La ampliación de El Prat tensa las costuras del acuerdo entre ERC y el PSC

Los primeros días del pacto presupuestario en Cataluña, cuando la ley todavía está dando sus pasos iniciales de tramitación en el Parlament, son de la misma desconfianza con la que arrancó. El punto más polémico y que polariza los desencuentros es la futura ampliación del aeropuerto de El Prat. Los socialistas entienden que hay que dar luz verde a la ampliación que Aena puso encima de la mesa mientras que para ERC y también para los Comunes no ha cambiado nada, según fuentes de ambas formaciones. Sostienen que la ampliación se estudiará “de un modo técnico y como una alternativa más”.

De todas las patas del acuerdo, el proyecto de El Prat es la más importante para los socialistas. Resulta clave para los empresarios, para Fomento del Trabajo y para los sectores productivos y empresariales en los que ahora se apoya el PSC. Por ejemplo, si al final el Hard Rock Café no llega a buen puerto no será tan importante como la ampliación del aeropuerto.

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Uno de los momentos clave de la negociación fue cuando Pere Aragonès y Salvador Illa pactaron la fórmula para acordar el aeropuerto: “Aumentar la capacidad”, lo que según ERC, pero también los Comunes, no quiere decir asumir la ampliación que defiende Aena, alargar la tercera pista para poder recibir más vuelos de Asia y que implica invertir en Cataluña 1.700 millones.

La secretaria general adjunta y portavoz de ERC, Marta Vilalta, ya ha descartado que para modernizar e incrementar la capacidad del Aeropuerto de Barcelona, como prevé el acuerdo de Govern y PSC para los Presupuestos, haya que ampliar esta infraestructura: “El futuro del aeropuerto de El Prat no pasa por una ampliación”. Justo lo contrario que defiende el socialismo catalán. ERC parece muy dispuesta a hacer una lectura que lleve al incumplimiento de este punto en concreto.

La semana pasada Vilalta ya estaba defendiendo que el acuerdo con PSC sobre el aeropuerto permite trabajar en el marco de una comisión un modelo que respete la biodiversidad del entorno y evite especulación urbanística, sin “ampliaciones de pistas que no son necesarias ni útiles”.

De manera menos directa, Aragonès ahondó en la misma idea durante una entrevista en TV3. Se refirió a "la modernización del aeropuerto de El Prat", pero explicando que el objetivo era tener más conexiones intercontinentales con una afectación medioambiental "inexistente": "Se ha acordado crear una comisión de trabajo con los gobiernos español y catalán, sin apriorismos técnicos", se limitó a apuntar el president.

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Por su parte, la líder de En Comú Podem, Jéssica Albiach, este sábado ha asegurado que "no habrá ampliación del aeropuerto". Muchas voces anunciando que el acuerdo no se cumplirá cuando la tinta de su firma todavía está fresca.

Illa sale al paso

Ante tantos recelos, el primer secretario del PSC, Salvador Illa, ha tenido que salir al paso para mostrarse seguro de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, cumplirá con la transformación del aeropuerto de El Prat para "aumentar su capacidad" como contempla el pacto de presupuestos.

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"Ahora falta ejecutar el acuerdo", consideró el líder desde Molins de Rei este fin de semana. Illa ha replicado a Albiach que "no va bien ser tan categórico porque quedan en hemeroteca". En este sentido Salvador Illa resaltó que "hay que aumentar la capacidad del aeropuerto y que durante 2023 habrá un trabajo técnico para que pueda programar 90 operaciones por hora".

Interpretaciones dispares

Illa ha afirmado que la reforma del aeropuerto "es una de las decisiones más importantes que debemos tomar en los próximos años porque afecta directamente a la economía de Barcelona, Cataluña y España". En este sentido, ha reiterado que el acuerdo presupuestario contempla incrementar su capacidad pasando de las 70 operaciones por hora actuales a las 90" y que se estudiarán todas las posibilidades técnicas para hacerlo posible. A su juicio, este incremento de capacidad de esta infraestructura "se logra ampliando la tercera pista", justo lo que no quieren hacer ni ERC ni los Comunes.

Ante la disparidad de las interpretaciones de un mismo acuerdo, fuentes de políticas de ERC y del PSC auguran que este punto será unos de los empiecen a notarse signos de fricción cuando empiecen a trabajar los grupos de seguimiento del pacto esta primavera.