El mundo de la noche, ante la segunda ola del covid-19: "Van a caer dos de cada tres pymes"

Primero fue Magaluf (Mallorca), luego apareció un brote en una discoteca de Córdoba, otro en Zarautz (Guipuzcoa)… Este fin de semana, la Conselleria de Sanidad valenciana decretó el cierre de todos los locales de ocio nocturno de Gandía, mientras que el Govern de Quim Torra hacía lo propio en Barcelona y su área metropolitana, en parte de Lleida y en Girona. Este lunes, Murcia ha tomado una decisión similar. La casuística ha sido similar en la mayor parte de los casos: grupos de jóvenes se agrupan en discotecas, terrazas y pubs y, posteriormente, los rastreadores de los departamentos de salud identifican estos locales como lugares en los que han coincidido personas contagiadas por coronavirus y, por tanto, como focos de transmisión.

El mundo de la noche se ha convertido, en plena temporada estival, es uno de los puntos calientes de la segunda oleada de positivos de covid-19, agravando la delicada situación económica por la que ya atravesaba por el cerrojazo derivado del estado de alarma y las medidas más drásticas de confinamiento entre marzo y junio. "En otoño, cerrarán dos de cada tres pymes", advierte Víctor Pérez, presidente de la Federación de Ocio y Turismo de la Comunidad Valenciana (Fotur), en declaraciones a À Punt, la televisión valenciana. Según señala, llueve sobre mojado porque realmente solo han abierto al público un 10% de los locales de copas o salas de baile. Los que se han lanzado al mercado lo han hecho, además, con aforos reducidos al 30% en el interior. El resto ha preferido esperar antes que deshacer expedientes de regulación temporal de empleo que incrementen los gastos y arriesgarse a una reapertura incierta. "En las zonas más urbanas, mucha gente ya ni siquiera piensa en la 'rentrée' de septiembre y da la temporada por perdida", añade Pérez a El Confidencial.

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Agencias

Es lo que ocurrió en la discoteca Falkata de Gandía, de las más grandes de España. Propiedad de la empresa La Gran Manzana, de una familia de esta ciudad costera valenciana con más negocios vinculados al ocio y la hostelería, Falkata es una de las dos discotecas que tiene en explotación. La empresa optó por abrir este mes de junio dos hoteles, esta sala de baile con una terraza de 5.000 metros cuadrados y un par de locales 'chill out' y mantener clausurados otros negocios nocturnos. Tras hacer las inversiones correspondientes y limitar el acceso a la terraza, las precauciones han sido insuficientes. El miércoles de la semana pasada, se detectó un primer brote con 10 casos. Este fin de semana, ya eran 70 los positivos, con transmisión comunitaria, lo que dificulta el seguimiento.

La reacción de la Conselleria de Sanidad y el Ayuntamiento de Gandía ha sido contundente: forzar el cierre durante 14 días por razones sanitarias de pubs y discotecas en la ciudad y limitar la apertura del resto de locales hasta las 10 de la noche. En definitiva: echar un candado al ocio nocturno reglado, con la esperanza de cortar en seco las transmisiones.

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La consecuencia es que Falkata va a tener que volver a buscar la forma de enviar de nuevo al paro temporal a las más de 40 personas contratadas para la reapertura. "Estamos hablando con la gestoría. No hay un protocolo para estos casos; no sabemos si se puede hacer otro ERTE por fuerza mayor", explica a El Confidencial Ramón Núñez, jefe encargado de la sala.

Este responsable de la compañía no cuestiona la decisión sanitaria que se ha aplicado de forma temporal en Gandía, pero teme que este tipo de casos estigmatice a un sector que, bajo su punto de vista, está haciendo un esfuerzo por adaptarse y que se va a ver muy perjudicado. "Lo que no nos gusta es que se está generalizando, se está criminalizando un sector solo por el hecho de trabajar con un tipo de licencia. Deberían cerrar los locales que no cumplan, sancionarlos y cerrarlos, y dejar abrir a los que están cumpliendo", afirma Núñez, quien recuerda las limitaciones impuestas a los locales para poder reanudar su actividad, lo que explica que muchos hayan preferido seguir con la persiana cerrada.

Hay bastante dinero en juego. El mundo de la noche factura 20.000 millones de euros, lo que representa el 1,8% del PIB español, y da empleo a más de 200.000 personas, en su mayoría jóvenes, según datos de la Federación de Asociaciones de Ocio Nocturno de España difundidos por Hosteltur.

"El problema es que los locales sin terraza ya están limitados a un 33% en su interior. El aforo legal es reducido. Si lo reduces a un tercio y obligas a invertir en mobiliario, habrá muchos que han hecho cuentas y no les salen. Nosotros estamos abriendo porque somos una de las discotecas más grandes de España y teníamos un montón de metros de terraza, donde se permitía un aforo del 100%".

El 90% de locales, en alquiler

Ejemplos como el de Gandía revelan que, pese a tratar de cumplir con las normas de prevención, la hostelería tendrá muy complicado recuperar la normalidad este verano, especialmente la nocturna. La media de edad de los nuevos contagios confirma que es aquí donde nacen los nuevos rebrotes. En la Comunidad Valenciana, los nuevos positivos tienen entre 20 y 40 años. Francesc Colomer, secretario autonómico de Turismo de la Generalitat valenciana, advierte sobre la dificultad de controlar lo que ocurre por la noche y buscar responsabilidades. "No puedes controlar botellones y fiestas privadas. Ponemos el foco en el ocio nocturno reglado y con profesionales que cotizan. Es un tejido productivo que genera empleo y es doloroso ver cómo se han llevado reputacionalmente la peor parte, cuando botellones y otras historias son objeto de peligro y riesgo", dice.

Con todo, cuando se detectan los brotes, parece inevitable tener que decretar cierres temporales por precaución. El mayor temor de las autoridades sanitarias es perder la trazabilidad de los contagios y que se descontrole de nuevo la pandemia. En ese escenario, los empresarios están reclamando que, al menos, se les permita prolongar las medidas excepcionales económicas. Es algo que comparte Colomer. Según señala, se ha solicitado en el consejo de Turespaña para todo el sector turístico el poder prolongar los ERTE más allá del 30 de septiembre, al menos hasta enero de 2021. "El 30 de septiembre no sería suficiente, esa petición ya la hemos hecho en el consejo de turismo. Cuando ha llegado el momento, han dado tres meses más, así que esperamos que perdure la sensibilidad y se puedan alargar las medidas hasta final de año", añade.

La extensión de los ERTE puede que no sea suficiente. El 90% de los pubs y discotecas de España se ubica en locales en régimen de alquiler, recuerda Núñez. Estos costes fijos dificultan el sostenimiento del negocio cuando este cierra o la demanda es insuficiente. Deseo 54, una discoteca dirigida al público gay en Valencia, decidió abrir este fin de semana "y no hizo caja ni para pagar a la plantilla", relata Víctor Pérez. "Necesitamos algún tipo de ayudas. Cero ingresos debería ser también cero impuestos. Hay gente que está pagando 5.000 euros de alquiler al mes y eso es insostenible".