Presión máxima de ERC al PSC para salvar la legislatura con un pacto de presupuestos
Pere Aragonès lo ha intentado todo: presionar a Pedro Sánchez, presentar a JxCAT como alternativa o apoyarse en los agentes sociales. Pero no ha podido doblegar a los socialistas
El presidente catalán, Pere Aragonès, ha echado el resto para presionar al PSC y que le apruebe los presupuestos de la Generalitat para 2023 sin tener que aceptar el últimátum del líder socialista, Salvador Illa. Hoy acaba el plazo que se habían dados las dos partes, las cuales siguen lejos del acuerdo, con Illa en Catalunya Ràdio afirmando que la suya es “una propuesta de mínimos”. ERC ha aplicado el máximo de presión a los socialistas desde todas las direcciones pero no ha funcionado.
Aragonès se reunió con los agentes sociales para destacar la importancia de tener unas cuentas en vigor. Previamente había pedido a Pedro Sánchez que forzase a Illa a que le aprobasen las cuentas, aprovechando la cumbre hispano-francesa en Barcelona de la pasada semana. También organizó una reunión de la consellera de Presidència con JxCAT este martes para trasladar a los socialistas la idea de que tienen una alternativa.
Nada de esto ha logrado el efecto deseado por los republicanos. El PSC sigue en sus trece y JxCAT se plantea aprobar algún decreto para no dejar colgado al denominado “tercer sector”, asociaciones, bienestar social y otros colectivos que viven del apoyo público y que perderían millones por la ausencia de las cuentas. Pero no los presupuestos de la Generalitat como bloque, ya que en el partido que preside Laura Borràs se muestran convencidos de que su electorado no entendería que ahora apoyasen las cuentas de Aragonès después de haber salido de mala manera del Govern hace unos meses, según explican fuentes de la ejecutiva de JxCAT.
Illa y Aragonès han intercambiado mensajes este fin de semana que no han servido para encontrar una solución a la situación de bloqueo que se vive en Cataluña, según ha explicado el secretario general de los socialistas catalanes.
El despliegue de presión de ERC se debe a que se juegan la legislatura. Sin cuentas para el 2023 y con 33 diputados en un Parlament de 135, en JxCAT y en el PSC ya apuestan por que habrá elecciones anticipadas en Cataluña en octubre de este año ante la imposibilidad de seguir en el Palau con apoyos tan magros.
De puertas adentro, en ERC también se habla de elecciones anticipadas pero con menos entusiasmo y sólo de puertas adentro. También porque tal y como se han reducido las penas de malversación el presidente del partido Oriol Junqueras no podrá presentarse.
Semana de huelgas
Por si fuera poco no tener presupuestos, la Generalitat afronta una semana de huelgas que va acentuar la imagen de inestabilidad que empieza a dar el Ejecutivo de Aragonès. Esta semana hay paros en Salut, de los médicos hartos de la sobrecarga de trabajo y de sus bajos salarios; pero también habrá jornadas de protesta de los maestros, de los taxistas y de los secretarios judiciales. La imagen de colapso generalizado en medio de la legislatura y sin unas cuentas a las que aferrarse puede ponen en duda la convicción del presidente catalán de que puede llegar a febrero de 2025.
Médicos, profesores, taxistas y secretarios judiciales pararán esta semana
Algunos de estos paros estaban avisados desde hace meses, como es el caso de los médicos, pero la Generalitat no ha tenido la cintura suficiente para desactivarlo.
ERC busca una salida
En un intento desesperado, ERC está estudiando la petición de desbloquear la B-40, el denominado cuarto cinturón, una autovía de dos carriles de ida y vuelta entre Sabadell y Terrassa, que las fuerzas municipales de los republicanos llevan años impidiendo.
Este lunes en el Parlament, ERC presentó enmiendas a una moción de los socialistas sobre el cumplimiento de compromisos sobre infraestructuras en la que se reclama ejecutar la Ronda Norte entre Sabadell, Terrassa y Castellar del Vallès. En el texto, los republicanos se abren a "estudiar" esta Ronda Norte.
Pero es dudoso que en el PSC compren sólo una declaración de buenas intenciones ya que tanto para la B-40, la ampliación del aeropuerto o Hard Rock Café, los de Salvador Illa están exigiendo unos calendarios concretos que van en contra de los intereses de ERC en las municipales.
El presidente catalán, Pere Aragonès, ha echado el resto para presionar al PSC y que le apruebe los presupuestos de la Generalitat para 2023 sin tener que aceptar el últimátum del líder socialista, Salvador Illa. Hoy acaba el plazo que se habían dados las dos partes, las cuales siguen lejos del acuerdo, con Illa en Catalunya Ràdio afirmando que la suya es “una propuesta de mínimos”. ERC ha aplicado el máximo de presión a los socialistas desde todas las direcciones pero no ha funcionado.
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