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Dos trenes, dos tramos y un punto negro en el túnel de Atocha y Recoletos: "Son las infraestructuras"
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Dos trenes, dos tramos y un punto negro en el túnel de Atocha y Recoletos: "Son las infraestructuras"

Un cercanías descarriló al entrar a la estación nueve días después de que un Talgo bloqueara el túnel. Adif investiga ambos incidentes, mientras los maquinistas aseguran que el fallo está en las instalaciones

Foto: Decenas de personas esperan a que se restablezca el servicio en la estación de Puerta de Atocha-Almudena Grandes. (Europa Press/Fernando Sánchez)
Decenas de personas esperan a que se restablezca el servicio en la estación de Puerta de Atocha-Almudena Grandes. (Europa Press/Fernando Sánchez)
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"¿Pero, otra vez?". Esta pregunta comenzó a circular en las redes sociales a primera hora de la tarde el martes. Un tren de Cercanías que estaba a punto de entrar a la estación de Atocha, en Madrid, para dejar a 180 pasajeros, descarriló y salió levemente de la vía al final del túnel de Recoletos. El convoy quedó paralizado, afectando a la circulación de otras líneas en un momento muy delicado, justo en la víspera del puente de la Constitución. A primera hora de la mañana se ha restablecido la circulación.

La sorpresa fue aún mayor teniendo en cuenta que hace poco más de una semana ocurrió prácticamente lo mismo, y a muy poca distancia. Otro ferrocarril, esta vez un Talgo en el que viajaban 37 personas, quedó varado tras salirse uno de los rodales al poco de arrancar desde Atocha, en esta ocasión, en dirección a Recoletos. Este túnel, con estas dos incidencias en menos de 10 días, se ha convertido en un punto negro. A partir de ahí, surgen las dudas. ¿Qué ha pasado? ¿De quién es la culpa?

"Son las infraestructuras, estoy prácticamente convencido". Quien habla es el secretario general del Sindicato Español de Maquinistas Ferroviarios, el Semaf. Diego Martín, que lidera una organización con más de 7.000 miembros, 5.500 de ellos maquinistas. Martín anuncia que ellos mismos iniciarán una investigación paralela a la que ya desarrollan las compañías públicas ferroviarias Adif y Renfe, encargadas de las vías y los trenes, respectivamente. Admite que, aunque no disponen de los mismos datos internos que estas dos entidades, creen poder sacar algunas conclusiones con base en la información que suministren sus afiliados. Esperan tenerlo listo lo antes posible, aunque ya apuntan a alguna hipótesis.

La principal apunta a unas "infraestructuras precarias", según su diagnóstico, en las que "no se ha invertido lo suficiente". Es por eso que muestran, a su juicio, unos "fallos evidentes". Martín se refiere a la parte que gestiona Adif, y les achaca haber utilizado "la mayor porción de las inversiones" en mejorar los trenes de alta velocidad, más conocidos como AVE —recientemente, se inauguró la ansiada línea con Asturias—, en detrimento de los ferrocarriles convencionales, como se llama a los regionales y cercanías. "Es un problema que llevamos tiempo arrastrando y ya empieza a pasar factura", deduce.

Foto: Decenas de personas esperan a que se restablezca el servicio en la estación de Puerta de Atocha-Almudena Grandes. (Fernando Sánchez/Europa Press)

Mientras tanto, a Renfe y Adif se les acumula el trabajo. Después del último incidente, anunciaron que se había iniciado una investigación conjunta para esclarecer qué estaba ocurriendo. Pero aún no están los resultados y crecen las preguntas. Por el momento, Adif asegura que su informe está escrito y a falta de los resultados de unas pruebas finales, aunque no avanzan cuándo saldrá a la luz, ni tan siquiera si será o no un documento de acceso público. Según la compañía, no es habitual que este tipo de análisis se comparta con la ciudadanía ya que son estudios que se realizan con carácter interno, para su propia labor de mantenimiento. No obstante, en Adif creen que pocas veces antes se había dado un caso así, con dos trenes que se salen de la vía con tan poca diferencia de tiempo entre ellos.

