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Bailar, la huerta o el licor café... Los secretos de la comarca con más centenarios por metro cuadrado del mundo
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EL 3% DE LOS OURENSANOS PASA DE 90

Bailar, la huerta o el licor café... Los secretos de la comarca con más centenarios por metro cuadrado del mundo

Cada centenario tiene su truco y en Celanova (Ourense), son legión. Además, gozan de buena salud. 'Ouresensividad' estudia qué factores epigenéticos ayudaron estos vecinos a soplar 100 velas

Foto: Eustaquio Pérez, vecino centenario de Celanova (Ourense). (EFE/Brais Lorenzo)
Eustaquio Pérez, vecino centenario de Celanova (Ourense). (EFE/Brais Lorenzo)
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Hay un puñado de zonas en el mundo donde vivir más de cien años no es la excepción; tampoco la norma, pero sí algo bastante recurrente. Tanto que han captado la atención de la comunidad científica, que las clasificó hace más de una década en cinco zonas azules; son Ogliastra en Cerdeña (Italia), Okinawa (Japón), Loma Linda (California), Nicoya (Costa Rica) e Icaria (Grecia). Ourense aún no está, pero se le espera. Particularmente en la comarca de Celanova, al sur de la provincia y casi en el límite con Portugal. Tiene la mayor concentración conocida de centenarios por metro cuadrado conocida del mundo: 252 por cada 100.000 vecinos (2023). Y lo más sorprendente, la mayoría autónomos y con buena salud, señalan desde la Sociedad Gallega de Gerontología.

En la provincia de Ourense viven 305 personas que superan los 100 años -datos INE a 1 de enero del 2024. Otras 179 personas los cumplirán a lo largo de este 2024 con lo que la provincia rozaría el medio millar de ancianos y ancianas centenarias. Hay otros 1.888 orensanos que pasarán de los 95 años y 281 llegarán a los 99 en los próximos meses. Una concentración anómala en un país donde la esperanza de vida, aun siendo elevada, ronda los 80 y 85 años en función del sexo, y es más elevada para las mujeres.

La cuestión ha pasado de anécdota o curiosidad a planteamiento científico, porque este enero arrancó Ourensividad, un estudio pionero y pormenorizado con 191 entrevistas en torno a 104 parámetros (alimentación, antecedentes familiares, higiene, actividad física y rutinas cotidiana, vida sexual o nivel de estudios…) para buscar patrones comunes entre estos ancianos centenarios en colaboración con la Universidad de Vigo.

Foto: El genetista Ángel Carracedo, al frente de Proxecto Xenoma Galicia. (EFE/Xoán Rey)

El nutricionista Pablo García Vivanco pilota esta comisión multidisciplinar que busca fundamentar este fenómeno con el aval del Comité Ético del Sergas (Servicio Galego de Saúde) y la participación de la Xunta y la Diputación orensana, con especial atención a los nueve municipios de las Terras de Celanova (A Bola, Cartelle, Celanova, Gomesende, A Merca, Verea, Quintela de Leirado, Pontedeva y Ramirás). Vivanco está convencido de que la dieta atlántica y el ritmo de vida, alejado del estrés, pero constantemente activo, ha tenido mucho que ver en alargar la vida de tantos vecinos de su provincia.

Madrugar y desayunar poco

Más allá de la estadística, estos pobladores centenarios tienen nombre propio y largas historias de vida. Eustaquio Pérez pasa de los 102 y sigue viviendo con su familia en Quintela de Leirado. Es uno de esos orensanos de Terras de Celanova, la aldea de Astérix de la longevidad.

Eustaquio nació en 1921. Madruga mucho, desayuna poco -algo de pan y café- y antes de que amanezca, ya está en la cuadra atendiendo a sus ovejas. "Esto es un regalo. Mi vida es trabajar", dice. Sus comidas son frugales, se permite una pequeña siesta con alguna película de vaqueros y se acuesta en torno a las 22. Escapó del hambre poniendo ladrillos en Guinea Ecuatorial, como muchos en su aldea -la localidad cuenta con un Museo de la Emigración, vive con su mujer, Orita y tiene una salud excelente.

