Las puertas giratorias de la Comunidad de Madrid: fundaciones y 17 millones en sueldos
Una decena de fundaciones controladas por el Gobierno regional reciben 18 M en ayudas públicas, casi la misma cantidad que se gastan en salarios. Muchos expolíticos encuentran acomodo en ellas
La exdiputada popular Elena González-Moñux se había convertido en un problema. De baja laboral y enfrentada al portavoz de su grupo parlamentario, su prolongada ausencia de la Asamblea de Madrid ponía en riesgo constante la endeble mayoría de Cristina Cifuentes en la Cámara madrileña. Tras varios tiras y aflojas, el PP le encontró acomodo como directora gerente en una fundación relativamente desconocida, la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid (Fenercom), un ente privado en cuyo patronato tiene mayoría la Comunidad de Madrid. Su sueldo rondará los 93.000 euros anuales.
Jesús Sánchez Martos acaba de dejar la Consejería de Sanidad. Ha sido uno de los cambios que Cifuentes ha hecho en su Ejecutivo ahora que se ha llegado al ecuador de la legislatura. Polémico en sus declaraciones, reprobado por el Parlamento autonómico y enfrentado a muchos de los sindicatos y a parte de su equipo, tenía el perfil menos político de todo el gabinete de la presidenta regional. Pero el Gobierno del que acaba de salir también le ha encontrado un hueco en otra fundación, tal y como adelantó la Cadena SER. Será el nuevo director de la Fundación para el Conocimiento Madri+d, cuyo objetivo tan loable es "contribuir a hacer de la calidad de la educación superior, la ciencia, la tecnología y la innovación un elemento clave de la competitividad y el bienestar de los ciudadanos". Cobrará 82.491 euros anuales.
¿Se están convirtiendo las fundaciones en las nuevas puertas giratorias de los políticos? ¿En sus retiros dorados? El gerente de la fundación que ahora asume Sánchez Martos era hasta ayer Carlos María de Urquijo Valdivielso, que había aterrizado este mismo año en esta institución con unas retribuciones de 63.500 euros anuales. Cifuentes lo ha recolocado ahora como director general de Seguridad, Protección Civil y Formación. Ciudadanos lo tiene claro y se ha mostrado muy crítico con los últimos nombramientos: "Cifuentes sigue entendiendo las fundaciones como agencias de colocación para devolver favores o para callar a quienes molestan. El PP sigue pensando que las instituciones, que pagamos todos los madrileños, son agencias de colocación para sus amiguetes", señala Ignacio Aguado, líder de la formación naranja en Madrid.
Ciudadanos ha analizado las fundaciones que han recibido este año algún tipo de subvención pública y que dependen del Gobierno regional: una decena que suman 18 millones de euros en ayudas públicas. Fundaciones que tienen en total 115 empleados y una masa salarial de 17 millones de euros, prácticamente la misma cantidad que reciben de las arcas regionales. En ese listado no está en cambio la que dirigirá la exdiputada González-Moñux, que no ofrece en su web el número de su plantilla ni el salario que perciben.
Ese listado sí lo encabeza en cambio la Fundación Madrid Excelente, que depende de la Consejería de Empleo, Economía y Hacienda. Su directora general es Irene Navarro Álvarez, ex alto cargo de la Comunidad de Madrid pero con una gran trayectoria en el sector privado. Sus 14 empleados suman un gasto salarial de 493.976 euros. Esta fundación promueve la excelencia de las empresas para contribuir a mejorar la competitividad del tejido empresarial. "El PP sigue fomentando las redes clientelares como hacen los viejos partidos", relata Aguado, que asegura que su partido defiende otro concepto de fundación, "no aquel que funciona como un punto limpio donde recolocar a los que molestan, a los que saben demasiado o a los que quieren agradecer los servicios prestados".
La verdad es que muchas de estas fundaciones son unas grandes desconocidas para la ciudadanía, con unos objetivos confusos y rimbombantes. Y a veces, cuando ocupan titulares, lo hacen por asuntos polémicos y oscuros. Como la fundación que ahora dirigirá Sánchez Martos. La Audiencia Nacional investiga desde junio de 2016 dentro del marco del caso Púnica los trabajos que este ente público encargó a uno de los principales investigados, Alejandro de Pedro. El juez instructor pedía toda la documentación, ya que manejaba indicios "de posibles irregularidades en los contratos desarrollados por Alejandro de Pedro y sus empresas Eico Online y Madiva Editorial para la Fundación para el Conocimiento Madrid+d".
Desde la Comunidad de Madrid, recuerdan que estas fundaciones no tienen ánimo de lucro y desarrollan una importante labor en los ámbitos educativo, cultural, sanitario y empresarial de la región, con trabajadores y directivos muy preparados. En esa lista, por ejemplo, están los Institutos Imdea, los institutos madrileños de estudios avanzados, creados en el año 2005 bajo la forma jurídica de fundación para fomentar siete áreas estratégicas para la sociedad madrileña desde el punto de vista empresarial, científico y tecnológico: agua, alimentación, energía, materiales, nanociencia, 'networks' y 'software'. O las fundaciones que giran en torno a los hospitales públicos de la región, como las que hay en el Ramón y Cajal, Gregorio Marañón, Clínico San Carlos, Doce de Octubre, Niño Jesús...
Fundaciones mucho más técnicas y especializadas que de momento no ha sido 'colonizadas' por cargos políticos. Desde el Gobierno de Cifuentes, también recalcan que la Comunidad de Madrid ha hecho importantes esfuerzos para recortar la estructura de empresas públicas y fundaciones, buscando mayor eficacia y eficiencia. Ya no existen, por ejemplo, fundaciones tan variopintas como la Fundación Dos de Mayo (cerrada en julio de 2014), constituida en el año 2007 por Esperanza Aguirre para organizar los actos conmemorativos del bicentenario del 2 de mayo y la Guerra de la Independencia, y que también aparece ahora dentro del caso Púnica porque el juez investiga si se utilizó para financiar irregularmente al PP de Madrid.
O la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social, que llegó a ser dirigida por Santiago Abascal (hoy líder del partido político VOX), una entidad sin ánimo de lucro de participación pública y privada que en su último año de actividad manejó un presupuesto de 252.000 euros (183.000 procedían de la comunidad) y que solo tenía dos personas en plantilla, entre ellas el propio Abascal. Esta fundación, según se llegó a tratar en la Asamblea de Madrid, tuvo unas pérdidas de 440.000 euros en sus últimos cinco ejercicios contables (2008 a 2012).
La exdiputada popular Elena González-Moñux se había convertido en un problema. De baja laboral y enfrentada al portavoz de su grupo parlamentario, su prolongada ausencia de la Asamblea de Madrid ponía en riesgo constante la endeble mayoría de Cristina Cifuentes en la Cámara madrileña. Tras varios tiras y aflojas, el PP le encontró acomodo como directora gerente en una fundación relativamente desconocida, la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid (Fenercom), un ente privado en cuyo patronato tiene mayoría la Comunidad de Madrid. Su sueldo rondará los 93.000 euros anuales.