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Partido a partido: Casado ultima su plan para medirse con Sánchez y llegar a la Moncloa
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ETAPAS Y CALENDARIO

Partido a partido: Casado ultima su plan para medirse con Sánchez y llegar a la Moncloa

Del debate sobre el estado de la nación a poner los territorios a punto, la convención nacional y las andaluzas. Mientras la izquierda dice que el 4-M fue una cita regional, Casado se prepara para el gran reto nacional

Foto: Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. (EFE)
Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. (EFE)
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Que el 4-M ha puesto patas arriba el tablero político nacional es un hecho. A la victoria indiscutible de Isabel Díaz Ayuso, se unen unos pésimos resultados del PSOE, que podrían hacer reaccionar al presidente del Gobierno (tras el sorpaso de Más Madrid, la izquierda alternativa que lidera Íñigo Errejón), y la dimisión de Pablo Iglesias, que abandona el mando de Podemos y, además, la vida pública. Mientras la izquierda y Vox insisten en que “solo son unos resultados de unas elecciones regionales”, el PP tiene claro que supone, por fin, “el inicio de un nuevo ciclo”. Los populares rompen por primera vez (con la excepción de Galicia) el encadenamiento de derrotas y, sobre todo, idean ya un plan con el que aupar a Pablo Casado hasta la Moncloa.

El presidente del PP lo dijo este miércoles ante los principales cuadros de su partido en el comité ejecutivo nacional: “El cambio de Gobierno es posible y urgente”. Y su cúpula trabaja desde este momento en ir quemando etapas y cumpliendo objetivos. Casado quiere confrontar con Sánchez cuanto antes en el Congreso de los Diputados y evidenciarse como única alternativa. “Madrid ha demostrado que otro tipo de gestión es posible”, dijo el jefe de la oposición desde su primer balcón en la calle Génova de Madrid. Dos modelos. El del PP de Madrid, que él comparte, y el de Sánchez en coalición con Unidas Podemos. El líder ya tiene un mapa para llegar a Moncloa. Y quiere seguirlo al dedillo.

Debate del estado de la nación. Paso 1

Casado quiere ya una fecha para celebrar el debate del estado de la nación. Como publicó este diario, Moncloa tenía en mente hacerlo en este periodo de sesiones (en junio, seguramente) después de seis años en que la inestabilidad política imposibilitó a Mariano Rajoy, primero, y al socialista, después, convocarlo. Los populares entienden que el debate sería otro punto de inflexión en el camino que obligaría a Sánchez a retratarse fuera del marco de la vacunación y de los fondos europeos. Casado quiere que el presidente asuma las consecuencias de la crisis económica y social derivada de la pandemia y unas previsiones que no dejan de empeorar.

Foto: Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso en el balcón de Génova. (EFE)


Comunidad Valenciana. Paso 2

Fuera de la política nacional en el Congreso, el PP pretende terminar el año con su renovación territorial completada y todos los deberes orgánicos hechos. El número dos de Casado, Teodoro García Egea, lleva inmerso en el control de ese proceso durante los últimos meses. Y una vez los congresos provinciales terminen (después de solventar algunos conflictivos, como fue el de Sevilla), tocará finalizar los regionales. Más allá de las comunidades autónomas donde el PP gobierna (Castilla y León reúne ahora algunos puntos de tensión, con enfrentamientos directos entre Génova y Alfonso Fernández Mañueco por algunas de sus decisiones), los populares tienen establecidas algunas prioridades.

Una de ellas, fuera de toda duda, es la Comunidad Valenciana. El PP anhela volver a recuperar músculo en un territorio clave para el partido, con nostalgia de la hegemonía que llegaron a atesorar en tiempos de Francisco Camps y Rita Barberá. El hombre al que encomiendan esa recuperación está decidido, el alicantino Carlos Mazón, tras haber conseguido apartar a Isabel Bonig. La incógnita sigue siendo el papel que desempeñará Toni Cantó, al que la Justicia apartó de las listas electorales de Madrid y que ya es uno más dentro del PP.

Foto: Isabel Bonig, con Pablo Casado y Carlos Mazón.

Existen otros focos de tensión territoriales, como es el caso de Extremadura (aún con José Antonio Monago a la cabeza), Cantabria (que también ha vivido muchos problemas internos), Canarias (que no tiene para nada un liderazgo claro y que genera serias dudas en la dirección nacional) o Baleares.

