Así será la 'City' que busca Tenerife: el plan de ingeniería cívica más ambicioso de Canarias

En 2024, la ciudad de Santa Cruz de Tenerife cumple 530 años y en ese mismo instante comenzará la carrera para ejecutar una de las mayores hazañas de la ingeniería cívica. Se trata de convertir unos abandonados terrenos sin uso de la Refinería de Tenerife en un espacio comercial y de oficinas con la mira puesta en acoger inversiones de empresas especializadas en ocio y servicios.

La capital de Tenerife va a ejecutar la regeneración del antiguo suelo de la planta petroquímica de Cepsa durante las últimas nueve décadas para lograr un cambio duradero en una parte de la isla que alguna vez estuvo deprimida y deteriorada desde 2014, año en el que la compañía paralizó sus operaciones por razones de cambio de norma medioambiental en la isla sobre emisiones.

De esta forma, Santa Cruz de Tenerife espera regresar a la escena financiera y social de Canarias. Para el alcalde, José Manuel Bermúdez, el proceso de regeneración de la capital tinerfeña es un proyecto continuo que requiere paciencia, dedicación y colaboración en todos los niveles. La prioridad del Ayuntamiento es que no haya líos burocráticos ante la oportunidad que se abre a la ciudad con un plan para 2030 que se basa en el conocimiento y la fluidez de ideas en el desarrollo, planificación, construcción y gestión de instalaciones de una nueva trama urbana formada por viviendas, hoteles, comercios y zonas verdes. Se prevé un Tenerife Arena con capacidad para 50.000 personas.

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Los 573.000 metros cuadrados de esta particular City van a generar la apertura al mar de Santa Cruz de Tenerife en el eje Anaga-Añaza y nuevos accesos a la autovía TF-4, ubicados precisamente donde está la actual planta de Cepsa, y una nueva vía de acceso peatonal a la capital tinerfeña junto nuevos espacios para redes ferroviarias. Del actual suelo de la refinería de Tenerife, el 33% buscará utilidad económica, el 67% para servicios públicos. Cepsa se queda con ese 33% del suelo que, entre otros aspectos, será recalificado de uno industrial a otro que permita el desarrollo de espacios comerciales y para el turismo urbano tras la descontaminación del suelo.

En el 67% del suelo que se reserva el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, un 41% se empleará para espacios verdes, un 16% para dar servicios y un 10% para dotaciones con 3.200 familias que dependerán de la economía que aquí se genere. A los 500.000 metros cuadrados de la refinería de Tenerife hay que añadir 150.000 metros cuadrados de terrenos que hoy siguen sin desarrollarse en Cabo Llanos y que en 1987 fueron cedidos por Cepsa a Tenerife.