Ciudadanos centra la atención y los ataques de la oposición el Dos de Mayo

Mientras los grandes partidos políticos continúan medio descabezados en Madrid sin confirmar su cartel electoral para las elecciones autonómicas y municipales de dentro de un año, Ciudadanos crece en todos los sondeos demoscópicos publicados, de la mano de Ignacio Aguado y Begoña Villacís. El partido de Albert Rivera debe aún celebrar primarias (previstas para enero de 2019) pero, por ahora, la cúpula naranja reconoce estar “muy contenta” con el trabajo de sus portavoces en comunidad y ayuntamiento. Las encuestas avalan su crecimiento en plena debacle del PP por el caso Cifuentes y con un Partido Socialista que no termina de arrancar en la capital.

Que las encuestas escuecen se hizo evidente en la festividad del Dos de Mayo en la Puerta del Sol. Dirigentes del PP reconocieron que lo sondeos “son malos” para los conservadores, aunque insisten en que es una situación que se puede revertir. No faltaron a la cita los que más suenan en las quinielas, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría (que arropó a los populares en los actos pero que no pisó la recepción), y el vicesecretario del PP, Pablo Casado, uno de los últimos en irse del evento. Los socialistas, representados por el propio Pedro Sánchez, contaron con la presencia de José Manuel Franco (secretario general en Madrid) y del portavoz en la Asamblea, Ángel Gabilondo, que probablemente repetirá en 2019. Pero todo está aún sin confirmar. Y las noticias de la candidatura en el consistorio siguen sin llegar.

Mientras tanto, Aguado y Villacís acapararon todas las miradas. Saludos y fotografías con rivales políticos, empresarios y habituales de los festejos institucionales. Algunos, reconocían desde las filas naranjas, se acercaban por primera vez. Tal vez al calor de las encuestas. Hasta cinco diarios de distinta ideología han publicado en los últimos días estudios demoscópicos, y todos tienen el mismo resultado: Ciudadanos se coronaría como primera fuerza en la comunidad, arrebatando la mitad de los votantes al PP. En el consistorio, aunque hay menos sondeos publicados, el resultado apunta también a una victoria o empate técnico de los centristas con Manuela Carmena, aunque Villacís tendría opciones de gobernar apoyada por los populares.

Un escenario que provoca en estos momentos críticas y reproches continuos del resto de formaciones políticas, sobre todo en la región madrileña, donde en apenas unas semanas deberá celebrarse una nueva sesión de investidura. PSOE y Podemos tratan de seguir generando presión sobre Ciudadanos en una última intentona por que no apoyen al candidato popular, pese a que la decisión está tomada. Aguado reiteró este miércoles en la Puerta del Sol su intención de respaldar “una candidatura limpia” del PP para que siga gobernando la lista más votada los meses restantes de legislatura. Sin embargo, la izquierda madrileña no está dispuesta a tirar la toalla.

El portavoz de los socialistas —y candidato a la moción de censura contra Cifuentes antes de que esta dimitiera— insistió en la necesidad de “cambiar esta forma de gobernar, de entender la relación con la ciudadanía y de concebir el poder”; algo que, según él, pasa necesariamente por que el PP salga del Ejecutivo. “No hay que resignarse, se pueden cambiar las cosas”, afirmó, emplazando a Ciudadanos a sacar “lo mejor de sí mismos” para apostar “por la verdadera regeneración”. Gabilondo reprochó al grupo dirigido por Aguado fundamentar su ideario en una regeneración irreal: “Cuando les toque votar, veremos si realmente quieren regenerar”, zanjó.

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Paloma Esteban

En esa misma linea se expresó Íñigo Errejón en representación de Podemos, cuando recordó que en su discurso del Dos de Mayo del pasado año Cifuentes prometió que se acabaría el tiempo de los corruptos, y un año después es ella la que ha dimitido y hay un Gobierno interino. “Hay una crisis moral y un vacío de poder”, afirmó, ante los que toca "pasar página y abrir una etapa nueva”. Pero para ello, dijo, es necesario que Ciudadanos “deje de pasar palabra” y se decante entre mantener al PP o sumarse a un “gran acuerdo de regeneración entre distintos”.

Recados que los centristas reciben reconociendo que sus rivales temen los resultados de las encuestas hechas públicas. Desde las filas naranjas insisten en la “prudencia” y aseguran que dedicarán el año que queda para convertir los sondeos en votos reales. Hasta entonces, reconocen que pueden pasar muchas cosas y se preparan para la “posible guerra sucia” de otros partidos. Insisten en que está en juego el territorio más importante para los populares, Madrid, donde los conservadores podrían sufrir una importante sangría de apoyos. Desde la ejecutiva nacional centrista, tienen claro que en los próximos meses Ciudadanos pondrá toda la carne en el asador dispuesto a asaltar la capital española para “empezar un tiempo nuevo de política” y “un proyecto para todos los madrileños”, zanjan.