Es noticia
Ayuso cree que el rechazo de Vox a sus presupuestos le acerca a la mayoría absoluta
  1. España
CHOQUE FRONTAL EN MADRID

Ayuso cree que el rechazo de Vox a sus presupuestos le acerca a la mayoría absoluta

Los de Abascal acusan a la presidenta de la Comunidad de Madrid de abrir una guerra sucia por no aceptar sus enmiendas. Sol no cede y advierte a Monasterio de que tumbar sus cuentas se traducirá en un "castigo" para Vox en las urnas

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (i); y la líder de Vox en la Asamblea, Rocío Monasterio (EFE/Chema Moya)
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (i); y la líder de Vox en la Asamblea, Rocío Monasterio (EFE/Chema Moya)

El PP de Madrid cree que la guerra abierta por Vox contra Isabel Díaz Ayuso a cuenta de la tramitación de los presupuestos regionales es una misión suicida para Rocío Monasterio. El diagnóstico que hacen en la Puerta del Sol es que la presidenta de la Comunidad de Madrid puede encajar el golpe de no aprobar sus últimas cuentas a seis meses de la cita con las urnas, pero el competidor situado a su derecha no correrá la misma suerte. "Se hunden", resumen en el equipo de la madrileña. Los precedentes son demasiado recientes. La formación ultraconservadora tumbó el presupuesto de Juanma Moreno en Andalucía y unos meses después el barón popular les borró del mapa con una contundente mayoría absoluta, la misma a la que ahora aspira Ayuso. "Aquí es distinto. Monasterio no tiene idea, y su grupo es un desastre", destacan desde las filas populares, donde dan por sentado el "castigo" a Vox en las urnas.

"A su votante no le va a hacer ninguna gracia que torpedeen a Ayuso y, encima, voten junto a la izquierda en contra del PP", anticipan los populares madrileños. No es la visión de Vox, donde acusan al PP de abrir una guerra sucia pese haber sido durante años un "socio leal" en la Comunidad de Madrid. "Ayuso se equivoca de enemigo", lanzó Monasterio. Vox no registró en plazo sus enmiendas a los presupuestos y el PP votó con la izquierda en la Mesa de la Asamblea para rechazar su admisión a trámite, una "humillación" a ojos de la formación. Ese es el origen de la disputa. Votará en contra porque Ayuso se niega a admitir sus propuestas.

Foto: Núñez Feijóo y Díaz Ayuso en la cena del PP de Madrid (EFE/Sergio Pérez)

Ninguna de las partes se ha movido un ápice de sus posiciones. Los reproches mutuos han dado lugar a una hostilidad manifiesta que amenaza con abrir un punto de no retorno entre ambas formaciones. Los de Santiago Abascal han apostado por hacer valer su fuerza negociadora en un territorio en el que pelean por mantener su influencia, conscientes de que lo que consigan 'colar' ahora formará parte de su programa electoral en mayo.

Entre sus propuestas estrella destaca una nueva bajada del tramo autonómico del IRPF, una subida salarial para los médicos madrileños o la derogación de la ley trans, uno de los principales caballos de batalla de Monasterio contra Ayuso. Como publicó El Confidencial, la presidenta de la Comunidad está decidida a revertir la norma aprobada por Cristina Cifuentes, pero prefiere esperar a la aprobación definitiva de la ley a nivel nacional, que llega este mismo jueves al Congreso. Pero Vox no puede esperar y quiere arrogarse esa medida como un éxito propio antes de que suene el timbre electoral.

Foto: Isabel Díaz Ayuso en el pleno de la Asamblea de Madrid. (EFE/CAM).

En realidad, a Ayuso le bastan cuatro abstenciones de Vox para sacar adelante su proyecto presupuestario, que se votará en la Asamblea de Madrid el próximo 22 de diciembre. Si Monasterio mantiene el órdago, el PP se quedaría sin aprobar unas cuentas que implican 2.700 millones de euros más de gasto en pleno año electoral. Pero en la Puerta del Sol tienen claro que una eventual prórroga no le pasaría factura a Ayuso, que aspira a gobernar sin ataduras en 2023. Con esta última guerra, aseguran, Vox sólo se lo pondría más fácil.

