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Vox irrumpe en Cataluña con sorpaso a PP y Cs y sacude la derecha nacional
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ELECCIONES EN CATALUÑA

Vox irrumpe en Cataluña con sorpaso a PP y Cs y sacude la derecha nacional

Abascal triunfó este domingo en las elecciones catalanas con una irrupción más fuerte de lo esperado y superando a sus dos competidores directos: PP y Ciudadanos, que se desplomó

Foto: Imagen: El Confidencial Diseño
Imagen: El Confidencial Diseño

Con los pactos aún por esclarecer en Cataluña, hay dos certezas tras los resultados de este domingo. Que el 'efecto Illa' existió y que Vox se convirtió en la fuerza mayoritaria dentro del electorado de la derecha españolista, la cuarta en el global. Los de Santiago Abascal cosecharon su sorpaso al PP como proyectaban las encuestas y fueron un paso más allá para dar caza a Ciudadanos, la formación que en 2017 fue la más votada en la región y que ahora pierde 30 escaños, para quedarse solo en seis. Las elecciones catalanas suponen un espaldarazo para Vox después de la ruptura abrupta de Pablo Casado en la moción de censura de octubre y amenaza con ser un terremoto en la derecha nacional.

Es la primera vez que Vox, con 11 escaños, supera a los populares, con tres, en un arco parlamentario. Lo hace, precisamente, en Cataluña, en el entorno que le impulsó en 2018 para irrumpir en el Parlamento andaluz, para sorpresa de todos, después de su papel como acusación popular en el juicio del 'procés'. Abascal había hecho el llamamiento de volcarse en estos comicios ante el desangramiento de los naranjas y a la vista de que el PP no terminaba de despegar con Alejandro Fernández. Así, llegaron al 14-F con una campaña en la que su protagonismo ha ido en aumento conforme las encuestas los aupaban por encima de los populares y se incrementaban los ataques de grupos independentistas a sus actos.

Cataluña era una plaza clave para consolidarse como alternativa a nivel nacional entre el votante de derechas, más aún después de que Casado optara hace más de tres meses por separar los caminos con Vox, al menos en cuanto a retórica y posicionamientos públicos se refiere, ya que están condenados a entenderse en las comunidades en que gobiernan. Abascal se mostró entonces convencido de que los votantes del PP quedarían decepcionados y se echarían en sus brazos como el verdadero candidato conservador. La primera prueba en las urnas le sirve para apuntalar esta línea.

Vox inició la campaña sin querer oír hablar de un posible sorpaso al PP, aunque sabían que la opción existía, para evitar que la gestión de las expectativas les jugara una mala pasada incluso en un escenario positivo. Se limitaban a decir que aspiraban a entrar en el Parlament, algo que se daba casi por seguro desde hacía meses, y en el mejor de los casos a amarrar el grupo propio con cinco diputados. La realidad ha desbordado la previsión, al menos la previsión pública, con un doble sorpaso con el que casi suman los mismos votos que los otros dos partidos con los que competían juntos.

Cs, ejecutiva de urgencia

Las conclusiones de este 14 de febrero confirman el peor escenario imaginable para naranjas y populares, tal y como fueron avanzando fuentes de ambas formaciones según se desarrollaba el recuento. Ciudadanos, con Carlos Carrizosa como candidato y una campaña dirigida por Carlos Cuadrado (uno de los pocos dirigentes de la cúpula de Rivera que se quedaron en el partido), apenas retuvo seis de los 36 escaños de 2017 y sentencia casi una muerte política en la cuna que lo vio nacer. El partido naranja se dejó por el camino casi un millón de votantes. El comité ejecutivo convocado de urgencia para la tarde de este lunes será el lugar en el que los de Inés Arrimadas evalúen los destrozos de este domingo. Las consecuencias están por ver, aunque en la noche electoral la cúpula disuadía posibles dimisiones. "No es el momento", decían.

La realidad es que el resultado superó la peor de las opciones encima de la mesa. En la dirección naranja, estaban convencidos hasta casi el último minuto de que Vox no les iba a 'sorpasar', si bien auguraban que la participación sería clave y que podía conllevar sorpresas de todo tipo en la noche. Finalmente, ocurrió.

