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Feria de San Isidro | Andar en torero

Dos toros de María Guiomar Cortés de Moura para la lidia a caballo (1º y 4º) de 546 y 579 kilos, bien presentados de mejor juego el segundo

Foto: . El diestro Ginés Marín brinda la faena del sexto de la tarde en el cuarto festejo de la Feria de San Isidro. (EFE/Daniel González)
. El diestro Ginés Marín brinda la faena del sexto de la tarde en el cuarto festejo de la Feria de San Isidro. (EFE/Daniel González)

Plaza Monumental de Las Ventas, 13 de mayo de 2023

4ª de la Feria de San Isidro. Corrida Mixta.

Foto:  El diestro Téllez se ajusta la montera frente a su segundo toro. (EFE/Zipi Aragón)
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Juan José Cercadillo

Casi lleno en tarde fresca en la sombra y con menos viento que ayer. Con un público algo diferente al de otras tardes como viene siendo habitual con el anuncio de rejoneadores.

Dos toros de María Guiomar Cortés de Moura para la lidia a caballo (1º y 4º) de 546 y 579 kilos, bien presentados de mejor juego el segundo. Y cuatro de Montalvo para los lidiadores a pie de entre 543 y 577 kilos muy serios todos de presentación, bajos, cuajados y astifinos. Demostrando que no se necesita exceso de peso para dar miedo y dar la talla en Madrid. Los dos primeros con intención de embestir de salida se vinieron abajo en la muleta, solo permitieron algunos lances sueltos, muy de uno en uno, sin llegar con su embestida a los tendidos ni a permitir el triunfo. El quinto el peor. El sexto, también muy serio, en las manos de Ginés resultó la sorpresa de la tarde. De no esperar nada a embestir en una faena larga e intensa, embistiendo por abajo con nobleza y yendo a más en cada tanda.

• DIEGO VENTURA de terciopelo negro y botonadura en plata, ovación y oreja.

• PACO UREÑA, de tabaco y oro, silencio y silencio.

• GINÉS MARÍN, de grosella y oro, silencio y oreja, con mucha fuerza tras una gran estocada.

Destacó Antonio Manuel Punta entre las cuadrillas y gran quite de Curro Vivas a su compañero al salir trompicado de un par de banderillas.

Era el momento del brindis y sin ápice de duda se puso a andar en torero hasta el centro del anillo. Anda bien este torero

Andaba en torero Ginés camino del centro el ruedo. Era el sexto de la tarde. Los ánimos de los tendidos rodando por las escaleras. La oreja de Ventura solo compensó a aquellos que venían por los caballos en vez de por los toreros. Ureña no tuvo suerte. Los ánimos estaban bajos. Rodaban por ese precipicio, que es la arquitectura obsoleta, precipitando su marcha e incumpliendo el reglamento los que menos fe tenían. Todos teníamos poca después de tan poco juego de Montalvos tan preciosos. Marcaba la diferencia de la huida o la paciencia el pliegue al orden público y el respeto a toda norma. Pero sobre todo primaba haber visto a Ginés más veces. Siempre merece la pena.

Era el momento del brindis y sin ápice de duda se puso a andar en torero hasta el centro del anillo. Anda bien este torero. Flota pero pisa firme. Andando todo es aplomo, pero parece ligero. Sin ganas de protestar la mayoría, no había hoy que derribar a nadie -y muchos venían hoy solo a aplaudir a Ventura y alucinar con sus caballos- solo unos pocos aplaudimos el gesto de que Ginés rompiera con su propia fe la monotonía de la tarde. "La buena voluntad se le agradece, pero espero que no se alargue" podría ser durante la dedicatoria el pensamiento promedio. El toro había hecho lo mismo que sus hermanos durante los dos primeros tercios, normal que las apuestas tendieran también al fracaso. Ninguno de los tres toros remató en la muleta ni las promesas de sus hechuras ni sus declaraciones en el caballo, por lo que pensamos que Rebujín se iría desinflando con los primeros muletazos. Le daría la razón a los que huyeron y a los que prefieren los caballos.

Y hubiera sido así de no ser porque delante se le puso a los mandos un pedazo de torero. El mimo, el temple y la paciencia revitalizaron al de Montalvo, le motivaron. Sus primeras embestidas y sus últimas eran la típica historia, tan explotada por Hollywood, de deportista con talento con no muy buen entorno y condenado al fracaso. Al principio de la peli, tras dejar clara su condición de perdedor, sale su gran inspirador y tras férreo entrenamiento acaba repartiendo leches, ganando solo el partido, triunfando en cualquier disciplina. Pero no poco, a lo grande. Rebujín se sintió Rocky y de mitad de combate para delante sacó fuerzas de flaqueza, desarrollo técnica de embestida para permitir los remates pero manteniendo su nobleza.

La transformación no vino de golpe. Llegó muletazo a muletazo. Ni un roce, ni un enganchón, ni un tirón, ni brusquedad ninguna

La transformación no vino de golpe. Llegó muletazo a muletazo. Ni un roce, ni un enganchón, ni un tirón, ni brusquedad ninguna. Ni un cite en sitio erróneo, ni una distancia mal vista. Las tres primeras tandas fueron buenas, pero estaban entrenando para el clímax de la pelea. También como en esas películas, el tramo tiene atracción. Tales sutilezas técnicas no se ven todos los días. Incluso no se le ven siempre al mismo torero porque no siempre se subliman. Requieren de mente muy limpia, de decisión sin ambages, de sentirse muy torero.

Ginés bordó ese proceso sin renunciar a la estética. Paso a paso en el progreso y paso a paso entre las tandas andando muy en torero.

Subió el listón de lo bello cuando por fin le embistió el toro por abajo y por derecho. Despacio. Al ritmo del andar de Gines, pausado, estético, bello. Pases fundamentales y remates muy variados aliviando los asaltos que se le hacían largos al valiente Rebujín rearfimaban el clarividente momento de este torero de fondo que promete llegar lejos. La faena, rematada, merecía un gran remate. También anduvo Ginés en torero con la espada. Es una literalidad. Fue andando hacia el morrillo con el pecho por delante. Se volcó tan despacito que el ole llegó mucho antes que la empuñadura al hoyo de las agujas. Lástima que cayera tendida y a caer el toro se resistiera. Una faena creada al paso de cada tanda merecía mejor ángulo de entrada.

Pidió el público la oreja reconociendo los méritos y reconociendo en Ginés, y en su excepcional momento, un nuevo hito en la feria. Y si no tiempo al tiempo.

Plaza Monumental de Las Ventas, 13 de mayo de 2023

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