"Apenas toma una pastilla para la tensión que toma ocasionalmente cuando él lo cree conveniente", cuenta a El Confidencial su nieto Pablo Pérez, diputado provincial del PP, que bromea comentando que tiene más colesterol que su abuelo y que su único problema es la pérdida de oído: "Es feliz con lo que tiene y vive como quiere". Una vida sencilla en un entorno rural, libre de industrias y químicos, donde buena parte de lo que se come se lo trabajan en la propia casa, labrando la huerta y sacrificando su ganado.

placeholder Eustaquio Pérez, en su casa de Quintela de Leirado. Celanova, Ourense. (EFE/Brais Lorenzo)
Eustaquio Pérez, en su casa de Quintela de Leirado. Celanova, Ourense. (EFE/Brais Lorenzo)

Maruja Rivas Díaz nació en 1924. Cumplió el siglo el 5 de febrero y lo celebró de tiros largos invitando a su extensa prole a una suculenta comida. Huérfana desde muy corta edad, se crio en una aldea gallega, sin agua ni luz, con poca comida y ningún lujo y así sacó adelante a cinco hijos ya jubilados. Vive sola, sube y baja escaleras con una agilidad pasmosa y cada día se prepara su comida con una memoria milimétrica mientras reparte garrafas de licor café casero entre sus nietos.

Esperanza Cortiñas es, todavía, más anciana y orensana de pura cepa. Tiene 107 años, la cabeza bien amueblada y los pies bien ligeros de tanto bailar. Coqueta y presumida, se maquilla y se viste ella misma, toma un chupito de licor de café al día y no se arredra ni para coger un avión ni para pisar un plató de televisión. No hace tanto que voló de vuelta a París para recorrer la ciudad a la que emigró en los años 60. Nació con la Primera Guerra Mundial, vivió la Segunda, una Civil y una larga dictadura, enviudó joven y sacó adelante a dos hijas. Ha visto llegar la luz, la televisión y los móviles y todo se adaptó. "Cualquier día me voy al otro barrio que aquí no quedamos nadie", expresa sin temor.

El prestigioso científico gallego, Ángel Carracedo -Premio Nacional de Genética (2015)- lo dijo claramente en la presentación del Proxecto Xenoma Galicia, que busca patrones y antecedentes genéticos en la quinta parte de la población gallega. "Somos 50% genes y 50% ambiente", declaró. Si no podemos intervenir en los genes, echemos un ojo al ambiente de Ourense con varias particularidades: baja contaminación, aguas termales, una provincia predominantemente rural y montañosa, con un fuerte arraigo agropecuario como base de la alimentación y eje vital y acompasando a los ritmos biológicos a los días y estaciones, enumeran desde la Sociedade Galega de Gerontología.

Algunas de estas historias vitales están contenidas en el reciente documental Celanova, tierra de inmortales, que Óscar Jiménez, un estudiante de periodismo de Valencia, presentó como trabajo académico y que respaldó La Vue Media.

España, el más envejecido en 2040

En España hay 16.902 personas que han superado el siglo de vida, de acuerdo al último INE. La mayoría (13.919) son mujeres, frente a 2.983 varones. En Galicia son 1.611 centenarios. Se reparten equitativamente entre las cuatro provincias A Coruña (570), Pontevedra (447), Ourense (305) y Lugo (289) más como síntoma que como casualidad. ¿Por qué es llamativo el caso de Ourense? Porque los nonagenarios y centenarios -9.562- ya representan el 3% de la población total (304.454) frente a poquísimos nacimientos, apenas un millar en 2023.

Galicia es la comunidad más envejecida junto a Asturias o Castilla y León, donde ocho de las nueve provincias destacan por el fuerte peso de las personas ancianas en su pirámide poblacional, particularmente en Soria. Si abrimos el foco, el escenario a medio plazo es preocupante. España figura entre los países más longevos del mundo -o con mayor esperanza de vida- y también entre los que más rápido envejecen de Europa, con un saldo vegetativo de -113% a 1 de enero del 2024. De acuerdo a las proyecciones, para 2040 seremos el primero mientras los nacimientos siguen cayendo en picado a edades cada vez más tardías. El récord mundial de longevidad lo ostenta, hoy, una española. Se llama María Branyas Morera, ha cumplido 117 años y sigue viviendo en Girona.

Hay un puñado de zonas en el mundo donde vivir más de cien años no es la excepción; tampoco la norma, pero sí algo bastante recurrente. Tanto que han captado la atención de la comunidad científica, que las clasificó hace más de una década en cinco zonas azules; son Ogliastra en Cerdeña (Italia), Okinawa (Japón), Loma Linda (California), Nicoya (Costa Rica) e Icaria (Grecia). Ourense aún no está, pero se le espera. Particularmente en la comarca de Celanova, al sur de la provincia y casi en el límite con Portugal. Tiene la mayor concentración conocida de centenarios por metro cuadrado conocida del mundo: 252 por cada 100.000 vecinos (2023). Y lo más sorprendente, la mayoría autónomos y con buena salud, señalan desde la Sociedad Gallega de Gerontología.

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