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Caos en el 'Valle del Juguete': los empresarios no saben cómo aplicar el impuesto del plástico
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ANTE LA NUEVA LEY DE ENVASES

Caos en el 'Valle del Juguete': los empresarios no saben cómo aplicar el impuesto del plástico

El Ministerio de Hacienda aún no ha publicado el reglamento del nuevo tipo. Las dudas están provocando numerosas consultas por parte de las compañías que advierten de los riesgos de gravar un material para el que aún no hay alternativas industriales

Foto: Dos trabajadores montan una moto de juguete en una empresa de Ibi. (EFE/Morell)
Dos trabajadores montan una moto de juguete en una empresa de Ibi. (EFE/Morell)

La Ley de Residuos y Suelos contaminados para una economía circular se publicó en abril y ahora en enero entrará en vigor la aplicación de un nuevo impuesto sobre los envases plásticos. El conocido como Valle del Juguete localizado en Ibi y localidades alicantinas limítrofes vive la cuenta atrás del 2023 con “incertidumbre” ante un gravamen que no sabe exactamente cómo aplicar, pagar y, ante todo, introducir en sus balances. Desde diferentes frentes, los empresarios se han lanzado a una búsqueda de respuestas de difícil solución. La norma, vista como pionera en algunas esferas por el impulso que daba a la economía circular, se ha convertido en un dolor de cabeza de consecuencias incalculables a menos de 10 días para su entrada en vigor.

Foto: Aumentar la recogida selectiva será uno de los principales objetivos. (Unsplash/@zibik)

La Comunidad Valenciana es, tras Cataluña, la segunda autonomía tanto en la fabricación de plásticos como en la de envases y embalajes. De acuerdo con los datos del Plan Estratégico del Plástico valenciano (2018), Ibi es la primera localidad en generación de empleo en el sector plásticos. El documento refleja unas cotas de ocupación industrial en dicho sector de 1.404. La singularidad de esta zona industrial alicantina es que su transformación fue una travesía compleja que dejó una profunda huella de desempleo de la que se recuperó añadiendo importantes factores como la innovación y la atracción de multinacionales.

El Plan Sectorial del Cluster del Valle del Juguete (2018) de la Generalitat Valenciana dirigido por José Luis Hervás de la Universitat Politécnica de València confirma esta realidad y habla de un “tejido industrial muy distinto al de sus orígenes jugueteros”, hoy “altamente diversificado”. “Su fortaleza reside en los procesos relacionados con la transformación del plástico y el metal para fabricar productos y componentes para cualquier tipo de producto o sector” con una especial mención a la especialización del “packaging alimentario, con grandes especialistas en la tecnología de etiquetado IML, fabricación de etiquetas, robots y maquinaria específica, existiendo proveedores de empresas tan importantes como Mercadona, Danone, Nestlé”, entre otros.

placeholder Una persona observa los juguetes expuestos en unos almacenes. (EFE/Morell)
Una persona observa los juguetes expuestos en unos almacenes. (EFE/Morell)

Ni consultores ni empresarios se atreven a dar una cifra sobre qué porcentaje de su facturación se verá afectado por este impuesto, pues su aplicación se ha convertido en un galimatías digno de estudio contable. El Instituto Tecnológico del Plástico, Aimplas, reconoce que las consultas se han multiplicado. “Aunque llevamos mucho tiempo trabajando con las empresas del sector en temas de sostenibilidad y ecodiseño que entre otras medidas implican la introducción de material reciclado en sus productos, el desarrollo de productos reciclables, etc., la inminente entrada en vigor del impuesto ha generado un gran volumen de consultas legales a nuestros especialistas y solicitudes de formación para poder dar cumplimiento a esta exigencia. Es un impuesto que va a requerir la adaptación de sus sistemas y por eso en este momento su preocupación está ahí”, señalan desde el centro tecnológico público.

La asociación de empresarios de Ibi y comarca, Ibiae, ha organizado talleres y jornadas para intentar despejar dudas y a medida que se acerca la fecha, todo parece más confuso. “Estimamos que unas 300 empresas trabajan en el ámbito del plástico, aunque la diversificación es grande”, afirma Héctor Torrente, gerente de Ibiae. “Existe preocupación entre los empresarios, sí. Lo que se ha visto es el desconocimiento que hay hacia el plástico y realmente no ha salido un reglamento que lo aclare. La pregunta es ¿en qué se está aplicando y en qué no? La incertidumbre es total. Tememos la competencia desleal”, advierte.