Vox llegó "tarde y mal"

En el PP aseguran no dar crédito al "relato" de su socio prioritario en la Asamblea de Madrid, en lo que consideran una "pataleta" contra Ayuso por haber registrado sus enmiendas "tarde y mal". El partido capitaneado por Rocío Monasterio registró seis minutos tarde sus propuestas, cuyo plazo finalizaba el pasado 2 de diciembre a las 12:00 h. Vox trató de maniobrar a posteriori exigiendo a la Mesa que reconsiderase la introducción de sus enmiendas a las cuentas alegando un "fallo informático" en el registro, pero fue denegada con los votos de PP y Más Madrid. "No vamos a facilitar unos presupuestos en que las únicas enmiendas que se debaten son las de la izquierda", insistió Monasterio este miércoles.

En el Ejecutivo regional recuerdan que Vox tan sólo presentó 86 enmiendas frente a las casi 2.000 de Más Madrid, las 900 del PSOE o las 600 de Podemos. "Evitan asumir su responsabilidad por un caso claro de insolvencia parlamentaria", alegan. Defienden que las propuestas de Vox representan un porcentaje residual del montante total, unos 60 millones de euros, frente a los más de 25.000 millones que Ayuso ha presupuestado para el próximo ejercicio. Y recuerdan que el PP remitió a Vox su proyecto el pasado mes de septiembre, por lo que han contado con dos meses para trabajar en sus fallidas enmiendas. "No han hecho nada, no han presentado ningún documento alternativo, y casi un tercio de las enmiendas registran errores técnicos, por lo que hubieran decaído", aseguran.

En el PP sentó especialmente mal que, pese a la "falta de interés" que observaban en Vox, el consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, llamó a consultas a los de Rocío Monasterio días antes de la finalización del plazo de enmiendas. "La reunión duró literalmente cinco minutos. Se levantaron y dijeron que no había nada que negociar", alegan. Los populares madrileños sospechan que sus socios "querían romper las negociaciones por estrategia electoral" y "por orden de Madrid". Y basan sus recelos en el cambio de opinión de Vox respecto a las cuentas: "lo que hace unos días era una abstención, hoy es un no".

Fuentes de los populares sospechan que el viraje de Vox tiene que ver con la polémica que ha enfrentado a las direcciones nacionales de ambos partidos en los últimos días a cuenta de la moción de censura contra Sánchez que Abascal desea presentar, y que Feijóo rechaza. En cualquier caso, Ayuso sostiene que no puede "retorcer el reglamento" para "favorecer a un grupo parlamentario". "Lo que no se puede hacer es achacar a la Cámara ninguna responsabilidad, ni tampoco a los demás", estalló este miércoles la dirigente.

Vox ha tendido la mano al PP para retirar su proyecto de Presupuestos y presentar uno nuevo en enero que incluya sus enmiendas por "lealtad" al que ha sido su socio prioritario en los últimos años. Ayuso lo descarta por completo. El choque frontal está garantizado.

El PP de Madrid cree que la guerra abierta por Vox contra Isabel Díaz Ayuso a cuenta de la tramitación de los presupuestos regionales es una misión suicida para Rocío Monasterio. El diagnóstico que hacen en la Puerta del Sol es que la presidenta de la Comunidad de Madrid puede encajar el golpe de no aprobar sus últimas cuentas a seis meses de la cita con las urnas, pero el competidor situado a su derecha no correrá la misma suerte. "Se hunden", resumen en el equipo de la madrileña. Los precedentes son demasiado recientes. La formación ultraconservadora tumbó el presupuesto de Juanma Moreno en Andalucía y unos meses después el barón popular les borró del mapa con una contundente mayoría absoluta, la misma a la que ahora aspira Ayuso. "Aquí es distinto. Monasterio no tiene idea, y su grupo es un desastre", destacan desde las filas populares, donde dan por sentado el "castigo" a Vox en las urnas.

Isabel Díaz Ayuso