más de 700 personas: son las cinco de la tarde y todavía queda la cena. "Estamos muy contentos por las fechas y la acogida. El año pasado hicimos récord de personas y este año estamos en un 10% por encima de la facturación del año pasado". El empresario calcula que van a tener un 15% más de reservas que en 2022, que fue el año de la recuperación después de la pandemia.

Estos datos coinciden con los recabados por la plataforma de reservas de TheFork. "De acuerdo a nuestras previsiones, esperamos que nuestras reservas para la noche de Nochevieja aumenten en un 10% con respecto al año pasado. En estos momentos, ya estamos más de un 6% por encima y todavía nos queda por delante el resto de la semana y la que viene", aseguran desde la compañía. El menú medio de Navidad en un restaurante es ahora de 50 euros, según TheFork.

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Ante la imposibilidad de reservar, muchas personas han buscado alternativas como alquilar un piso turístico para celebrar allí las cenas de Navidad de la empresa o con amigos. "Estuvimos preguntando en decenas de restaurantes, pero todo estaba lleno. A un compañero se le ocurrió que podíamos alquilar un Airbnb, como se hacía en pandemia con las fiestas clandestinas, y pedir pizza", asegura María García (nombre ficticio), de 30 años, que ha alquilado un piso en el centro de Madrid para celebrar la cena de Navidad de la empresa este fin de semana. Al final, alquilar el piso, la bebida y la cena les ha salido por 35 euros cada uno. Mucho menos que si hubieran ido a cualquiera de los restaurantes en donde habían intentado reservar.

Minerva Tapial, CEO de Rosi La Loca World, grupo que engloba los restaurantes Rosi La Loca, Inclán Brutal Bar, Boom Boom Ciao, Lovo Bar y Calle 365 es consciente de la dificultad para reservar en esta época y asegura que por eso han ideado que las cenas o comidas de grupo sean a primera hora, alrededor de las 20.30, o a última hora, cerca de las 23.00. "Jugamos mucho con la confirmación y estamos muy pendientes de cuántos comensales van a llegar finalmente, ya que en grupos grandes la posibilidad de que falte gente es más alta", comenta.

Para María Gordillo, de 25 años, intentar reservar para la cena de Navidad con sus amigos también ha sido "una auténtica pesadilla", asegura. Después de intentar en más de 20 restaurantes, se dio por vencida y decidió probar suerte y llegar sin reserva para cenar el sábado en Patio de Leones, una de las terrazas más emblemáticas y exclusivas de la Puerta de Alcalá. Allí pudieron por fin cenar y quedarse de fiesta celebrando entre amigos.

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Desde el grupo Paraguas, dueño de Patio de Leones, explican que efectivamente está siendo una temporada atípica al tipo de consumo que se estaba presentando poscovid. "Estamos llenos como todos los fines de semana, sobre todo en esta época de celebraciones y picos de turismo. De todas formas, en el grupo mantenemos un flujo de walk in, por lo que siempre dejamos algunas mesas reservadas para clientes que lleguen de paso", dicen.

Para el grupo de restauración de Familia La Ancha, que tiene restaurantes como Fismuler, The Omar y El Club financiero, su nivel de ocupación es del 100%. "Quizás el consumo por cliente no haya subido al nivel de la inflación, pero tampoco hemos subido los precios en ese mismo porcentaje. En resumen, tenemos una ocupación alta, como la de los últimos años, pero un consumo ligeramente inferior en términos de precios constantes", asegura Santiago Redruello, CEO de Familia La Ancha.

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Según un estudio de TheFork, la plataforma líder de reservas online de restaurantes en Europa, la mitad de los españoles celebrará entre una y tres comidas o cenas de grupo con amigos y familiares. "La tendencia a celebrar la Nochevieja fuera de casa está cobrando más y más importancia cada año", asegura José Manuel García, CEO y fundador de Azotea Grupo, que lleva organizando este tipo de cenas en Picalagartos desde que abrieron en 2018. "Ya tenemos mucha tradición y muchos clientes muy fieles, así que desde la semana pasada estamos completos. No nos queda ninguna mesa disponible, así que estamos muy ilusionados con la idea de poder organizarla también el año que viene en nuestro nuevo restaurante Cornamusa, que inauguraremos a principios de 2024 en el Palacio de Cibeles", señala García.

Mientras tanto, Samuel Ferrer, de 33 años, no pierde la esperanza y sigue buscando una reserva para este fin de semana para celebrar con sus amigos antes de las vacaciones. "Siempre hago todo en el último minuto, pero es que cada vez improvisar un sábado es más difícil en Madrid", afirma.