Foto: Operarios manipulan en una imagen de archivo un cable de fibra óptica submarino. (EFE)

El Impuesto Especial Envases de Plástico no Reutilizables grava “la cantidad de plástico no reciclado contenida en los productos objeto del impuesto” a razón de 0,45 euros por kilogramo. “Pero solo se aplica a los nacionales”, apunta Torrente, “lo que viene de fuera está exento”. El gerente del Ibiae pone un ejemplo: “No vas a pagar por producir un asiento para un campo de fútbol, sino por el retráctil en el que va envuelto”.

Las FAQs de Hacienda

Vicente Ortuño es coordinador del departamento Fiscal de Galán & Asociados y es uno de los expertos que lidia con dudas del empresariado. “Por un lado, nos trasladan cuestiones relativas al ámbito objetivo del impuesto, a los productos que se ven afectados. En muchos casos determinar cuándo un envase de plástico es no reutilizable (y por tanto aplica el Impuesto) es más complejo de lo que pueda parecer. La Ley apenas entra en esta materia, por lo que tratamos de dar a los contribuyentes argumentos para sostener sus criterios de forma razonable”. Y añade: “Además, surgen muchas dudas en cuanto a las obligaciones formales y contables que acarrea el impuesto, que impone informar periódicamente respecto a las existencias y operaciones realizadas sobre este tipo de productos, y que dan lugar a una casuística muy amplia”.

Foto: De izquierda a derecha Jorge Ramis, cofundador de Acteco, Jaime Martín, director de Refino y Química de Repsol, y Juan Manuel Erum, cofundador de Acteco.

La consultora alicantina lleva tiempo trabajando con los empresarios de la comarca de la Foia de Castalla en todo el proceso de adaptación a la norma y, desde su experiencia, “la práctica conlleva muchas dificultades”. Ortuño cita un ejemplo real: “Un contribuyente que realiza una adquisición intracomunitaria ha de liquidar y pagar el impuesto por la cantidad de plástico no reciclado del envase que contiene el producto, y del embalaje que preserva el palé en el que se recibe. Pero, ¿cómo se obtiene esa información sobre la cantidad de plástico del envase, o se discrimina entre plástico reciclado/no reciclado? Los proveedores extranjeros no están familiarizados con esta ley, ni tienen obligación —ni en muchos casos medios— de ofrecer ese detalle. Otro tanto ocurre con las obligaciones contables y de información que se imponen a fabricantes y adquirentes intracomunitarios, que alcanzan incluso a operaciones que la propia ley declara no sujetas al impuesto, lo que aumenta la complejidad de su control y declaración”.

Todas estas cuestiones han generado una página web con varios desplegables en los que se encuentran tres webinars, normativa y un documento de 16 páginas de Preguntas Frecuentes —comúnmente conocida por su sigla en inglés FAQs—. Los empresarios lo han resumido como el plástico “virgen”. Quizás lo más útil sea el listado de ejemplos de productos incluidos o excluidos del ámbito de aplicación del impuesto y los supuestos en los cuáles se puede solicitar la deducción o devolución de lo pagado.

placeholder Botellas de agua hechas con plástico reciclado. (EFE)
Botellas de agua hechas con plástico reciclado. (EFE)

Los afectados

Sin embargo, el mayor problema reside en la incertidumbre que crea no saber cómo va a afectar este impuesto a la cuenta de resultados. “A día de hoy, y desde hace varios meses, existe un Proyecto de Orden que desarrolla y resuelve estas cuestiones; pero sigue pendiente de aprobación, y por lo tanto está sujeto a cambios. Esto supone que las empresas no conocen con certeza y exactitud el formato de la información que les va a ser exigida, por lo que no pueden adaptar sus sistemas para obtenerla con suficiente antelación, dada la inminente puesta en marcha del impuesto”, aclara el responsable de Galán & Asociados.

Desde ITC Packaging, compañía ibense que el año pasado facturó 61,9 millones de euros, sostienen que las consecuencias irán más allá de las cuentas. “El impuesto tiene una intencionalidad recaudatoria y su propia naturaleza prevé que sea repercutido a toda la cadena. Prevemos que este nuevo elemento va a afectar al importe de la cesta de la compra ya de por sí afectada por la actual coyuntura inflacionista”. Desde luego, el contexto no es favorable y Héctor Torrente añade los costes energéticos.