El ambiente en Génova también fue desolador durante toda la jornada, a pesar de que sus dirigentes llevaban días allanando el terreno para que la caída no fuese tan sonada. Paradójicamente, que Vox haya superado incluso a Ciudadanos les da un respiro, pese a haberse quedado en tres diputados, uno menos que hace poco más de tres años. El PP descartó siempre un cambio en la candidatura aunque hubiera desgracia. Alejandro Fernández asumió la presidencia del PPC en noviembre de 2018, hace poco más de dos años y cuando Casado ya ocupaba su actual despacho.

La resaca electoral, eso sí, será inevitable en la dirección de la formación, que afrontó la convocatoria electoral el pasado otoño con cierto oxígeno y opciones de mejora, viendo en la ruptura de Casado con Vox y en la caída generalizada de Cs un clima óptimo para ganar peso. Ficharon candidatos en plena marejada naranja para erigirse como la alternativa constitucionalista, pero poco después se desinflaron.

placeholder Inés Arrimadas, junto a Carlos Carrizosa. (EFE)
Inés Arrimadas, junto a Carlos Carrizosa. (EFE)

En mitad de la campaña electoral, irrumpió de nuevo el caso Bárcenas y Vox consiguió todo el foco en los días previos a acudir a las urnas. Tanto Casado como Fernández asumían ya “el coste electoral” que el pasado del partido supondría y el propio Teodoro García Egea, secretario general, se reafirmó en esta línea una vez conocido el escrutinio: "Esta es la última factura que vamos a pagar de ese pasado, se acabó".

El éxtasis de Vox

Unas sensaciones muy distintas a las de Vox. "200.000 catalanes nos han convertido en líderes de la oposición al separatismo y la izquierda", aseguró exultante Garriga en sus primeras palabras tras completarse el escrutinio, en las que incidió en que lograron escaños en las cuatro provincias. El tono contrastaba con el de Fernández, que habló de "un resultado muy malo", y el de Carrizosa, que reconoció que no habían sabido "movilizar al constitucionalismo".

La victoria de Vox respecto a Cs y PP también es un respaldo a una de las principales líneas esbozadas por la formación durante la campaña, en la que han preferido reforzar su discurso antiinmigración al considerar que Cataluña era un territorio proclive para este tipo de consignas. Durante los últimos dos meses, han centrado sus mensajes en vincular a los extranjeros que residen irregularmente en España con la inseguridad ciudadana.

placeholder El candidato del PP, Alejandro Fernández, durante su comparecencia. (EFE)
El candidato del PP, Alejandro Fernández, durante su comparecencia. (EFE)

Estos temas han ganado fuerza en el partido en esta región, después de que en los dos últimos años hayan sido muchos los militantes que se han incorporado provenientes de Plataforma per Catalunya, la organización xenófoba que consiguió su mayor logro en 2011, con 67 concejales. Al menos dos de sus diputados en la Cámara catalana estuvieron en la cúpula de PxC.

Creyeron que esta estrategia podría llevarles a movilizar a sus votantes y a que optaran por ellos en lugar de las otras dos siglas. Aunque es difícil evaluar cuáles son los motivos que determinan el voto de cada persona, parece claro que la campaña de Ignacio Garriga se ha demostrado efectiva para captar seguidores, mientras que las de populares y naranjas no han sido suficientes para conservar electores, más flagrantemente en el caso de los de Carrizosa.

Se abre un nuevo escenario en la derecha que indudablemente tendrá consecuencias en las próximas decisiones y en la agenda política a nivel nacional.

Con los pactos aún por esclarecer en Cataluña, hay dos certezas tras los resultados de este domingo. Que el 'efecto Illa' existió y que Vox se convirtió en la fuerza mayoritaria dentro del electorado de la derecha españolista, la cuarta en el global. Los de Santiago Abascal cosecharon su sorpaso al PP como proyectaban las encuestas y fueron un paso más allá para dar caza a Ciudadanos, la formación que en 2017 fue la más votada en la región y que ahora pierde 30 escaños, para quedarse solo en seis. Las elecciones catalanas suponen un espaldarazo para Vox después de la ruptura abrupta de Pablo Casado en la moción de censura de octubre y amenaza con ser un terremoto en la derecha nacional.

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