Salvador Illa y Aragonès ultiman el acuerdo de presupuestos para cerrarlo esta semana

El líder del PSC, Salvador Illa, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ultiman el acuerdo de presupuestos de la Generalitat para 2023. Fuentes de ambas partes esperan que durante esta semana se cierre el último punto pendiente: la ampliación del aeropuerto de El Prat. En la práctica, ERC aceptará todas las peticiones de los socialistas y así podrá tener sus cuentas y salvar la legislatura. Aragonès se impone al presidente del partido, Oriol Junqueras. Se anteponen la Generalitat y la estabilidad del Govern a la estrategia municipal de los republicanos.

El pasado viernes, desde Sabadell, regidores de ERC y las bases del partido en el Vallès cuestionaron que se haya cedido en la construcción de la B-40, la autovía entre Sabadell y Terrassa que los republicanos llevaban años bloqueando, gracias a su alianza con la CUP. El pasado jueves, Aragonès confesó que asumía el proyecto.

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Marcos Lamelas. Barcelona

El pasado jueves, Aragonès intentó un último truco: cambiar la B-40 por la ampliación del aeropuerto. Desde el PSC, no se transigió. Así que a ERC solo le queda ceder. El plan de los republicanos era que la palabra ampliación no estuviese en el documento final que recogiese el pacto respecto a El Prat, pero al final no será posible. Los socialistas catalanes valoran que se trata de una infraestructura clave para el futuro de Cataluña y, además, el presidente de AENA es Maurici Lucena, una persona de la plena confianza del partido. La previsión es que ERC renuncie a la ampliación del aeropuerto. Ya se ha pactado con los comunes de Ada Colau que estos no rompan su parte del acuerdo si no se rompe la literalidad de su pacto previo.

Hay temas pendientes. ERC necesita una fórmula que le permita salvar los muebles. Y Salvador Illa quiere un acuerdo con luz, taquígrafos y… fotógrafos. Que se visualice claramente que el PSC está desplegando buena parte de su programa a través de estos presupuestos. También espera usar este pacto para reivindicar que fue el PSC y no ERC quien ganó las últimas elecciones en Cataluña. A lo mejor no lo consigue, pero son los flecos que se juegan en estas negociaciones. Una palabra, ampliación, y una foto. No hay partidas presupuestarias para el aeropuerto, como con Justicia, recuerda la portavoz de los comunes en el Parlament, Jèssica Albiach. Los 2.000 millones de coste de la nueva pista los ponen los accionistas de AENA.

El origen de los males

El origen de lo mal que se ha llevado la negociación hasta ahora está en Arenys de Mar. Allí convocó Pere Aragonès a Salvador Illa el pasado sábado 14 de enero. Ambos se vieron. Pero en lugar de cerrar el pacto, todo siguió abierto. La explicación oficial es que se designó a la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, y a la portavoz del PSC en el Parlament, Alicia Romero, como negociadoras. Pero suena a excusa, porque ya lo eran antes. Ninguno de los protagonistas explica qué pasó en Arenys y qué fue mal para que se perdieran dos semanas preciosas en reproches y quejas mutuas. Algunas fuentes apuntan a que Aragonès fue inflexible y siguió esperando el apoyo gratis por parte de Illa.

ERC intentó conseguir en Madrid los avances que le eludían en Barcelona

Aquel domingo, Romero y Vilagrà se reunieron en el Palau. Vilagrà trasladó su propuesta sobre la B-40 y a pesar de la petición de Alicia Romero, la cuestión de la ampliación quedó aparcada. Y allí la dejaron los socialistas, según fuentes de republicanos y del PSC conocedoras de los contactos.

Presión a Madrid

Como las conversaciones no avanzaban, ERC optó por presionar en Madrid. Pero Pedro Sánchez, con los presupuestos generales del Estado, no se mostró receptivo a las peticiones de sus socios catalanes. La clave volvía a estar en Barcelona después de dos semanas en que la portavoz de la Generalitat, Patricia Plaja, seguía insistiendo en que el único tema pendiente era la B-40. Mientras tanto, Alicia Romero lo negaba, todo parecía muy enquistado.

Al final, Aragonès ha tragado con la B-40. Y eso que su conseller de Territori, Juli Fernández, es el ideólogo de la oposición a esta autovía. Al alargar la situación ahora con el aeropuerto, Illa prolonga la tortura. Por eso se prevé que Pere Aragonès opte por acabar cuanto antes, entregar al PSC sus peticiones, que incluyen calendarios de ejecución concretos, y evitar así ir a las elecciones en octubre.