El PSOE y Junts desvían la negociación sobre Cataluña a un conflicto contra los derechos humanos

Un experto en la violación de derechos humanos y minorías desplazadas, el salvadoreño Francisco Galindo Vélez, será el portavoz y coordinador de verificadores, en la negociación que han emprendido PSOE y Junts. Una elección que parece decirle al mundo que el problema de Cataluña es la falta o la conculcación de esos derechos contra una minoría. El sentido común dice que la situación en Cataluña para nada responde a esta situación. Pero el PSOE, al reconocer este portavoz, asume de manera implícita este punto de vista del independentismo.

Francisco Galindo Vélez es un experto sobre derechos humanos y conflictos en países difíciles y en vías de desarrollo. Francia no contaría, porque allí ejerció como representante de ACNUR ante el gobierno francés, un cargo equivalente al que se envía ante la Unión Europea. Fue embajador de El Salvador en Francia y Colombia. También es ex representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Argelia, Colombia, Tayikistán y Francia, y ex representante adjunto para el mismo organismo en Turquía, Yibuti, Egipto y México.

JxCAT lleva desde 2017 asegurando que en España existe vulneración de derechos en el trato que se ha dado al independentismo. Hasta ahora, estos mensajes han tenido poco eco en foros internacionales, pero el PSOE acepta un tipo de portavoz de las negociaciones que podría comprar este relato. Ese mismo relato que Pedro Sánchez combatía sin tregua en la época en que Josep Borrell era ministro de Exteriores, durante el principio de su mandato.

El perfil del portavoz de los verificadores, anunciado este sábado, alimentará el relato internacional del independentismo y servirá de gasolina al PP en sus críticas a Pedro Sánchez en los próximos días.

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Esa idea plantea un escenario de la crisis catalana, como si los catalanes fuesen el pueblo gitano en Hungría o los rohinyás de Birmania. La situación en Cataluña para nada se parece a este tipo de casos, pero el independentismo ha conseguido imponer inicialmente un tema que lleva tiempo defendiendo para atacar a España. Por ejemplo, inflando las cifras de encausados durante el procés y calificándolos de "represaliados".

Reunión sin avances

El PSOE y JxCAT se vieron superados este sábado por las exageradas expectativas que los independentistas habían vendido para su primer encuentro en el área de Ginebra, tras el pacto de investidura de Pedro Sánchez. La reunión duró toda la mañana, pero acabó sin avances, según fuentes políticas conocedoras de los contactos entre ambos partidos. Para darle algo a la prensa, conscientes de la presión mediática, se había acordado que JxCAT hiciese público el nombre de Galindo Vélez, un diplomático sin experiencia en la mediación de conflictos internacionales.

Los participantes fueron el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, el expresidente catalán, Carles Puigdemont, el secretario general de JxCAT, Jordi Turull, y la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras. También estuvo presente el propio Francisco Galindo Vélez, con un brillante currículum en relaciones exteriores, antiguo embajador en Francia y Colombia y alto comisionado en la ONU. Pero su especialidad son los refugiados, sobre los que tiene diversas publicaciones académicas, pero no en conflictos. No medió en la guerra de las FARC en Colombia, por ejemplo; ni tampoco en otras tensiones políticas en Europa.

Santos Cerdán saldó su evaluación del encuentro con un "ha ido bien". En JxCAT tiraron de hermetismo y se presumió de haber eludido a la prensa. En esencia: el principal éxito es que no hubo foto, tal y como se pretendía de manera inicial. Ambas partes hablaron de progresos que evitaron concretar. Se destacó la "cordialidad" de ambas partes y la voluntad de buscar una "solución negociada". Traducción, nada de nada como fruto de este pleno en Suiza.

Tranquilidad en Cataluña

En realidad, la amnistía ha dejado indiferente a la población catalana: ni a favor, ni en contra. Desde los indultos a los presos del procés, no existe el clima de tensión social que hay en el resto de España.

Sobre el nuevo portavoz se volcará la presión política y mediática de la negociación

Hace más de un mes que las partes acordaron con Francisco Galindo Vélez la asunción de este rol, que supone asumir la presión política y mediática para que las partes cuenten con más margen para llegar a un posible acuerdo. Se optó por hacerlo público ahora para enmascarar la falta de resultados de esta primera reunión. Pese a ello, las dos partes han manifestado que se han producido avances que, por cierto, no concretan.

Sin calendario

Sobre la próxima reunión solo se sabe que será después de fiestas, pero ya no se habla ni del mes de enero. El PSOE siempre ha tenido la intención de ir espaciando la periodicidad del foro, según fuentes socialistas. Tampoco se sabe qué metodología se utilizará ni se han confirmado ni el nombre ni la cantidad de verificadores. Solo se sabe que está participando la fundación privada The Centre for Humanitarian Dialogue Henry Dunant forma parte de este colectivo, aunque ni JxCAT ni el PSOE lo han confirmado.

Puigdemont tampoco lo puso fácil. Antes del encuentro con Santos Cerdán, colgó un post en Instagram en el que criticaba la debilidad española, comparaba a los jueces con el general Pavía y aseguraba que la represión seguía. Y esta misma semana, en su reunión con el líder del PP europeo, Manfred Weber, amenazó a Pedro Sánchez con apoyar una moción de censura de mano del PP. Por lo tanto, para el independentismo la victoria era la reunión en sí misma, muy pensada y publicitada para su público y sus votantes. Continente sin contenido.

JxCAT y el PSOE siguen, como antes de la investidura, con posturas antagónicas en las cuestiones que se han de negociar: la demanda de un referéndum de autodeterminación, una financiación diferenciada para Cataluña con una excepción en la LOFCA o el reconocimiento de Cataluña como nación con mayor proyección internacional de la Generalitat, en especial en la UE.