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La memoria selectiva del independentismo con la biografía del redactor de un proyecto de Constitución catalana
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DATA DEL AÑO 1928

La memoria selectiva del independentismo con la biografía del redactor de un proyecto de Constitución catalana

En un texto recogido por el Institut Nova Història (INH), Carod-Rovira hace desaparecer cualquier vinculación del periodista Josep Conangla i Fontanilles con medios e instituciones españolas

Foto: Una manifestación independentista celebrada el año pasado en Barcelona. (EFE/Alejandro García)
Una manifestación independentista celebrada el año pasado en Barcelona. (EFE/Alejandro García)

El independentismo catalán no deja nada al azar. Una información contraria a sus intereses no le impide plasmar sus teorías, aun a costa de falsificar la Historia. Simplemente, cuando una información no conviene a sus intereses, la ignora. Y eso es lo que ha hecho con la biografía de Josep Conangla Fontanilles, el redactor de la conocida como Constitución Provisional Catalana.

El interés del independentismo por este personaje ha borrado de las biografías oficiales la mayor parte de su labor y trayectoria política y profesional. El exvicepresidente del Gobierno catalán Josep Lluís Carod-Rovira le dedicaba un artículo hace un par de semanas, que recogía el Institut Nova Història (INH), la entidad que agrupa a los seudohistoriadores revisionistas. El artículo de Carod es un panegírico de Conangla y obvia la mayor parte de las relaciones del prolífico periodista y escritor con textos en castellano. Reconoce, por ejemplo, que en Cuba fue director de la Revista Parlamentaria, jefe de redacción de El Nuevo País y luego de El Día, periódico que llegó a dirigir. Ahí se acabó la relación de Conangla con España.

Carod hace hincapié en que fundó La Nova Catalunya "y fue el puntal más firme del Club Separatista Catalán número 1, constituido en 1922 en los locales del Centro Catalán de La Habana, casal que presidió en 3 ocasiones y que adoptó la bandera estelada como oficial de la entidad".

Foto: La entrada al Monasterio de Sijena. (Cedida)

Incluso una institución tan aparentemente académica como la Gran Enciclopedia Catalana condensa su vida política en un párrafo, en el que solo existe una actividad separatista, obviando su larga trayectoria profesional. Sí destaca, por ejemplo, que fue director del Centro Catalán de La Habana y uno de los fundadores de La Nova Catalunya en 1908, así como uno de los intervinientes en la Asamblea Constituyente del Separatismo Catalán, del 30 de septiembre al 2 de octubre de 1928, en la que se presentó la primera constitución provisional de la República Catalana.

Datos 'olvidados'

Las instituciones cubanas son más detallistas. Carod le presenta como "escritor y abogado", pero los cubanos le atribuyen ser "ensayista, periodista, poeta, historiador y traductor español". El exvicepresidente catalán (y expresidente de ERC) insiste en que es "abogado y buen conocedor de los mecanismos legislativos". También la Biblioteca Comarcal Conangla i Fontanilles de Montblanc, entidad que lleva su nombre porque nació en esta localidad, le atribuye la licenciatura en Derecho, aunque le califica, además, como "político, ensayista y poeta". Pero las biografías que existen en Cuba solo señalan que se graduó de bachiller en el Instituto de Segunda Enseñanza de Tarragona en 1890, sin hacer alusión a la carrera de Derecho, No obstante, recogen que en 1934, con casi 60 años, "inicia estudios de doctor en Ciencias Políticas, Sociales y Económicas en la Universidad de La Habana, pero nunca llegó a graduarse".

Especifican que en 1895 desembarcó en el puerto de Cienfuegos y "formó parte de las tropas coloniales hasta el final de la contienda independentista [cubana], al tiempo que colaboraba en algunas publicaciones". En noviembre de 1898 volvió a España y al año siguiente, a la isla, estableciéndose definitivamente en La Habana, donde comenzó a trabajar en el diario El Nuevo País. En 1907 era redactor jefe del diario Cuba y en 1908 es uno de los fundadores de La Nova Catalunya, pero mientras tanto ejerce como redactor en diversos medios: los diarios Mercurio, El Sol y La Noche. En 1911 aparece como redactor jefe del periódico El Día. La mayoría de estos trabajos, de los que vivía, aparece en la biografía oficial catalana.

