Morata de Tajuña ya sueña con la F1: el nuevo circuito podría empezar a levantarse en 2023
El empresario granadino José Antonio Arroyo está detrás del proyecto para la construcción de un pista de carreras en la localidad madrileña. Cuenta con el respaldo de la Federación
El proyecto de construir un circuito de carreras en Morata de Tajuña está más cerca de hacerse realidad. En unos cuatro meses, los impulsores de la iniciativa podrían tener listos todos los permisos para empezar a trabajar y, como muy tarde, a principios de 2023 podrían comenzar las obras. Así lo asegura José Antonio Arroyo, el empresario granadino detrás de la iniciativa a través de la firma Streammotorfire. Su aspiración es que en un futuro Madrid pueda acoger una prueba de Fórmula 1, aunque también matiza que para que eso sea factible todavía faltan varios años.
El proyecto surgió en 2015, cuando comenzó a buscar terrenos junto a un par de socios. La primera premisa era que el circuito tenía que ubicarse en Madrid porque el resto del país está saturado. “En Andalucía, tienes el de Jerez y puedes plantearte otro, pero de un nivel más bajo, construir uno más de iguales características no tiene mucho sentido”, señala el empresario. Arroyo ya puso en marcha un circuito en la provincia de Granada, en Guadix, que acabó vendiendo a una empresa británica. Con una inversión de un millón de euros, consiguió hacerlo rentable alquilándolo para distintos eventos a razón de 3.000 euros al día.
Con su experiencia como promotor, constructor y piloto ha acumulado los conocimientos necesarios para abordar el proyecto. Se juega su patrimonio y mira el destino de cada euro, derribando el tópico de que un circuito es una obra faraónica. “Inflan los presupuestos y normalmente la obra privada tiene unos costes mucho menores que si se ejecuta por parte de una institución. Yo ya he construido un circuito y sé perfectamente lo que cuesta el metro cúbico de movimiento de tierras, no voy a pagar más de lo que vale. Si tengo un millón de metros cúbicos eso me va a costar cuatro millones de euros, luego se contrata a reconocidos diseñadores que cobran dos millones de euros por ponerle sus apellidos al trazado”, señala el empresario granadino sobre una estrategia de marketing que se utiliza también en otros deportes como el golf, cuando se contrata a golfistas de renombre para que firmen el diseño de un nuevo campo.
El circuito de Morata de Tajuña se construirá por fases en cinco años. Según los planes del empresario, comenzará con una pista y unos boxes adaptados a unos requisitos básicos y poco a poco se irán homologando las instalaciones para competiciones de mayor calado. La primera fase requiere de una inversión de 12 millones de euros, una cantidad con la que la pista puede ser “funcional y rentable” y albergar campeonatos de España e incluso europeos, aunque habría que esperar para la llegada de la Fórmula 1 o una prueba de Moto GP.
El apoyo institucional
Para la entrada de estos dos gigantes sí sería necesario el apoyo institucional. Un circuito privado no tiene la estructura por sí solo para traer una competición así. “Cuando las instalaciones estén a un 60% de su capacidad, tendría que intervenir la Comunidad para dar el siguiente paso, porque para traer un Mundial de Motociclismo hay que depositar un canon de 20 millones de euros, un dinero que luego se recupera por el impacto económico brutal que tienen estas competiciones”, asegura. Según los datos que maneja del Gran Premio de Fórmula 1 en Montmeló, la fiesta del motor deja en torno a 150 millones en Cataluña.
Tras siete años de trabajo espera que en tres o cuatro meses estén listos los permisos necesarios para empezar a trabajar y, como muy tarde, a principios de 2023 comenzarán las obras. Ya se han hecho una serie de trabajos previos, por ejemplo, para dar solución al ruido que puede generar el circuito, situado a más de un kilómetro de distancia de la primera urbanización. “En 12 meses podría estar funcionando a un 20% a nivel de algunos campeonatos de España, pero luego hay que hacer gradas y ampliar saneamientos”, adelanta. Eso sí, para traer grandes premios hay que trabajar con mucha antelación y antes de 5 años es difícil, “pero en Moto GP es más fácil y la empresa que organiza el Mundial, Dorna, tiene muchas ganas de llevar allí alguna prueba porque no hay un lugar mejor desde el punto de vista comercial, es algo casi inevitable”, continúa.
