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El think tank de Puigdemont se queda sin director a los ocho meses de fundarse
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Agustí Colomines renuncia a dirigirlo

El think tank de Puigdemont se queda sin director a los ocho meses de fundarse

El Consell de la República quiso crear un laboratorio de ideas que ocho meses después no acaba de arrancar e incluso ha perdido a su director en una deriva extraña y sorprendente

Foto: Carles Puigdemont, en el último congreso de JxCAT. (EFE)
Carles Puigdemont, en el último congreso de JxCAT. (EFE)

El Consell de la República de Carles Puigdemont anunció la creación de un think tank para volver a posicionar al independentismo desde un punto de vista estratégico. Puigdemont pretendía teledirigirlo desde Bruselas y que un laboratorio de ideas marcase el paso al conjunto del soberanismo. Pero su proyecto ha recibido un importante revés sólo ocho meses después de presentarse desde que esta semana su director, el historiador Agustí Colomines, presentó su renuncia a través de una carta remitida a Waterloo. Colomines había sido uno de los intelectuales de cámara de Artur Mas y también uno de los inspiradores de, primero La Crida y luego, JxCAT.

En estos ocho meses el think tank en cuestión ni tomó forma jurídica ni generó ningún paper o documento. Eso sí, Agustí Colomines compareció en diversas conferencias por comarcas organizadas por la ANC como director de Pensament i Estrategia, que era el nombre del nuevo ente impulsado por Puigdemont.

Foto: El antropólogo Eudald Carbonell, hombre de peso en el consejo de la CUP. (EFE/Alejandro García)

En su carta de renuncia Colomines se reivindica como un intelectual que prefiere ir “libremente sin ningún vínculo con organizaciones políticas o cívicas". El historiador también asegura que Pensament i Estrategia aún no se había puesto en marcha, lo que no coincide con su actividad pública los últimos meses. Colomines ya había estado al frente de fundaciones vinculadas a Convergència, como fue el caso de la Fundació CatDem.

Puigdemont pierde, por un lado, músculo intelectual, y por otro se queda sin un ente exterior que le permita hacer de laboratorio de ideas del independentismo en un momento en el que el movimiento se encuentra muy perdido, que ni siquiera ha sabido sacar rédito a una crisis institucional como la vivida entre el Gobierno y el Tribunal Constitucional.

placeholder Agustí Colomines, en una imagen de archivo. (EFE/Marta Pérez)
Agustí Colomines, en una imagen de archivo. (EFE/Marta Pérez)

En su carta, Colomines lamenta la “división del independentismo” y que desde el exterior se haga una cosa mientras que en Cataluña se apueste por todo lo contrario. Todo ello no acaba de casar con los meses en los que acudía a actos en los que invitaba a los asistentes a “repensar” la fábrica de ideas para avanzar hacia la República, justo el encargo que le había hecho Puigdemont.

En mayo, el Consell per la Republica planteó un “foro plural que dialoga, delibera y propone debates y estrategias a largo plazo". Este foro iba a estar “integrado por profesionales de distintos ámbitos, como profesores, pensadores, comunicadores y emprendedores con una visión plural del mundo y de su futuro”. Sin embargo, sólo se dieron dos nombres: el del propio Colomines y el del secretario técnico, el también historiador y productor audiovisual Ricard Domingo.

Pretensiones y realidades

Pensamiento y Estrategia pretendía ser un espacio de reflexión y producción de conocimientos, cuya labor iba a traducirse en promover estudios e informes y en organizar conferencias y jornadas con el objetivo de vincular los debates que provoca la lucha por la soberanía de Cataluña con los grandes debates sobre el futuro de la democracia, el bienestar y el libre pensamiento. “La misión de este foro es, por tanto, generar pensamiento estratégico para conseguir la plena soberana de Cataluña en forma de República independiente”, se aseguró en su día.

Foto: Carles Puigdemont. (EFE/Olivier Hoslet)

En realidad, las pocas conferencias que dio Colomines las organizaba la ANC y poco más se llevó a cabo desde el nuevo ente. Este nuevo revés coincide con un momento en que el Consell de la República está un poco estancado: tiene poco más de 100.000 socios, no impulsa iniciativas relevantes, la manifestación del 1 de octubre fracasó y el único giro destacado ha sido el cambio de nombre: de Consell per la República a Consell de la República. La victoria de haber roto el Govern de Pere Aragonès no le ha servido para definir una nueva ruta, que no pase por reclamar una unidad que cada vez está más lejos en el independentismo.

El Consell de la República de Carles Puigdemont anunció la creación de un think tank para volver a posicionar al independentismo desde un punto de vista estratégico. Puigdemont pretendía teledirigirlo desde Bruselas y que un laboratorio de ideas marcase el paso al conjunto del soberanismo. Pero su proyecto ha recibido un importante revés sólo ocho meses después de presentarse desde que esta semana su director, el historiador Agustí Colomines, presentó su renuncia a través de una carta remitida a Waterloo. Colomines había sido uno de los intelectuales de cámara de Artur Mas y también uno de los inspiradores de, primero La Crida y luego, JxCAT.

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