Almeida aprueba sus presupuestos entre los ataques de Vox y la izquierda

No hubo sorpresa en Cibeles, aunque sí la polémica esperada y la certeza de que los dos bloques ya no son lo que eran. El Gobierno de PP y Ciudadanos ha sacado adelante este miércoles los presupuestos para 2022 con el apoyo de los tres ediles carmenistas que sobreviven en la capital frente a las críticas y reproches de la oposición a izquierda y derecha, entre las acusaciones de "traición" por parte de Vox y la enmienda a la totalidad de Más Madrid y PSOE. Todo con una hora de retraso, ya que los grupos no tenían la documentación sobre lo que iban a votar.

El pleno, celebrado de forma semipresencial y con buena parte de los representantes desde la distancia, se decantó finalmente con la votación de 56 concejales, uno menos de los habituales tras la marcha de Felipe Llamas, el carmenista que criticó el pacto y presentó su dimisión. Así, las cuentas han salido adelante con 29 votos a favor y 27 en contra. Vox y la izquierda han coincidido en algo, y es el rechazo feroz al acuerdo con tres "tránsfugas".

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El equipo de Gobierno ha recibido ataques desde todos los frentes. Sus presupuestos, según el ojo de quien los mira, han sido calificados al mismo tiempo de "comunistas" y "fascistas". Pero no ha sido el único. El pleno de Cibeles se convirtió en un avispero con intercambios en todas las direcciones, del Grupo Mixto al resto de fuerzas de la izquierda y Vox, de Javier Ortega Smith contra todos, de José Luis Martínez-Almeida y Begoña Villacís contra Vox, del PSOE y Más Madrid contra el Ayuntamiento y contra los carmenistas... Un todos contra todos que da una pista del ambiente para los dos próximos ejercicios.

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El Consistorio se ha afanado en defender la necesidad de las cuentas y, de paso, lanzar un recado a Ortega Smith por alinearse con la izquierda y "tratar de bloquear la ciudad". Tanto Almeida como Villacís y la delegada de Hacienda, Engracia Hidalgo (PP), han reivindicado el papel fundamental que el presupuesto tendrá para la recuperación tras la pandemia. "Estoy muy orgulloso porque estos presupuestos son buenos para los madrileños. Estamos haciendo en todo momento lo que pensamos que es adecuado para Madrid", ha declarado el alcalde de la capital, que tras su positivo por covid-19 sigue en aislamiento.

Vox y los carmenistas han estado muy presentes en cada una de las intervenciones. Los de Ortega Smith, porque Más Madrid y PSOE consideran que sus huellas siguen vigentes. En el caso de Recupera Madrid, integrado en el Grupo Mixto, porque toda la oposición considera que son la consecuencia de una maniobra ilegal del Gobierno municipal. "Son unos presupuestos diseñados a imagen y semejanza de Vox", dijo la portavoz del PSOE, Mar Espinar, respecto a la primera cuestión. "Ustedes crearon un Grupo Mixto ilegal, que es tan poco grupo que uno se ha ido y en año y medio no serán ninguno porque no representan a nadie", añadió su homóloga de Más Madrid, Rita Maestre.

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El duelo más caldeado, como era de esperar, era el de PP y Vox. Después de semanas de enfrentamientos y siempre con el runrún del pulso electoral a nivel nacional, Almeida y los que hasta hace unos meses eran sus socios prioritarios desplegaron todo el catálogo de reproches. "Hoy es un día triste para Madrid por la traición de Almeida a sus votantes y a Vox", dijo la edil Arantxa Cabello. Ortega Smith, también secretario general del partido, lanzó un mensaje en clave de precampaña y se dirigió a sus potenciales votantes y su supuesto desencanto: "Han perdido la confianza en los políticos porque una cosa es la que se dice en campaña y otra cuando se gobierna".

Semanas de negociación

La votación en Cibeles ha sido el broche a unos días de enorme tensión. El inicio de la semana trajo el acuerdo entre el equipo de Gobierno y Recupera Madrid tras un fin de semana de negociaciones contra el reloj. Pero el pacto, más allá de las cuentas, ha agitado hasta el extremo la convivencia en el ayuntamiento, que es cada vez más complicada. Al tiempo que Más Madrid y PSOE cuestionan la legitimidad del acuerdo y apuntan a los tránsfugas carmenistas, la relación entre José Luis Martínez-Almeida y Javier Ortega Smith se ha roto por completo, lo que abre inevitablemente un nuevo horizonte y cambia los equilibrios de izquierda y derecha.

En el ecuador de la legislatura, parece claro que Vox no será ya en ningún caso el apoyo necesario de PP y Ciudadanos para sacar adelante sus proyectos. La alternativa del Grupo Mixto, sin embargo, tampoco es todo lo sólida que cabría esperar. Fundamentalmente, porque las diferencias ideológicas son muy notables. Pero también porque los últimos acontecimientos revelan que Recupera Madrid tampoco es un bloque. La renuncia de Felipe Llamas, el exasesor de Manuela Carmena que dimitió tras el acuerdo, refleja que la mayoría de Almeida y Villacís es muy comprometida y cada vez más reducida.

Sea como fuere, lo cierto es que el Ayuntamiento de la capital ha ganado una batalla importante al sacar adelante estos presupuestos, catalogados como la clave para la recuperación económica de la ciudad tras la pandemia. Aún queda por ver cómo se ejecutarán y en qué tiempo los acuerdos suscritos con Recupera Madrid, que van desde cuestiones meramente técnicas, como el balance de gastos o ingresos, a otras más simbólicas y de naturaleza política.

Medidas del acuerdo

Como ha informado El Confidencial, uno de los principales puntos del acuerdo es la modificación del IBI, que fue lo que más enquistó la negociación. Si bien el PP y Ciudadanos insistieron en todo momento que la bajada de impuestos era una línea roja, su desarrollo ha cambiado. No habrá rebaja lineal, como anunció el Gobierno municipal, ni subida del tributo para los grandes tenedores, como pidió Recupera Madrid. Así, el tipo se va a mantener en el 0,456 por ciento actual y se aplicarán ayudas directas a los propietarios de viviendas con un valor catastral de menos de 300.000 euros.

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Entre otras medidas, el Consistorio también se ha comprometido a implantar transporte público gratuito en episodios de alta contaminación y en días de mucha congestión de tráfico, con un mínimo de ocho jornadas y un máximo de gasto de 25 millones de euros. El Grupo Mixto, además, ha logrado que Almeida firme algunas cuestiones que buscan borrar cualquier huella o referencia de Vox en la capital, lo que dificulta aún más su convivencia con ellos no solo en Cibeles, sino en otras administraciones y especialmente a nivel nacional. Destacan el apoyo a los colectivos LGBTI, la supresión de las subvenciones a la Fundación Madrina, incluida porque presuntamente acosan a las mujeres que acuden a clínicas para abortar, o declarar a Almudena Grandes como hija predilecta de Madrid.