Arroyo asegura que cerrar todos los flecos para la construcción del circuito no es nada sencillo, pero que ya tiene “todos los informes favorables” y está convencido de que saldrá adelante. El emprendedor, nacido en la pequeña localidad granadina de Láchar, afirma que los terrenos en los que irá el circuito son compatibles con la actividad que se va a realizar, por lo que se puede corregir el proyecto, “pero en ningún caso echarlo para atrás”. “Por eso lo hemos llevado con total discreción, llevamos siete años ultimando todos los detalles antes de darlo a conocer y teniendo cerrado que el terreno donde va estar el circuito cumple con la legalidad”, explica.
Diseño del trazado
Y, además de emprendedor, Arroyo es un gran desmitificador. Para el diseño del circuito, asegura, ha monitorizado los comentarios de los pilotos sobre los diferentes trazados, por ejemplo, cuando Alonso hace referencia a las 'eses' del circuito japonés de Suzuka o la Eau Rouge del belga de Spa-Francorchamps. “Los mismos pilotos hablan abiertamente de sus circuitos y tramos preferidos, por lo que ya, sin necesidad de copiar, se intentan encajar en el terreno. Y una vez que tuvimos un esbozo, se lo pasamos a muchos pilotos para que nos dieran ideas de mejora”, detalla.
Así, el circuito de Morata de Tajuña será un trazado divertido con tramos que faciliten los adelantamientos. “Todo el mundo entiende que una curva rápida a izquierda seguida de una curva lenta a derecha es la forma más propicia para poder adelantar, pues se trata de hacerlo dos o tres veces en el circuito, luego los pilotos harán lo que puedan, pero tú tienes que darles armas para que puedan meter la rueda”, señala Arroyo, que no ha olvidado tampoco incluir hasta cinco cambios de rasante al estilo del circuito portugués de Portimão, lo más complejo en el mundo del motor.
También tiene claro que los trazados que se están haciendo los últimos años, de 5 y 6 kilómetros, se hacen eternos y en cierta forma van en contra de la competición. “La velocidad es precisión y cuando te equivocas hay que pagarlo, hay cada vez más voces en contra de los circuitos que tienen escapatorias, el mismo Alonso no está de acuerdo con que haya tantas salidas del asfalto para que los pilotos puedan hacer lo que quieran”, explica.
Apoyo de la Federación
Manuel Casado, presidente de la Real Federación Española de Motociclismo, ha acogido con entusiasmo un proyecto del que tuvo conocimiento hace tres años, cuando Arroyo se dirigió a ellos para conocer su punto de vista. “Es muy interesante y atractivo, en Madrid se necesita un circuito de alto nivel como el que tuvimos en su día con el Jarama, pero que por diversos impedimentos no ha podido mantener los niveles de seguridad y calidad que se exigen en las competiciones internacionales”, explica.
El Jarama se ha quedado obsoleto y, por ejemplo, hay que limitar la velocidad en una curva porque en ese tramo no se puede superar un número determinado de decibelios, lo que ha dejado el trazado en el que Ángel Nieto ganaba carreras un año sí y otro también para competiciones de turismos o presentaciones comerciales, porque la seguridad ya no está homologada ni para albergar un campeonato de España. Pero hay infraestructuras más recientes, como el circuito valenciano de Cheste, donde los promotores se equivocaron en el diseño. No puede acoger una prueba de Fórmula 1 hasta que no se renueve el 40% de las instalaciones. De ahí que en Morata de Tajuña todo esté pensado al milímetro. El objetivo es que el trazado pueda ser compatible con todas las categorías.
Según Manuel Casado, España es un país privilegiado y conocido a nivel mundial y este circuito en Madrid está más que justificado.“Tenemos pilotos y organizadores, un promotor de primer nivel como Dorna y se juntan todas las circunstancias para la explotación a nivel internacional de este proyecto”, concluye.
El proyecto de construir un circuito de carreras en Morata de Tajuña está más cerca de hacerse realidad. En unos cuatro meses, los impulsores de la iniciativa podrían tener listos todos los permisos para empezar a trabajar y, como muy tarde, a principios de 2023 podrían comenzar las obras. Así lo asegura José Antonio Arroyo, el empresario granadino detrás de la iniciativa a través de la firma Streammotorfire. Su aspiración es que en un futuro Madrid pueda acoger una prueba de Fórmula 1, aunque también matiza que para que eso sea factible todavía faltan varios años.