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Vuelven a las calles de Madrid los 'cromos de la prostitución' y estos vecinos intentan frenarlo
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Vuelven a las calles de Madrid los 'cromos de la prostitución' y estos vecinos intentan frenarlo

Las asociaciones de los barrios alertan de un incremento de las tarjetas que anuncian servicios sexuales. Voluntarios recorren las calles retirándolas. Han llegado a recoger kilos

Foto: Vista de un coche con varias tarjetas anunciando servicios sexuales. (Cedida)
Vista de un coche con varias tarjetas anunciando servicios sexuales. (Cedida)

“Chicas nuevas, jóvenes, espectaculares, latinas, asiáticas. Con copa incluida”. Son algunas de las descripciones que pueden leerse en las tarjetas que publicitan la prostitución y que vecinos como Estrella Aranda, de la Asociación vecinal de Lucero en Distrito Latina, recogen de los coches. “Van acompañados de fotografías explícitas y es algo que nos incumbe a todos. Como mujer me siento como un escaparate en el mercado”, sentencia. No es la única, miembros de diversas entidades recorren las calles de Madrid retirando de los parabrisas estos 'cromos'. Han llegado a acumular kilos.

Foto: Mural de Salvador Dalí a base de latas recicladas. (PhotoAlquimia)

La pandemia pudo retenerlo, pero no pararlo. “Se seguía ejerciendo esta actividad, pero en los pisos”. Y en los últimos meses han vuelto a las calles. “Se han reafirmado”, según Aranda, quien se ha topado con estas estampas por Lucero, Puerta del Ángel, Aluche y Las Águilas.

“Nosotros hemos recogido muchas y las hemos llevado al Centro Cultural de la Mujer”, una asociación situada junto a la parada de Metro Lucero. “Hemos llenado tres o cuatro cajas”, reconoce. Poco a poco y debido el regreso de estas tarjetas a la calle, la comunidad se está volviendo a movilizar. Un grupo que, como recuerda Aranda, estuvo muy unido y era más numeroso hace unos años gracias a la campaña ‘No Acepto’.

"Llegamos a recoger 52 kilos de publicidad", dice Martínez

Una de las precursoras de la iniciativa fue Ana Martínez, presidenta de la Asociación Vecinal Quintana, en Ciudad Lineal. “Lo hicimos en 2017 porque llegó a ser exagerado. Había gente con más de 10 flyers en sus vehículos y llegamos a recoger 52 kilos de publicidad”, cuenta en una llamada. Empezó como algo puntual entre los vecinos. Algunas personas, molestas, quitaban los papelitos que encontraban. Pero pronto se formó un grupo de madres y padres de niños al que se unieron asociaciones, y repartieron por la zona carteles donde pedían que no se repartiese esa publicidad.

placeholder Uno voluntario muestra un gran taco de tarjetas retiradas. (Cedida)
Uno voluntario muestra un gran taco de tarjetas retiradas. (Cedida)

“Los menores los cogían y se los intercambiaban, como cromos”, asegura. Aunque no solo lo hacían por sus hijos, sino por todos. “Por las mujeres, porque muchas están obligadas y porque a nosotras mismas nos denigran; por los niños y niñas; porque queremos un barrio limpio y todo acababa por el suelo; y porque no queremos mafias”, enumera.

Esta movilización vecinal llegó a otros distritos e incluso a la prensa nacional. “Me llamaron de Valencia, Asturias y Sevilla, porque querían hacer algo parecido. Fue una enorme satisfacción. Un día incluso me contactó una tal Yolanda, de Televisa, una empresa americana. Casi me da un patatús”, admite.

