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Puigdemont no regresará a España hasta tener la certeza de que no será detenido
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"No volverá por voluntad propia"

Puigdemont no regresará a España hasta tener la certeza de que no será detenido

El expresidente de Cataluña no se desplazará en ningún caso como miembro de una delegación de la Comisión Pegasus, contrariamente a lo que alardean sus círculos íntimos

Foto: El expresidente catalán Carles Puigdemont. (Reuters/Yara Nardi)
El expresidente catalán Carles Puigdemont. (Reuters/Yara Nardi)

El fugado Carles Puigdemont no regresará a España próximamente. O, por lo menos, no por voluntad propia. Eso es lo que dicen en sus círculos de confianza, aunque desde un determinado sector muy cercano a él se traslade a la opinión pública la información de que piensa volver y de que es intocable, puesto que le asiste la inmunidad parlamentaria de diputado de la Cámara europea. "Su intención es no pisar España a menos que tenga la certeza absoluta de que no va a ser detenido. No es ya solo que pueda ir a la cárcel, es que no quiere que se difunda su imagen esposado en España", dice a El Confidencial una fuente cercana al expresidente.

Otra fuente también cercana al prófugo señala que "tiene pánico a la cárcel": "Si existe la más mínima posibilidad de que la justicia pueda ordenar su detención, no pondrá un pie ni en Cataluña ni en España". En resumidas cuentas, "Otra cosa es que lo detengan y lo extraditen. Ahí ya no puede hacer nada, pero entonces podría haber un escándalo internacional. Una hipotética detención activaría una campaña internacional en contra de España por parte del independentismo", añade.

Foto: El expresidente de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, en el Parlamento Europeo en una imagen de archivo. (EFE/Julien Warnand)

Desde círculos cercanos a su defensa, dirigida por el letrado Gonzalo Boye, ya se jugó desde hace más de un año con el "inminente retorno" del fugado a España y esa consigna fue profusamente difundida por las redes sociales y en plataformas netamente independentistas, dando falsas esperanzas a sus acólitos. "Siempre ha sido una campaña de falsas expectativas. Desde hace un año, un grupo muy cercano a Puigdemont está con esa cantinela. Entre la dirección del partido se ha llegado a hablar el tema e incluso determinadas personas de la absoluta confianza de Puigdemont nos lo plantearon como verdad inapelable, pero en el fondo sabíamos que eso no podía ser”, admite una fuente de JxCAT, el partido que lideró.

Ahora, tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que da la razón al juez Pablo Llarena y limita las posibilidades de negativa de la Justicia belga a una extradición, se vuelve a plantear el tema, aunque el propio tribunal deja la puerta abierta a otra negativa a la extradición con argumentos distintos a los de la vez anterior. Los próximos pasos de la Justicia española serán decisivos para saber cuál será el rumbo que tomará el nuevo procés independentista.

El as en la manga de Puigdemont

Una de las teorías que abona el círculo más próximo a Puigdemont es que el eurodiputado sea designado miembro de una delegación de la Comisión Pegasus del Parlamento Europeo, que visitará España dentro de unas semanas. "Entonces será aforado y no podrán tocarlo. Como miembro de la comisión, se paseará por España sin peligro de que le detengan", alardean algunos de sus colaboradores más íntimos en las redes.

Pero en JxCAT no lo tienen tan claro. "No vendrá aunque sea elegido miembro de esa delegación. Sabe que si pisa España va a ser detenido y por eso se mantendrá lejos de aquí. Una cosa es lo que se diga en las redes sociales y otra lo que se haga en los despachos. Lo que se está haciendo es una mera campaña propagandística. Puigdemont no tiene la menor intención de pisar España. Solo lo hará en el caso de que tenga la certeza completa de que no va a ser detenido, que se le retiran todos los cargos y que no tiene ninguna orden de detención. Y aun así, no se fía", explica a este diario una fuente vinculada al expresidente.

Al fugado le queda un as en la manga: visibilizar un supuesto "conflicto étnico" en España. Las fuentes consultadas por este diario aseveran que en caso de que fuese detenido, se activaría una campaña en la que se comenzaría a hablar de que existe una persecución sistemática hacia una pretendida "minoría nacional catalana". Esa es la tesis sustentada por el propio letrado de Puigdemont, para quien los organismos internacionales solo podrán intervenir si existe un conflicto de esta naturaleza.

Pese a sus teorías conspiratorias, Puigdemont cuenta con el apoyo total del partido

Desde algunos segmentos soberanistas se desmarcan de la solución étnica, pero políticamente solo hay un modo de que las agencias internacionales intervengan y se propongan como mediadoras: inventar un conflicto entre España y una "minoría nacional". Y eso es lo que piensa hacer el sector más extremista del soberanismo. Lo adelantó este martes el exvicepresidente del Parlament y gran amigo de Puigdemont, Josep Costa. El párrafo 25 de la sentencia, el único que es válido para un sector del independentismo, habla de que solo se puede denegar la extradición si hay una persecución hacia un "grupo objetivamente identificable". Y ese concepto, dice el círculo más íntimo de Puigdemont, se puede asimilar al de "minoría nacional" que introdujeron los relatores de un grupo de trabajo de la ONU con su informe a la medida del movimiento separatista.

Pese a sus teorías conspiratorias, Carles Puigdemont cuenta con el apoyo total del partido y todo lo que se decide en la cúpula de Junts per Catalunya pasa antes por él. La correa de transmisión es el secretario general, Jordi Turull, que es su hombre en Barcelona. Las relaciones con Laura Borràs, en cambio, no pasan por su mejor momento, debido a un distanciamiento entre ambos. Es más, Puigdemont no quiere que el tema judicial que salpica a Borràs, y que será juzgado la semana que viene, se compare con el suyo "porque son completamente diferentes".

El fugado Carles Puigdemont no regresará a España próximamente. O, por lo menos, no por voluntad propia. Eso es lo que dicen en sus círculos de confianza, aunque desde un determinado sector muy cercano a él se traslade a la opinión pública la información de que piensa volver y de que es intocable, puesto que le asiste la inmunidad parlamentaria de diputado de la Cámara europea. "Su intención es no pisar España a menos que tenga la certeza absoluta de que no va a ser detenido. No es ya solo que pueda ir a la cárcel, es que no quiere que se difunda su imagen esposado en España", dice a El Confidencial una fuente cercana al expresidente.

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