La madrileña que descubre los pueblos y oficios ocultos de la Comunidad

A bordo de un Nissan Juke, María Pérez de Arenaza se lanza a la carretera a explorar la España más recóndita, aquella poblada por artesanos y pequeños productores. No hay rincón que se le resista a esta madrileña, especializada en la producción de sesiones de moda, que hace tres años decidió dar un giro a su vida y montar una agencia de viajes poco convencional.

"Me muevo con un coche que es de renting y que va cambiando cada año. La única condición que le pido es que tenga los bajos altos para poder meterme por carreteras de tierra", dice esta mujer inquieta, que disfruta investigando sobre un tema, abordando destinos y saberes, para luego darlos a conocer a todo aquel que quiera conocer mucho más. Ha sido a raíz de estos viajes que Pérez de Arenaza ha ido profundizando y especializándose en personas, oscuros trabajos y productos locales. "Antes viajaba de forma más al uso, sin profundizar, sin conocer a la gente que vive y trabaja en estos lugares. Era más alojamiento, restaurantes y alguna visita esporádica vinculada al patrimonio cultural", destaca.

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Alexandra Benito

Singular Spain, como se llama su proyecto, lleva como breve descripción en inglés rural travel connections, es un proyecto que permite recorrer y conocer mucho de nuestro territorio, a veces poco valorado y explorado. Destinos que se salen de la ruta fijada, poniendo en valor arte, artesanía, campo y viejos oficios. "Me gusta investigar primero y luego recorrer las carreteras secundarias para así descubrir personas y lugares", confiesa.

El rural más luminoso

Todo surgió visitando una bodega. Ella estaba haciendo un reportaje y entonces pensó el porqué no dar a conocer mucho de este saber, que la mayoría de las veces está opacado, mediante viajes y rutas que implicaban derivas y un dominio más profundo. Un mapeo que muestra interés por agricultores, ganaderos y agentes dinamizadores de lo rural. "Gente que tiene querencia por su territorio", comenta. Su primera ruta fue por Cáceres, visitando talleres de alfareros y mostrando atractivos símbolos, como las coloridas gorras de Montehermoso. "Me puse en contacto con la última persona que las realiza artesanalmente", explica de una actividad casi en vías de desaparición.

Y sigue explicando y dando detalles de sus objetivos, centrados en las personas y en figuras referenciales de cada zona. "Con estas rutas quiero diseñar viajes de inmersión en un territorio, donde todo el trayecto es la experiencia. Desde las carreteras secundarias hasta el paisaje, la cultura, la naturaleza, la gastronomía y, muy especialmente, las personas. Estas, con sus oficios, ponen en valor las zonas que habitan", señala. Son viajes para "empaparse de un lugar a través de la perspectiva humana", de lo que cuentan esas figuras, a las que ella define como embajadores, los mejores para explicar y hablar de aquel territorio que habitan.

Singular Madrid

Madrid y todos los pueblos que forman la Comunidad no son ajenos a estas escapadas. Charlar con Pérez de Arenaza supone una bofetada de realidades, no solo por el enorme conocimiento con el que cuenta, sino también por la información que transmite. Un saber de primera mano, actualizado y muy vivido, con un hueco especial a bodegas, queserías y museos al aire libre, que no son valorados todo lo necesario. "En Madrid contamos con muy buenos vinos, al este y al oeste. Hay una garnacha autóctona que es espectacular. Es significativo que luego no los encontremos en muchos restaurantes", se lamenta de unas bodegas que se localizan en pueblos como San Martín de Valdeiglesias o Cadalso de los Vidrios.

Estas rutas diseñadas, viajes a medida, como también le gusta nombrarlos a Pérez de Arenaza, son pequeñas historias que delimitan un saber. Por ejemplo, en la Ruta de los oficios que organiza, tenemos la oportunidad de visitar Robledillo de la Jara para conocer a un apicultor y que cuente la actividad ancestral en la que está volcado. "Atravesaremos el pueblo, enfundados en un traje extraterrestre, hacia las colmenas, donde trajinan las abejas que producen su miel con sabor a roble, retama y espliego", relata.

Excursiones y patrimonio histórico

Tanto el arte al aire libre como el patrimonio cultural son dos de las vertientes que más le gusta comunicar a Pérez de Arenaza. Entre esos recorridos está el que da a conocer los orígenes del popular Canal de Isabel II. "Esta excursión forma parte de la Red de Caminos Carpetania. Un proyecto, creado por el centro de turismo Villa San Roque, para entrelazar los caminos tradicionales que conectaban los pueblos de la Sierra Norte de Madrid", desvela. Un propósito que pretende visibilizar y conectar un patrimonio paisajístico de más de "700 kilómetros de vías señalizadas, por campos y caminos, como se hacía históricamente, atravesando bellísimos parajes".

La serranía al norte de la capital es la encargada de acoger un singular circuito de arte contemporáneo. A nuestra guía se le ilumina la mirada cuando habla de este. "A los pies de la Sierra de la Cabrera hay un museo al aire libre, donde también la gente tiene oportunidad de conocer la obra del escultor uruguayo Luis Berrutti", desgrana. “En 2005 se creó la Fundación Berrutti, dedicada por completo al arte, un espacio que está distribuido por talleres, zonas expositivas, jardines y un imponente bosque”.

Un paisaje, la Sierra del Rincón, nombrado Reserva de la Biosfera, al que también hay que añadir un museo formado con obras de Picasso, en Buitrago de Lozoya. El Museo Picasso, que tiene multitud de piezas de la Colección Eugenio Arias, que fue barbero y gran amigo del pintor malagueño, se encuentra en los bajos del ayuntamiento. "Lo recomiendo mucho, es un destino que no muchos madrileños conocen y quedan sorprendidos. España, y los pueblos madrileños en concreto, tienen un potencial enorme. Solo es necesario escuchar a la gente que vive en ellos y darles a conocer", concluye