Mazón se lanza a liderar el PPCV y abre el partido a "liberales y socialdemócratas"

El presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, oficializó este viernes su candidatura a la presidencia regional del Partido Popular en la Comunidad Valenciana. Lo hizo en la sede central de los populares en Valencia, flanqueado por la portavoz municipal y presidenta local, María José Catalá, y con el camino alfombrado por el abandono de Isabel Bonig, que ha anunciado su renuncia a dar la batalla por revalidar el cargo y ha dejado su acta de parlamentaria en las Cortes tras las presiones de Génova para que diese un paso al lado.

El líder del PP, Pablo Casado, y su secretario general, Teodoro García Egea, tienen depositada en este político alicantino criado en el zaplanismo esperanza para recuperar posiciones en un territorio clave para los intereses de los populares. Afianzan, además, el control interno sobre una organización territorial que lleva años convulsionada por conflictos internos entre las familias y que sigue sin haber digerido la pérdida generalizada de poder en 2015.

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Mazón, la principal referencia de poder institucional por su cargo de presidente de diputación, aspira a reconducir al PP. “Estoy convencido de ser capaz y tener la fuerza necesaria para liderar un proyecto para todos, no solo para el Partido Popular, para la Comunidad Valenciana, independientemente de la manera de pensar de cada uno, de las ideologías, del sexo, de la edad y de las condiciones de cada persona, un proyecto para todos y no solo para algunos”, señaló. Mazón insistió en varias ocasiones en que se presenta “para ganar” la Generalitat y desbancar del poder autonómico al Consell del Botànic que encabeza Ximo Puig en coalición con Compromís y Podemos.

El aspirante tuvo que contestar en su intervención a preguntas sobre el papel que ha jugado Génova en el proceso de renovación interna, la salida de Bonig y la presión sobre las posibles alternativas que puedan surgir, como la que ha anunciado el alcalde de Ayora, José Vicente Anaya, que apenas ha cogido vuelo desde que se conoció. Mazón esquivó la cuestión del favoritismo asegurando que su objetivo ahora es buscar el respaldo del conjunto del partido y se mostró abierto a abrir un diálogo con Anaya para que sume a su proyecto. “Volví a la política de la mano de Pablo Casado, eso no significa favoritismo (…). No hay designación de la dirección nacional, sería un incumplimiento de estatutos”, dijo. Visto cómo están evolucionando los acontecimientos, parece que esto es algo que se producirá más pronto que tarde ante las escasas posibilidades que parece tener el segundo aspirante. Otro militante de base, José Luis Bayo, también anunció que tiene intención de presentarse. "No puede ser que tengamos un congreso a la búlgara. El partido es de los militantes y no se puede fraguar esto en un despacho en Génova". Bayo ya intentó presentarse a las primarias nacionales para suceder a Mariano Rajoy, pero no obtuvo los apoyos necesarios para formalizar una candidatura.

El aspirante confirma que María José Catalá será su número dos como secretaria general

Mazón también fue preguntado por la relación con Ciudadanos. Su comparecencia en la sede de los populares en Valencia se produjo apenas unos minutos después de que cuatro parlamentarios autonómicos anunciasen su pase al grupo de no adscritos. Se trata de parlamentarios afines a Emilio Argüeso, el senador que ha pasado al grupo mixto tras recibir un expediente de expulsión de Ciudadanos. Argüeso era responsable de organización en la Comunidad Valenciana y su marcha coincide con la llegada de Fran Hervías a los despachos de Génova. El candidato negó que hubiera una "causa-efecto" entre la renuncia de los parlamentarios naranjas, pero se mostró abierto a "reunificar el centro-derecha". “Si llega un momento en que algunos dirigentes de Ciudadanos consideran que hay que reforzar y ayudar al PP, será una decisión de ellos", dijo. “Tenemos los brazos abiertos”, añadió el dirigente alicantino, que ofreció el espacio popular a conservadores, liberales y centristas, pero también a socialdemócratas. Esto lo repitió en dos ocasiones.

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En clave orgánica, el candidato a la presidencia regional anunció que Catalá será la secretaria general y su número dos en el partido si se confirma su designación. Se ha apoyado en el alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón; la senadora de Castellón, Salomé Pradas, y el alcalde de Xeraco (Valencia) para coordinar su campaña interna. Queda pendiente del nombramiento del portavoz en las Cortes tras la salida de Bonig, algo que probablemente no se conocerá hasta que se resuelva el congreso el 3 de julio. Mazón no es diputado autonómico, algo que condicionará sus opciones de confrontar directamente con el 'president' Puig.

El aspirante se mostró incómodo a las preguntas sobre su origen zaplanista y evitó contestar quién había sido para él el mejor presidente de la Generalitat: "La única etiqueta que me gusta es la de afiliado del PP Comunidad Valenciana. Voy a luchar toda la vida contra etiquetas". Se presentó tratando de ofrecer una imagen de trasversalidad y moderación, pero sin renunciar a los mensajes troncales del PP: impuestos bajos, libertad de elección de centros educativos o antinacionalismos periféricos. En esta línea reivindicó el haber sacado adelante los presupuestos de la Diputación de Alicante por unanimidad y su capacidad de negociación y diálogo. También apeló a un Gobierno en la Generalitat que "no baje la cabeza" ante Pedro Sánchez en asuntos como el trasvase del Tajo-Segura o la financiación autonómica.

Tras la presentación ante los medios de comunicación, se reunió con cuadros y militantes en la plaza del Parterre en Valencia.