Operación descarbonizar Canarias: medio siglo para poner trenes en el archipiélago

Canarias tiene que ejecutar una agenda para descarbonizar las carreteras de las islas con mayor densidad de población. La densidad media de vehículos en Canarias es de 829,9 por cada mil habitantes, según datos oficiales de 2022, el más reciente la serie histórica que maneja el Instituto Canario de Estadística (Istac); en 2012 eran 705,9 por cada mil habitantes y en 2005 eran 664,2 por cada mil habitantes. La isla con mayor número de vehículos por habitante es La Palma, con 942,7 unidades por cada mil vecinos, por delante de El Hierro (886,5), Lanzarote (881), Tenerife (839,2), Fuerteventura (814,7), Gran Canaria (802,4) y La Gomera (763,4).

Tenerife y Gran Canaria llevan años sorteando las barreras financieras y las territoriales para poner en marcha redes ferroviarias. El proyecto de Tenerife sería una espectacular obra de ingeniería que podrá ser un referente mundial para un territorio que recibe anualmente 6.000.000 de turistas y que pretende que hostelería y servicios se fortalezcan contribuyendo la economía.

El mayor riesgo de estas obras es la posible intrusión salina que puede afectar al hormigón y a las estructuras metálicas de los túneles. En Gran Canaria, la ejecución de los túneles puede ocasionar riesgo de subsidencia en las edificaciones en los núcleos urbanos próximos al trazado y a estructuras existentes de la autovía GC-1. En el resto del trazado, los principales problemas son los desprendimientos y deslizamientos puntuales y de poca importancia que se pueden ocasionar en laderas, asociados en parte al riesgo de erosión localizado en el tramo 6 y la existencia de un parque eólico, que puede generar un aumento de la erosión del suelo. En las zonas de costa cabe esperar flujos de agua hacia el interior de la excavación de los túneles, allí donde la rasante se encuentre por debajo del nivel freático.

El tren de Tenerife cuenta a su favor que ya en la isla existe un tranvía, una serie de estudios muy avanzados y un suelo limpio de grasa burocrática para ejecutar el plan. El problema ahora es el dinero. De un lado, las islas prevén fondos europeos, pero hay múltiples factores en la trigonometría de las negociaciones con el Ejecutivo central para que haya luz verde. En Tenerife gobierna CC y PP. mientras en Gran Canaria. PSOE y Nueva Canaria, la antigua ala izquierda de CC. Es decir: la tesis del PSOE en Las Palmas implica que Tenerife no se quede descolgada de este proyecto. Los socialistas en Tenerife estaban a favor, pero gobernaban con Podemos y esto lastraba el plan.

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Mientras en Gran Canaria apenas hay oposición, en Tenerife hay presiones que bloquean estos proyectos. El modelo tinerfeño, en algunos tramos, se parece a un tren vertebrado que fue presentado en Gran Canaria de Siemens en 1973 y que podía alcanzar 180 kilómetros por hora. El ingeniero promotor del proyecto fue nada menos que Alejandro Goicoechea, inventor del Tren Articulado Ligero Goicoechea-Oriol (Talgo), que debió abandonar en 1976 su idea. En Canarias, Tenerife lleva la delantera histórica desde que desde 1901 la mercantil Belge de Tramways lanzó una línea entre Santa Cruz de Tenerife y Tacoronte pasando por La Laguna.

Trenes eléctricos

Curiosamente, los proyectos canarios de trenes regresan al pasado en el sentido de que los estudios apuntan que serán eléctricos impulsados por energía renovable. Gran Canaria tiene suelo con potencia eólica asociada a esta infraestructura, mientras que en Tenerife puede avanzar con la presencia de hidrógeno, teoría que también se mueve en Gran Canaria para usar baterías con las que ahorrar en catenarias en los trazados. La frustración que se generó en Gran Canaria hace 50 años quedó en la memoria insular y en el año 2000, el PP comenzó a definir la idea de un sistema que redujera la presencia del automóvil en los coches.

El proyecto de los trenes de Tenerife tiene un coste estimado de más de 2.200 millones de euros, por lo que, en el contexto de la pandemia de coronavirus y el parón turístico que provocó en las islas, el Cabildo, gobernado por el PSOE en la pasada legislatura, consideró que no era "una prioridad". Además, precisamente ese proyecto, de coste "desorbitado" según Podemos, era una línea roja marcada por ese partido morado para apoyar al PSOE en el Cabildo de Tenerife. Sin embargo, en Gran Canaria Podemos mantuvo su respaldo desde 2015 a 2023, cuando desapareció en esa institución.

Ya en 2023 el Cabildo de Gran Canaria tiene sometido a estudio medioambiental su inversión, similar a la de Tenerife, 2.200 millones de euros. Entre los que han presentado alegaciones están la patronal industrial Asinca, la alimentaria Tirma, lobby de empresarios de El Goro, en Telde, Asociación Prometheus, ecologistas Turcón. El Cabildo de Gran Canaria invitó a presentar alegaciones a Ecologistas en Acción, Ascan, Colegio Oficial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos o a Salcai Utinsa, y no han optado por dejar pasar los plazos. Nada que ver con las casi 1.000 alegaciones en contra que el plan del tren del norte de Tenerife recibió en 2012, ocho años antes que Gran Canaria pusiera en marcha la maquinaria legal para implantar este servicio de transporte. De esas alegaciones se obtuvo el compromiso de que estas infraestructuras contemplaran corredores ecológicos anexos de al menos 100 metros a cada lado como medidas compensatorias. El proyecto del inventor de Talgo en Gran Canaria era de ofrecer una velocidad de 180 kilómetros entre Las Palmas capital y el aeropuerto grancanario. Ahora la previsión es que tanto en Tenerife como en Gran Canaria circulen entre 140 y 160 kilómetros por hora pero sin impacto en emisiones contaminantes