Foto: Vista aérea del polígono de Las Atalayas, en Alicante. (Cedida)

La palabra caos sale a la luz cuando entramos en el campo administrativo. La consultora asegura que “las empresas no conocen con certeza y exactitud el formato de la información que les va a ser exigida, por lo que no pueden adaptar sus sistemas para obtenerla con suficiente antelación, dada la inminente puesta en marcha del impuesto”. Los programas informáticos contable y de stock, horas de personal dedicado y costes de agentes externos para la certificación completan las listas de nuevos cargos.

Las difíciles alternativas

A pesar de las dificultades, ITC confirma que ha preparado su base administrativa y es que la empresa verá afectada la mayor parte de la producción. “No sólo de ITC, sino del mercado”, argumentan desde el grupo. “Actualmente trabajamos con diferentes materiales reciclados, biobasados y/o compostables. Sin embargo, su disponibilidad es baja y su precio alto, por lo que su incorporación requiere una clara apuesta por la sostenibilidad del mercado que permita afrontar el sobreprecio que supone”, apuntan. Esta visión es compartida por otros empresarios. La sostenibilidad se ve como un eje prioritario, pero no se termina de entender que se entre en un proceso impositivo sin tener trabajadas alternativas a una escala industrial.

placeholder Un mujer deposita varios envases en un contenedor de reciclaje. (EFE/David Arquimbau Sintes)
Un mujer deposita varios envases en un contenedor de reciclaje. (EFE/David Arquimbau Sintes)

“El plástico está en todo. Levantas la cabeza y a tu alrededor tienes el móvil, el ordenador …”, comenta el gerente de Ibiae. “Desde la asociación, lanzamos la campaña de Infinitamente recicable porque somos grandes conocedores y nos sentimos en la obligación de contarlo. No se recicla en la cantidad y con los medios apropiados. Ahí tenemos un gran margen para mejorar”.

Empresarios, centro tecnológico, asociaciones e, incluso la administración autonómica ha realizado importantes avances en el uso del rPET —plástico reciclado—; pero todas las partes coinciden en que queda camino por andar a la hora de encontrar materiales que den las mismas o mayores prestaciones en áreas como la alimentaria o la sanitaria, entre otras.

Foto: Varias personas pasan por un dispositivo de reconocimiento facial en una feria de Hong Kong. (EFE/Jerome Favre)

En “ITC Packaging trabajamos con altos estándares de seguridad alimentaria y no todos los materiales reciclados son aptos para contacto alimentario, por ejemplo, el polipropileno reciclado mecánicamente no lo es. Pese a ello, hemos trabajado para incorporar rPP de reciclado avanzado (generado por despolimerización) que sí es apto para uso alimentario. Hoy día tenemos en el mercado varios formatos de packaging con este tipo de material lo que demuestra que, tanto ITC como el sector, llevamos tiempo trabajando en optimizar los envases”, comentan.

El reto de la concienciación, colaboración y educación ambiental se marca como definitiva en un proceso que Europa ha marcado como prioritario. “El plástico no llega solo al mar”, subraya Héctor Torrente, en alusión a la importancia de que las normas vayan al mismo ritmo que los esfuerzos por reciclar. Y es que, a España, la asignatura de los residuos le sigue quedando pendiente. El último informe de la Fundación Cotec sobre economía circular arrojó dos datos que en la comarca del Valle del Juguete recuperan: la tasa de reciclado de residuos municipales en el país en 2021 fue del 35%, lejos del objetivo marcado por la Comisión Europea del 50% y de la media de la Unión Europea del 48%. Además, en 2019, los materiales recuperados solo significaron el 10% de los requerimientos totales, un porcentaje inferior al de la media de la UE (11,8%), pero lejos de otros países como Países Bajos (30%) o Francia (20%).

La Ley de Residuos y Suelos contaminados para una economía circular se publicó en abril y ahora en enero entrará en vigor la aplicación de un nuevo impuesto sobre los envases plásticos. El conocido como Valle del Juguete localizado en Ibi y localidades alicantinas limítrofes vive la cuenta atrás del 2023 con “incertidumbre” ante un gravamen que no sabe exactamente cómo aplicar, pagar y, ante todo, introducir en sus balances. Desde diferentes frentes, los empresarios se han lanzado a una búsqueda de respuestas de difícil solución. La norma, vista como pionera en algunas esferas por el impulso que daba a la economía circular, se ha convertido en un dolor de cabeza de consecuencias incalculables a menos de 10 días para su entrada en vigor.

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