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Las cuentas pendientes de Ayuso y Vox antes de las urnas: nueve leyes y una herida abierta
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Pulso en la derecha madrileña

Las cuentas pendientes de Ayuso y Vox antes de las urnas: nueve leyes y una herida abierta

El PP y su único socio en la Asamblea de Madrid arrastran algunos compromisos con solo cinco meses por delante, como la reducción de los diputados de la Cámara. La negativa a los presupuestos puede ser un punto de inflexión

Foto: Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio, en la corrida goyesca del 2 de mayo. (EFE/Chema Moya)
Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio, en la corrida goyesca del 2 de mayo. (EFE/Chema Moya)

La negociación de los últimos presupuestos de la legislatura han significado un antes y un después para Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio. La tensión y los reproches han ganado terreno a la sintonía y la paz de hace solo unos meses, con una herida abierta a apenas cinco meses para las elecciones del 28 de mayo. Pero el PP y Vox tienen todavía cuentas pendientes en la Asamblea de Madrid, con nueve leyes en tramitación y varias iniciativas que solo verán la luz si los dos partidos de la derecha vuelven a ponerse de acuerdo. El enfrentamiento por las cuentas regionales para 2023, tumbadas definitivamente el viernes, podría cambiar el escenario en la carrera a las urnas, con la incógnita de si continuará el pulso o habrá pactos puntuales.

El plan del Ejecutivo era cerrar la legislatura con un acelerón legislativo. En parte lo ha cumplido, con la aprobación de normas clave como la Ómnibus o la de Autonomía Financiera, pero aún quedan muchas cuestiones por abordar. Lo sucedido con los presupuestos tras el rechazo de Vox abre un periodo de incertidumbre respecto a lo que debe votarse en la Cámara madrileña, con el añadido de que enero es inhábil y los comicios están a la vuelta de la esquina, por lo que apenas cuentan con tres meses de actividad parlamentaria. El partido liderado por Monasterio asegura que apoyará todo lo que ya se había pactado en las respectivas comisiones, pero también es cierto que al inicio del curso dio por hecho su respaldo a las cuentas y finalmente las ha tumbado.

Foto: Rocío Monasterio e Isabel Díaz Ayuso, durante la reunión que mantuvieron en verano. (EFE/Sergio Pérez)

Desde el Gobierno autonómico explican que todavía hay nueve proyectos de ley pendientes. Son los textos de la Agencia de Ciberseguridad, las deducciones del IRPF, de la norma de Economía Circular, de Archivos y Documentos, del Libro, la lectura y el patrimonio bibliográfico de la Comunidad de Madrid, de Patrimonio Cultural, sobre Protección Civil y Emergencias, para el Colegio Oficial de Profesionales del Turismo y de Infancia y la adolescencia.

En principio, ninguno de estos temas debería abrir un nuevo cisma entre el PP y Vox, sobre todo porque algunos incluyen algunas de las reclamaciones de Monasterio, como la rebaja de impuestos, el blindaje de la cruz del Valle de los Caídos o la escolarización gratuita de los niños de 0 a 3 años.

Entre las iniciativas pendientes también figura una propuesta al Congreso para que la Asamblea no designe a los magistrados del TSJM

Entre las cuentas por resolver también está la propuesta al Congreso de los Diputados para cambiar la Ley Orgánica del Poder Judicial y Planta Judicial, enfocada a eliminar la potestad de la Asamblea para el nombramiento de una de cada tres plazas de juez en las Salas de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, los cambios en el Estatuto de Autonomía para reducir el número de diputados en la Cámara y la modificación de la ley de transportes urbanos, que regula el funcionamiento de las VTC. Las dos últimas cuestiones son las más controvertidas.

En el caso de las VTC, de hecho, Vox ya se opuso el pasado jueves. Respecto al número de parlamentarios, pactado tras las elecciones del 4 de mayo de 2021, no hay visos de que vaya a prosperar porque necesita de una mayoría de 2/3 y ninguno de los partidos de la oposición se ha mostrado a favor de este tema tal y como está planteado. La medida lleva en un cajón desde entonces.

A esto hay que sumar varios dictámenes, que para que salgan adelante también han de contar con el apoyo de las dos formaciones. Son las conclusiones sobre la Ley de Cooperativas, de la nueva Agencia para el Apoyo a las Personas Adultas con Discapacidad y de las medidas fiscales para la natalidad y la comisión de investigación sobre la gestión en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas durante la pandemia del covid.

Tensión al alza

Las últimas semanas han sido la perfecta escenificación del divorcio entre Ayuso y Monasterio. Las dos dirigentes se han cruzado críticas y reproches tras la negativa de Vox a apoyar los presupuestos. Los últimos fueron el viernes, solo unas horas antes de que la formación ultraconservadora votara en contra del dictamen de las cuentas en la comisión del ramo, lo que supone que ni siquiera habrá debate en la Asamblea.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, como en los días previos, dejó claro que no iba a ceder ante las exigencias de su único socio y no iba a aceptar sus enmiendas, registradas fuera de plazo. "No voy a intercambiar derechos y obligaciones y las leyes contraen derechos y obligaciones que afectan a todos los ciudadanos por presupuestos, esto es una práctica cada vez más frecuente en la política española y a mí eso me parece una irresponsabilidad. No voy a mezclar cuestiones que, además, llevan sesgos ideológicos que perjudican ahora mismo", declaró, aunque dejó abierta la posibilidad de incorporar propuestas a lo largo de 2023.

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (i); y la líder de Vox en la Asamblea, Rocío Monasterio (EFE/Chema Moya)

La proximidad de las elecciones advierte de un cambio en el comportamiento que Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio habían tenido hasta la fecha. Su relación era completamente distinta que la de José Luis Martínez-Almeida y Javier Ortega Smith en el Ayuntamiento de la capital. Y nada que ver con el trato entre Pablo Casado y Santiago Abascal antes de la crisis que dinamitó el PP, sin hablarse durante meses. Ellas representaban una especie de puente entre ambas formaciones, con un discurso muchas veces parejo y acuerdos puntuales, con los presupuestos de 2022 como principal ejemplo. Pero las cuentas de 2022 lo han cambiado todo.

El desarrollo de los acontecimientos recuerda a lo ocurrido en Andalucía, cuando Vox tumbó los presupuestos de Juanma Moreno y forzó el adelanto electoral, con las expectativas por las nubes. El resultado de aquellos comicios, con una histórica mayoría absoluta del barón popular, es un precedente que tienen muy en cuenta en Sol. Como ha informado El Confidencial, en el equipo de Ayuso consideran que este episodio no solo no les pasará factura en las urnas, sino que les impulsará aún más. Pero también dará más visibilidad a Vox, con un perfil propio y sin diluirse en las políticas del PP de Madrid. Los próximos cinco meses resolverán todas las dudas.

La negociación de los últimos presupuestos de la legislatura han significado un antes y un después para Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio. La tensión y los reproches han ganado terreno a la sintonía y la paz de hace solo unos meses, con una herida abierta a apenas cinco meses para las elecciones del 28 de mayo. Pero el PP y Vox tienen todavía cuentas pendientes en la Asamblea de Madrid, con nueve leyes en tramitación y varias iniciativas que solo verán la luz si los dos partidos de la derecha vuelven a ponerse de acuerdo. El enfrentamiento por las cuentas regionales para 2023, tumbadas definitivamente el viernes, podría cambiar el escenario en la carrera a las urnas, con la incógnita de si continuará el pulso o habrá pactos puntuales.

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