El control del PP de Madrid. Paso 3

Si hay un congreso regional que despierta interés, ese es el de Madrid. La victoria de Ayuso se lee en clave nacional por todas sus aristas, pero para Casado tiene todavía más trascendencia. La hoy presidenta en funciones consiguió formar Gobierno en 2019 gracias a la suma con Ciudadanos y Vox, aunque en realidad obtuvo un pírrico resultado de 30 escaños. En solo dos años, Ayuso ha duplicado el número de votantes y de escaños (hasta los 65) y devuelve al PP el poder territorial de uno de sus grandes feudos. El 45% de los apoyos fue a parar a la papeleta popular y, como dijo Alberto Núñez Feijóo en el comité nacional de ayer, según ha podido saber este diario, “significa que el PP amplía su espectro político” y “envía un mensaje clarísimo a toda España”.

Foto: Pablo Casado en el comité nacional. (David Mudarra)

Más allá del liderazgo del PP madrileño (que difícilmente podrá recaer sobre otra persona que no sea Ayuso tras su aplastante victoria), Casado consideraba esencial recuperar sin matices la comunidad madrileña, como ha ocurrido, a pesar del adelanto electoral y de que era una operación arriesgada. No solo no hubo suma por la izquierda, sino que el PSOE y Podemos salieron muy debilitados.

Clima preelectoral en Andalucía. Paso 4

En mitad de estas etapas, que el presidente del PP pretende ir quemando mientras se consolida como la verdadera opción de gobierno, llegará el ambiente preelectoral de Andalucía. El presidente, Juanma Moreno Bonilla, descarta un adelanto siempre y cuando cuente con la estabilidad que hoy mantiene. El apoyo de Ciudadanos es sólido y Vox acaba de aprobarle unos Presupuestos. Incluso aunque las elecciones no lleguen antes de tiempo, la cita está prevista para finales del año próximo. Lo que significa, a tenor de cómo funciona la política española, que en pocos meses ya inicie la precampaña.

En Génova tampoco ven posible un adelanto electoral, porque son conocedores de la situación de estabilidad con que cuenta el presidente autonómico (la diferencian de la de Madrid y, por supuesto, de la que había en Murcia) y fuentes del entorno de Casado (el pasado fin de semana estuvo con Moreno Bonilla) aseguran que sería difícil justificar un nuevo encuentro con las urnas. Todo ello, a pesar de que el PSOE está en un momento difícil, con las primarias pendientes y el enfrentamiento abierto, una vez más, entre Ferraz y Susana Díaz.

Foto: El presidente de la Junta, Juanma Moreno. (EFE)

El PP andaluz se ve crecido (también lo apuntan las encuestas), aunque a diferencia del caso madrileño, no esconde su temor a depender con más claridad de Vox para un futuro escenario de gobierno si Ciudadanos también desaparece en Andalucía.

La convención. Paso 5

Y con todas estas cartas encima de la mesa, Génova continúa organizando la convención nacional prevista para el otoño (en la que Casado se está implicando directamente) y que pretende sentar las bases de manera oficial (con programas y equipos) de la alternativa a Pedro Sánchez para que el PP ponga rumbo a la Moncloa y esté preparado para cuando lleguen las elecciones generales. El cónclave, con el que Casado quiere inaugurar un ideario completamente renovado y modernizado, tendrá lugar entre finales de septiembre y primeros de octubre. En lo que diga el nuevo cuerpo teórico del partido y en las identidades de quienes lo defiendan, estarán muchas de las claves del PP del futuro.

Que el 4-M ha puesto patas arriba el tablero político nacional es un hecho. A la victoria indiscutible de Isabel Díaz Ayuso, se unen unos pésimos resultados del PSOE, que podrían hacer reaccionar al presidente del Gobierno (tras el sorpaso de Más Madrid, la izquierda alternativa que lidera Íñigo Errejón), y la dimisión de Pablo Iglesias, que abandona el mando de Podemos y, además, la vida pública. Mientras la izquierda y Vox insisten en que “solo son unos resultados de unas elecciones regionales”, el PP tiene claro que supone, por fin, “el inicio de un nuevo ciclo”. Los populares rompen por primera vez (con la excepción de Galicia) el encadenamiento de derrotas y, sobre todo, idean ya un plan con el que aupar a Pablo Casado hasta la Moncloa.

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