Entre ambos casos, hay diferencias y similitudes. Por un lado, se trata de dos trenes distintos, uno un Talgo, de mayor velocidad, y el otro un cercanías de dos plantas, como indican desde Adif. Además, aunque en un principio no estaba claro, la compañía pública confirma que no se trata del mismo tramo que la última vez, por lo que en un principio les resulta "difícil" creer que las causas estén relacionadas. Sin embargo, es evidente que los dos descarrilamientos se produjeron en puntos muy cercanos, e interfirieron en otras líneas que circulaban a la vez.

"Desprecocupación"

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, entró al debate unas cuatro horas después del incidente con una publicación en redes. La líder madrileña, que no tiene competencias en Cercanías, al estar en manos del Estado, reprochó que fueran nueve días los que han pasado entre un incidente y otro, y prometió "proteger" a la ciudadanía de la "despreocupación" del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. De igual modo, y al contrario que regiones como País Vasco o Cataluña, descartó pedir las competencias de estos trenes, que corresponden actualmente al Ministerio de Transportes, dirigido por Óscar Puente.

placeholder Varios operarios, en el interior del cercanías que ha descarrilado este martes. (EFE/Sergio Pérez)
Varios operarios, en el interior del cercanías que ha descarrilado este martes. (EFE/Sergio Pérez)

Atrapados en la estación

Manu, como cuenta a este diario, fue uno de los 180 pasajeros que quedaron atrapados en el tren. Cuenta que hablaba tranquilamente con sus amigas cuando de pronto el vehículo "se paró en seco" y hubo quienes, estando de pie, tuvieron que agarrarse "para no caer". Desde entonces, quedaron bloqueados unos 30 minutos, rememora, hasta que llegaron "los bomberos y policías nacionales" a "rescatar" a quienes seguían en el interior, pese a que solo estaban a unos 20 metros del andén de Atocha. "Otra vez Renfe, decepcionado", denuncia este usuario.

En poco rato, la ira se desató en redes sociales. Una usuaria de X, antes Twitter, Carmen A.Q., denunciaba pasadas las tres de la tarde que seguían parados junto a la Asamblea de Madrid cuando iban en dirección a Atocha. No recibieron información "de ningún tipo", tal y como consta en su publicación, ni a media hora de iniciarse el retraso. Finalmente, como explicó a El Confidencial, fueron más de 40 minutos los que tuvieron que esperar en total hasta desatascar la situación y poder continuar su ruta.

Según añade, se trataba del cercanías ubicado "justo detrás" del que descarriló y se salió levemente de la vía, que quedó obstruida mientras las autoridades habilitaban medios alternativos para que circulara el resto de convoyes.

Tras 35 minutos de espera, poco antes de que el tren arrancara de nuevo, avisaron por megafonía de la avería evidente y anunciaron el retraso. En su caso, pudieron retomar el rumbo aunque fuera tarde, pero no todos tuvieron esa suerte. En torno a las cinco de la tarde, Rafael Sánchez entraba con su novia, Carmen Rozas, a la estación de Chamartín para coger un ferrocarril hasta Atocha.

Como a raíz de las obras la única forma de llegar era a través del túnel de Recoletos, que ahora tenía impedido el paso hasta retirarse el tren descarrilado, acabaron pagando 17 euros por un VTC que les llevara a su destino, pues poco antes supieron de la avería por megafonía y no quedó más remedio que buscar alternativas. O caminar hasta la saciedad.

"¿Pero, otra vez?". Esta pregunta comenzó a circular en las redes sociales a primera hora de la tarde el martes. Un tren de Cercanías que estaba a punto de entrar a la estación de Atocha, en Madrid, para dejar a 180 pasajeros, descarriló y salió levemente de la vía al final del túnel de Recoletos. El convoy quedó paralizado, afectando a la circulación de otras líneas en un momento muy delicado, justo en la víspera del puente de la Constitución. A primera hora de la mañana se ha restablecido la circulación.

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