Las consecuencias se vieron en las calles. Hubo una temporada en la que todo se frenó, las imágenes no eran tan explícitas. “Nos citó el Concejal de Área de Seguridad, Javier Barbero, y tuvimos la posibilidad de reunirnos con la Policía Municipal. Llegamos a presentar más de 60.000 firmas contra las mafias, algo muy difícil de combatir. Gobernaba Manuela Carmena, el Ayuntamiento siguiente ya no ha tenido interés”, relata.

placeholder Vista de un coche con un cartel en el que se puede leer 'No acepto publicidad de prostitución'. (Cedida)
Vista de un coche con un cartel en el que se puede leer 'No acepto publicidad de prostitución'. (Cedida)

Su prioridad era presionar a los que mandaban. “Coger al pobre al que le pagan 5 o 10 euros por repartir es inútil; hay que ir a la cabeza”, sostiene Martínez. A través de uno de estos trabajadores llegaron a una de las casas donde recogía los papeles. “Ahí tenían tantos como nosotros hemos recogido”. Esas actuaciones acabaron paralizadas porque las asociaciones están “liadas con otros temas”, aunque tienen intención de retomarlo. “Todavía no hemos creado ninguna brigada, pero el grupo WhatsApp con el resto de distritos, como Vallecas, Tetuán o Carabanchel, no se ha cerrado”, afirma.

Publicidad en calles con mayor público

Algunas zonas son más propensas que otras, según cuenta Isabel Bustarviejo, coordinadora de la Unidad Distrital de Colaboración (UDC) del Distrito de Ciudad Lineal que gestiona la Asociación El Olivar. “No ha habido un descenso de la colocación de esta publicidad, lo que sí hemos percibido es que hay calles en las que ponen menos y en otras más, en las que debe haber mayor número de público objetivo”, asegura.

Foto: Foto: Andreas Rentz/Getty Images.

Participaron en ‘No Acepto’ y han seguido por su cuenta; en cuatro horas unas cuatro personas han llegado a recoger más de 1.200 panfletos en Pueblo Nuevo. “Hemos ido también por Quintana, Ventas y San Pascual. Seguimos en las mismas cifras”, reconoce. Añade el horror que supone que los menores hayan llegado a coleccionar los flyers: “No dejamos de hablar de explotación sexual, hay que tratarlo con la seriedad que tiene. Es ver a la mujer como un objeto, el consumo de un ser humano”.

En cambio, hay zonas donde la crisis sanitaria, unida al pulso vecinal, ha ganado frente a este tipo de publicidad. Así lo cree Luis Pérez, quien colabora con una de las asociaciones del barrio de Almendrales, en Usera. “Si antes recogíamos 33 kilos, ahora son unos 8. No son pocos, pero se ha disminuido la intensidad”, declara sobre el periodo de 2017 a 2018, cuando encontraban hasta 7 papeles diferentes en cada coche. Eran poses muy explícitas, por ejemplo, una mujer desnuda abierta de piernas. Por otra parte, se ha percatado de que se multiplican en ciertas temporadas; cuando hay buen tiempo, un fin de semana o un puente.

placeholder Voluntarios forman la palabra 'Help' con tarjetas en la plaza de Callao de Madrid. (Cedida)
Voluntarios forman la palabra 'Help' con tarjetas en la plaza de Callao de Madrid. (Cedida)

Pérez, como sus compañeros, repite la importancia de ‘No Acepto’. Con la iniciativa también se organizó una performance en Callao. Colocaron todos los anuncios recogidos y escribieron la palabra ‘Help’. Ana Martínez puntualiza que solo la primera letra medía tres metros de largo y uno de ancho. Sostiene que ha sido determinante que la multa por poner publicidad sea de 600 euros. Lo repite con insistencia. “Perdona”, se escucha en el teléfono. “No te lo decía a ti, es que justo hay un chico poniendo publicidad y quería que se enterara”.

“Chicas nuevas, jóvenes, espectaculares, latinas, asiáticas. Con copa incluida”. Son algunas de las descripciones que pueden leerse en las tarjetas que publicitan la prostitución y que vecinos como Estrella Aranda, de la Asociación vecinal de Lucero en Distrito Latina, recogen de los coches. “Van acompañados de fotografías explícitas y es algo que nos incumbe a todos. Como mujer me siento como un escaparate en el mercado”, sentencia. No es la única, miembros de diversas entidades recorren las calles de Madrid retirando de los parabrisas estos 'cromos'. Han llegado a acumular kilos.

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