La apuesta de Aragonès por el referéndum traba los presupuestos de la Generalitat

La apuesta del presidente catalán Pere Aragonès por un referéndum para decidir si Cataluña se separa del resto de España pone cuesta arriba la negociación de los Presupuestos de la Generalitat, según explican fuentes consultadas de diversos partidos, entre ellos ERC, PSC y JxCAT. Por ahora, Pedro Sánchez ya lo ha rechazado. Pero no se trata sólo del presidente español. El PSC y JxCAT también han descartado sumarse a la iniciativa, algo más grave ya que la propuesta del president de la Generalitat se basa en un acuerdo con partidos catalanes.

En este momento, sólo los Comunes de Ada Colau comprarían el marco que ha planteado Aragonès en lo que podría entenderse como una convocatoria de la Mesa de Partidos catalanes, que Salvador Illa estaba reclamando desde que arrancó la legislatura. Ayer el propio Illa rechazó en La Ser de plano la propuesta que Aragonès lanzó en su discurso de Sant Esteve: “es decepcionante que Aragonès siga fijando horizontes imposibles para Catalunya, que no tienen el consenso de toda la sociedad catalana. Ahora toca fijar objetivos razonables para el 2023: que Catalunya genere prosperidad y vuelva a liderar económicamente a España. Éste es el camino”.

Pero no sólo fue él. El secretario general de JxCAT, Jordi Turull también se manifestó en contra de la iniciativa. Para Turull, se trató de un “discurso decepcionante”. Y añadió desde un acto del partido en Vic que “El discurso de Aragonès era más del presidente de un partido que del presidente de un país. Lo que hace falta y urge es un acuerdo de claridad sobre hacia dónde quiere llevar al país que no dé la espalda a la estrategia del 52%.”

Pero también la presidenta de JxCAT, Laura Borràs se pronunció en contra del plan para hacer un referéndum. A través de su cuenta de Twitter recordando que su propuesta ya ha sido rechazada por el Parlament donde su gobierno tiene minoría absoluta por haber incumplido los acuerdos firmados”.

Pere Aragonès quiere acordar las cuentas o con JxCAT o con el PSC. Incluso con ambos. Pero al plantear volver al referéndum, por razones distintas se pone a ambos partidos en contra. De hecho, los dos han pedido que se acepten sus peticiones para acordar las cuentas del 2023. Lo mismo hizo Aragonès en su discurso, consciente de que sin presupuestos de la Generalitat la legislatura queda tocada de muerte. Se habla del referéndum que no se hará pero lo que preocupa de verdad son los presupuestos que pueden pactarse.

Críticas en el seno del PSC

Hay críticas en el seno del PSC, aunque no han trascendido en público, según fuentes del partido. Cada vez hay más voces entre los socialistas catalanes que aceptan el planteamiento de que los independentistas no vayan a la cárcel pero que otra cosa es dar oxígeno a ERC sin que ni siquiera hayan pedido disculpas por la fractura social provocada en Cataluña a raíz de los hechos de octubre de 2017.

En algunos sectores del PSC considera que ya se han hecho demasiadas concesiones con la derogación de la sedición y la rebaja de los delitos malversación. En Moncloa pasa algo similar. Se hacen las concesiones y se da tan por finiquitado el tema catalán, que ya ni se reunirá la mesa de diálogo este mes de diciembre.

Falta de mayoría

Y otro problema es que Aragonès tiene muy complicado una propuesta catalana. Para empezar, una mesa de partidos catalanes sin el PP carece de sentido. Sobre todo si el objetivo final es formalizar un referéndum pactado para pronunciarse sobre la autodeterminación de Cataluña. Es necesario cambiar la Constitución y sin el PP no es posible. Pero ERC con sólo 33 diputados en el Parlament y 13 en el Congreso tampoco tiene fuerza para algo así.

Si se aspira a cambiar la Constitución una propuesta sin el PP no va ningún sitio

Luego está el calendario. El propio Aragonès se ha fijado un año para armar la propuesta catalana. En un año la legislatura de Pedro Sánchez habrá acabado. Habrá elecciones en diciembre de 2023. Es un incógnita saber a quién se trasladaría una propuesta catalana si ésta al final llegase a concretarse. Las perspectivas políticas son demasiado inciertas. En medios políticos catalanes se rebaja la propuesta de referéndum de Aragonès como algo destinado a sus votantes, a su parroquia, para mantener la fidelidad del voto en las próximas municipales. Y que se ha querido expresar sin generar excesiva alarma ni en Madrid ni en Barcelona.

Otra posibilidad es que se de la legislatura por perdida y que ERC tenga encuestas que aconsejen adelantar la convocatoria electoral, culpando de ello a los socialistas y a los miembros de JxCAT. Si no, no se entiende que Aragonès haya lanzado su propuesta antes de tener amarrados los presupuestos de la Generalitat. JxCAT no tiene candidato y el partido está dividido. Pero el PSC está en una posición más sólida. Sin embargo, Salvador Illa tampoco contaría con una mayoría suficiente. Si Cataluña va a las urnas durante 2023, lo más posible puede ser un escenario de repetición electoral.