Más Madrid pide a Belarra que deje su escaño en el Congreso: "Traiciona al votante"

La tensión crece en la izquierda. La portavoz de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, Manuela Bergerot, ha instado a la exministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, a abandonar su acta por Madrid y dejar así el escaño que ocupa en el Congreso. Lo pide tras conocerse que los morados rompían definitivamente con Sumar y sus cinco diputados pasarían a formar parte del grupo mixto.

Bergerot, haciendo uso de uno de los principales argumentos esgrimidos por Podemos ante la separación –que esos cinco diputados de los que gozó Díaz habían sido elegidos para poner en marcha medidas óptimas para los morados, por lo que no podían seguir perdiendo voz en el Congreso–, avisó a Belarra de que ese cambio de tornas suponía una "traición" también al "votante madrileño", que había depositado sus votos en una opción conjunta y no en más peso para su grupo. Es por este motivo que le ha exigido devolver el acta en coherencia con sus acciones.

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La "deslealtad" por parte de Podemos que denuncia Bergerot, sin embargo, no ha sido el único punto caliente de la mañana en la Asamblea. La polémica por el segundo tren que descarriló en Madrid en poco más de una semana también ha resonado entre las paredes de la Cámara. El portavoz del PP en la Asamblea, Carlos Díaz-Pache, ha respondido tajante a las palabras atribuidas al ministro de Transportes, Óscar Puente –que él niega– y ha asegurado que, de haber un "boicot", no estaría instigado por la Comunidad de Madrid sino por el propio Pedro Sánchez, que "en cinco años" aún "no ha ejecutado las inversiones" pactadas para mejorar la red de trenes.

El primero de ellos fue un convoy de tipo Talgo que acababa de salir a paso lento de la estación de Atocha. El segundo, un Cercanías de dos plantas que abandonó parte del carril a su entrada en la misma parada. De momento, las causas aún se investigan. El Ministerio de Puente ya anunció que iba a iniciar una investigación, como ya han hecho Renfe o Adif, ambas compañías públicas, para esclarecer qué ha ocurrido realmente en la vía y si ambos casos tan cercanos están, o no, relacionados entre sí. Fue en ese anuncio cuando se ha publicado que manifestó sus sospechas de que la presidenta Ayuso no ha hecho más que "alimentar boicots", aunque el propio ministro ya ha negado estas palabras.

En este sentido, el secretario general del SEMAF, el sindicato de maquinistas, ya declaró a El Confidencial que creían que el problema estaba en las "infraestructuras", y lo achacó a un reparto poco equitativo a las inversiones, que en su mayoría iban a parar a trenes de alta velocidad, más conocidos como AVE. El portavoz de los populares madrileños, Díaz-Pache, también se refirió a estos hechos para recordar que las inversiones "sin ejecutar" son necesarias para el "correcto mantenimiento" de las vías.

De no hacerlo pronto, cree que se continuaría "penalizando enormemente el servicio" y llevando a desastres como los que ya han sucedido en estaciones madrileñas. Además de los dos últimos descarrilamientos, menciona entre ellos el incendio de subestaciones eléctricas, los retrasos o averías y los problemas en los tiempos de los trenes. Díaz-Pache ha hecho hincapié en que las competencias de trenes y Cercanías son de Gobierno central y, en concreto, del ministro Puente. Así que pide dejar de "sacar balones fuera" y asumir sus "propias responsabilidades", en lugar de sembrar discordia, como a su juicio ha estado haciendo.

Los grupos de la oposición también aprovecharon para cargar contra otra de las noticias de la semana, el GP de F1 de Madrid. Cuando el portavoz del PSOE, Juan Lobato, le recordó que Valdebebas "iba a tener antes su Gran Premio de Fórmula 1" que "un nuevo centro de salud o un intercambiador", la presidenta respondió que no es ella la que, de lograrse, traería el Gran Premio, sino la "iniciativa privada". Además, le contestó que parecían siempre preocupados por "cualquier buena noticia" que afectara a Madrid, porque todas ellas les "condenaban a seguir en la oposición". En su respuesta, Ayuso le advirtió que su partido, el PSOE, se iba a "quedar cada vez más solo" y sus tesis ya no contaban con el apoyo ni de los "actores" ni de los "funcionarios"