La jefa de la candidatura a la Unesco advierte a Levy: "Medialab no se puede mover ahora"

El mes de febrero ha sido difícil para una de las joyas de la innovación cultural y digital de Madrid, Medialab-Prado, por dos anuncios realizados por el área de Cultura del ayuntamiento: el cese de su hasta ahora director artístico y el traslado fuera de su sede, la que le da el apellido, por estar en los laterales del paseo del Prado. En los últimos días, profesionales del mundo de la investigación de España y otros países han advertido de que su salida de esta área amenaza la viabilidad de la candidatura de Madrid a la Unesco para que el eje Prado-Retiro sea declarado Patrimonio Mundial. Ahora, la propia coordinadora da la misma alerta de que no puede tocarse Medialab hasta que haya una resolución.

Mónica Luengo fue la encargada de reorientar a partir de 2016 la candidatura fallida y similar a que optó el entorno del Prado en 2014. Coordinadora del expediente y del proyecto que se presentó ante la Unesco en 2019, Luengo trabaja para el consistorio como una consultora externa al ente municipal y sigue ejerciendo como la responsable que dirigió el informe que finalmente se registró para que se evaluara la apuesta de convertir la zona madrileña en Paisaje de las Artes y las Ciencias. La experta, que evita valorar si el movimiento del equipo de gobierno municipal es bueno o malo, se limita a indicar que no se puede llevar a cabo ahora.

"Al presentar un bien a Patrimonio Mundial, todo lo que está dentro de los límites de esa zona es parte del bien y durante el proceso de evaluación, que no ha finalizado, no puedes hacer cambios sustanciales", argumenta Luengo, que también es vicepresidenta de Icomos España (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios). Ella enfatiza que Medialab era uno de los "centros destacados". "Aportaba la vanguardia y la innovación en la ciencia y el hecho de que lo haga a pie de calle, cerca del ciudadano", destaca la especialista en paisajes culturales en conversación con este medio.

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Luengo, que asegura que no ha recibido comunicación del traslado de Medialab, defiende que el centro "está reconocido como uno de esos elementos que están dentro de la candidatura y no puedes tocarlos". "En el caso de que se desestime la propuesta, entonces podrán hacerlo, pero ahora no", argumenta la experta, que incide en que en el caso de que el Prado-Retiro fuera declarado Patrimonio Mundial, cualquier modificación importante como esta debería tener antes el aval de la Unesco, su autorización. "No puedes presentar una cosa y, mientras te la evalúan, cambiarla". El veredicto debería haberse conocido en junio de 2020, pero la pandemia lo pospuso a 2021.

Desde el ayuntamiento, fuentes municipales creen que la salida de Medialab (MLP) puede llevarse a cabo sin problema e inciden en que su traslado fuera del área actual no tendrá ningún perjuicio en la candidatura. "El cambio se trasladará a la Unesco para que sea conocedora de esa modificación en contenido del expediente", explican estas fuentes, que resaltan que el traslado fuera del entorno del Prado no menoscaba en absoluto el valor de la zona, ya que en su lugar se establecerá un nuevo centro cultural.

Aceleran la mudanza

En los últimos días, más de 200 investigadores y académicos han firmado un manifiesto ensalzando el papel del centro en el ámbito de las ciencias y de la innovación, y ya advertían en ese texto de que su adiós implicaba una pérdida importante para la propuesta ante la Unesco en el apartado científico. "Es pegarse un tiro en el pie", advertía en conversación con este medio Alberto Corsín, antropólogo e investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

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2021 no comenzó bien para los trabajadores de Medialab. A finales de enero, se encontraron con que Marcos García, capitán del proyecto y miembro del mismo desde 2003, no iba a continuar a partir del mes siguiente. La noticia ya alarmó a sus trabajadores y a los grupos que estaban instalados en el centro, pero el mazazo les llegó dos semanas después, cuando conocieron a través de la prensa los planes del consistorio de trasladarles fuera de la que ha sido su casa desde 2013. Les llevarán a Matadero, un centro cultural situado al sur del centro de la capital, y se integrará en sus estructuras.

Fuentes del actual centro explican que se les ha comunicado que los procesos se van a acelerar para hacer la mudanza cuanto antes y ya les han trasladado la fecha del 16 de marzo como último día en el edificio, aunque siguen sin saber adónde irán ni si podrán llevar a esa nueva localización todos los materiales y recursos que utilizan en su día a día. En un principio, el ayuntamiento había hablado de otoño como el momento en que todo el proceso habría culminado.

De los pasos a dar ahora en adelante se sabe poco más a lo comentado en las líneas superiores. Desde Madrid Destino, agencia dependiente de Cultura, aseguran en conversación con este medio que no tienen más datos ni plazos fijados por el momento. Se desconoce a qué habitáculo pasará lo que ahora es Medialab y también qué parte de su personal seguirá unida al proyecto.

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En el actual edificio de Medialab, se creará un nuevo proyecto, la Serrería Belga, que conjugará una sala de exposiciones que albergará parte del fondo del Museo de Arte Contemporáneo de la ciudad y salas para la innovación cultural. En el área de Levy, defienden que el movimiento es beneficioso en todas sus aristas, ya que se traslada un centro de referencia como Medialab a un espacio que pertenece al municipio y en su actual sede se elevará uno nuevo con el que esperan complementar mejor la zona. Asimismo, creen que el proyecto de MLP sería "refrescado" con un "nuevo impulso".

Medialab ha sido desde su fundación a comienzos de los años dos mil una punta de lanza como lugar de convergencia entre la innovación cultural y la ciencia, pero especialmente después de que se trasladara a su actual hogar, una antigua serrería que fue reformada por el estudio Langarita-Navarro en unos trabajos que finalizaron en 2012 y que fueron reconocidos por su novedosa arquitectura, dejando un edificio con gran luminosidad y espacios abiertos, unos condicionantes que los propios arquitectos creen que no se adaptarían correctamente a un espacio expositivo tradicional como el que se prevé establecer ahora.

A la espera de nombrar un nuevo director artístico por concurso, que debe sustituir a Marcos García, el consistorio ha cesado a la gerente, Clara Lapetra, que sí seguirá unida a Medialab de otro modo como una de las responsables del mismo. Fuentes del personal afirman a este medio que en los últimos días les han comunicado que el equipo actual se dividirá en dos: una parte se quedará en la nueva Serrería Belga y otra tomará rumbo a Matadero. Por la indefinición del proyecto y las dudas que genera sobre su futuro, la oposición cree que es el primer paso para su desmantelamiento. La plataforma Save The Lab, que nació en 2014, ha iniciado una campaña en defensa del centro ante el temor de que se acerque su fin, algo que niegan en el Ayuntamiento de Madrid.