Ximo Puig premia con una consejería a la negociadora de la gigafactoría de Sagunto

Pocos fichajes y mucho mover banquillo en busca de un nuevo impulso al equipo. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, dio ayer más claves de la remodelación de Gobierno que lleva más de diez días barruntando. El Consell del Botànic acordó anoche en un pleno extraordinario el cese de las secretarias autonómicas de Cultura, Raquel Tamarit, y Economía, Rebeca Torró. Se trata de un trámite indispensable para poder ser nombradas 'conselleras' por el jefe del Ejecutivo autonómico, toda vez que su puesto es incompatible con la designación como miembros del gabinete. La primera tiene claro el destino: sustituir a Vicent Marzà al frente de la Conselleria de Educación, después de que el dirigente de Compromís presentase su renuncia el miércoles para dedicarse a labores de su partido, Més.

La coalición acordó este mismo jueves elevar su propuesta de nueva responsable del área educativa, que le toca en virtud del acuerdo de gobierno. La sorpresa, porque no estaba en las quinielas, ha sido la de Rebeca Torró, militante del PSPV-PSOE, de Ontinyent, y con un papel clave en la negociación de la planta de baterías que Volkswagen tiene previsto construir en Parc Sagunt. Torró, desde la Conselleria de Economía, es la persona que se puso en contacto con la dirección del gigante alemán del automóvil tras tener conocimiento de que andaban buscando emplazamiento en España para su nueva infraestructura. En ese momento, Extremadura y Aragón, además de Cataluña, formaban la terna de posibles ubicaciones que había puesto encima de la mesa el Ministerio de Industria.

Los directivos de Volkswagen, que desconocían las potencialidades de Sagunto, con puerto comercial e industrial y conexión directa al corredor ferroviario del Mediterráneo y a la autovia A-7, modificaron su enfoque inicial hasta convencerse de los terrenos valencianos. Torró, junto con otros altos cargos como la secretaria de Modelo Económico, María José Mira, o la de directora de Iternacionalización, Mari Parra, o el director general de Urbanismo, Vicent García Nebot, ha formado parte del equipo negociador con los germanos. También fue la persona que contactó con el empresario chino Chen Wu Keping para importar material sanitario desde China cuando estalló la pandemia. Una operación arriesgada, por su coste y la débil experiencia del asiático como proveedor.

A la espera de la confirmación oficial del premio, este bagaje sitúa a Torró como la nueva responsable la Conselleria de Política Territorial, el departamento que tiene que desarrollar toda la gestión urbanística de Parc Sagunt, no solamente de los terrenos de la gigafactoría, cuyo plan especial está pendiente de aprobarse definitivamente para reclasificarlos. También tiene que dar un empujón a los suelos que albergarán a industrias proveedoras auxiliares y la megaplanta fotovoltaica de 240 hectáreas que construirá Iberdrola para dar servicio a la factoría de baterías. Torró tiene experiencia en urbanismo porque fue directora general de Vivienda.

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Víctor Romero. Valencia

La entrada de Torró en Política Territorial supondrá el traslado a la Conselleria de Hacienda de Arcadi España, una persona muy cercana a Puig, del que fue jefe de gabinete. España sustituye a Vicent Soler, que ha estado siete años al frente de las cuentas públicas. De talante moderado, buen negociador y mejor conocedor de los vericuetos de la Administración, España tendrá la misión de negociar los últimos prespuestos del Botánic antes de las elecciones de mayo de 2023. Bien valorado por Compromís, que le consideran proclive a alcanzar consensos, España va ganando experiencia al ser su segunda cartera en el Consell.

También muda de responsabilidad la 'consellera' de Sanidad, Ana Barceló. La gestora del departamento durante los dos años de la pandemia del coronavirus, asumirá la portavocía del grupo socialista en las Cortes tras la renuncia de Manuel Mata, que ha elegido el regreso a su vida de penalista como abogado de Jaime Febrer, el empresario constructor que está en el centro el caso Azud. Barceló cierra así una etapa de gestión para pasar a otra de negociación parlamentaria y legislativa, un cargo directamente conectado con el Palau que Puig no quería dejar en manos de alguien que no formase parte de su grupo de confianza. A Barceló se la considera muy cercana al secretario autonómico de Promoción Institucional y Cohesión Territorial, Alfred Boix, persona del núcleo duro de Puig en el Palau de la Generalitat, junto con el secretario autonómico de Presidencia, Andreu Ferrer.

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El nuevo o nueva titular de Sanidad debería conocerse este sábado. Ximo Puig tiene previsto firmar los ceses y nombramientos para que el lunes se produzcan los traspasos de carteras. Está por ver si la operación Barceló tiene un alcance mayor. Su nombre ha sonado como posible alcaldable en el Ayuntamiento de Alicante, ahora en manos del Partido Popular. La provincia es una de las obsesiones de Puig.

En esa clave se explica el relevo también de la 'consellera' de Innovación, Carolina Pascual, cuyo departamento tiene la sede en Alicante. Ingeniera en telecomunicaciones y de perfil muy técnico, fue una de las apuestas de Ximo Puig para la segunda legislatura y ha tenido su oportunidad. Pero el barón socialista quiere elevar el perfil político en el último año de legislatura. No sin dudas sobre si será capaz de cumplir ese papel, se perfila como sustituta Josefina Bueno, actualmente senadora territorial y antes directora general de Universidades. El regreso a Bueno al Gobierno dejaría vacante su plaza en la Cámara Alta, que podría ser ocupada por Vicent Soler como broche definitivo a su carrera tras abandonar la Conselleria de Hacienda. Ese sería el cierre del sudoku en el que Puig lleva diez días trabajando.