En ese periodo también fundó y dirigió la Revista Parlamentaria de Cuba, mientras colabora en El Fígaro, Cuba Contemporánea, El Hogar, Mundial, Universal y América. "Durante la etapa final de la dictadura de Machado fue revisor del Diario de Sesiones de la Cámara de Representantes y militó en la organización oposicionista secreta ABC". Además, de especificar que dirigió el Centro Catalán, la biografía cubana destaca que en 1944 "militó en el federalismo catalán" y en 1947 "realizó la compilación del volumen Cuba y Pi y Margall". También explica que perteneció a la Sociedad Económica de Amigos del País, a la Sociedad Geográfica de Cuba y al Instituto Nacional de Previsión y Reformar Sociales. Y da otra pincelada que desaparece de la biografía catalana del independentismo: "Empleó el seudónimo de Védico y escribió algunos textos sobre jurisprudencia y otros en lengua catalana". La Real Academia de la Historia de España es también detallista sobre la biografía del estudioso y detalla sus obras sin entrar a valorar políticamente la trayectoria.

Solo era separatista

Para las instituciones catalanas, no obstante, desaparece la mayor parte de su actividad y la labor del escritor y periodista se circunscribía a la militancia separatista. Conangla daba a menudo conferencias sobre política catalana y colaboraba estrechamente con Francesc Macià y con Estat Català (un pequeño partido con tintes xenófobos que se integró en ERC). "Durante este periodo, fundó (1922) el Club Separatista Catalán número 1, embrión del Partit Separatista Revolucionari de Catalunya, que aspiraba a reunir bajo un mismo líder (Macià) a todas las fuerzas independentistas catalanas existentes en América. El proceso culminó con la Asamblea Constituyente del Separatismo Catalán, que redactó una Constitución Provisional de la República Catalana". Su biografía catalana solo explica que con la llegada de la República fue nombrado delegado de la Generalitat para Cuba y América Central y que tras la guerra civil española "ayudó a muchos exiliados catalanes y españoles desplazados a Cuba".

Hay otra cuestión: el independentismo recuerda al estudioso como Josep Conangla i Fontanillas, con la i latina que enlaza los dos apellidos en catalán (copia de la y que enlazaban los apellidos ilustres de los españoles), aunque él ignoraba ese detalle y no establecía enlace alguno entre sus apellidos. Así consta en las misivas que le enviaba al poeta Joan Maragall desde Cuba y que se conservan en el fondo personal de Joan Maragall depositado en la Biblioteca de Cataluña.

Foto: Parte de la bibliografía del Institut Nova Història. (D. B.)

Carod, no obstante, hace hincapié en el contenido de la Constitución Catalana redactada por Conangla. "El texto proclamaba la independencia de Cataluña, el catalán como idioma oficial único y adoptaba medidas muy avanzadas para la época: prohibición de la pena de muerte y la cadena perpetua, extradición de catalanes, corridas de toros y boxeo. Establecía la igualdad jurídica de hombre y mujer, el no reconocimiento de títulos nobiliarios y la abolición del pasaporte y la censura. Nadie podía ir a prisión por deudas y todos, rentistas incluidos, debían trabajar. La enseñanza era obligatoria y no tener carácter memorístico o pasivo, sino activo y de despertar de la inteligencia".

La Constitución de Conangla, además, "fijaba un plazo para el derribo de todo vestigio arquitectónico de la dominación española y señalaba que en el futuro, a medida que se fuesen produciendo en el mundo avances en las prestaciones sociales, derechos y libertades, estos habían de ser incorporados al texto con una reforma constitucional". Esa constitución acabó en papel mojado, al no ser asumida por la inmensa mayoría del independentismo.

El independentismo catalán no deja nada al azar. Una información contraria a sus intereses no le impide plasmar sus teorías, aun a costa de falsificar la Historia. Simplemente, cuando una información no conviene a sus intereses, la ignora. Y eso es lo que ha hecho con la biografía de Josep Conangla Fontanilles, el redactor de la conocida como Constitución Provisional Catalana.

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