Gobierno y Generalitat acuerdan que Pedro Sánchez y Pere Aragonès se vean en julio

El Gobierno central y la Generalitat han pactado que Pedro Sánchez y Pere Aragonès se vean en julio, según ha confirmado la consellera de Presidència, Laura Vilagrà. “Habrá un encuentro antes de vacaciones, habrá una reunión de Pedro Sánchez y Pere Aragonès antes de que comience el nuevo ciclo político”, ha declarado este miércoles tras la reunión en Madrid con el ministro de Presidencia Félix Bolaños. El encuentro se lleva aplazando desde mediados de mayo.

La reunión, sin fecha a la espera de cuadrar las agendas, ha sido lo único en que han coincidido ambos cargos, ya que Bolaños ha explicado que de manera previa hay que pactar las garantías de un acuerdo que ha de servir de marco durante las próximas semanas. Deberá centrarse en la defensa del diálogo; en el reconocimiento de que Cataluña y España necesitan ante todo soluciones políticas y acuerdos; el respeto a todas las posiciones políticas y la voluntad de no judicializar los conflictos políticos.

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Pero eso, para Vilagrà, supone cuestiones como “la retirada de las euroórdenes o la modificación del código penal para sedición y rebelión” o “la retirada del Tribunal de Cuentas”, unos planteamientos que el Ejecutivo difícilmente podría asumir y que Bolaños no ha mencionado en su rueda de prensa. El ministro de Presidencia ha hablado de “estabilidad”, mientras que la consellera ha centrado el diálogo en “el fin de la represión que afecta a más de un centenar de compañeros independentistas”.

“No, la reunión ha sido la misma”, ha señalado Bolaños, que ha asegurado que “hemos constatado discrepancias con las informaciones aparecidos en 'The NewYorker'. Ahí tenemos una discrepancia entre los Gobiernos porque la consellera me ha trasladado que todo lo que ha hecho el Gobierno sobre Pegasus no le parece suficiente. Persisten en esta cuestión discrepancias todavía”.

“Nunca más debe volver a Cataluña aquella tensión insoportable de 2017. El Gobierno cree que la situación en Cataluña ha mejorado muchísimo”, ha indicado Bolaños tras haber recibido a la enviada de Pere Aragonès. Para Vilagrà, en cambio, la sensación es distinta. “No podemos hablar de deshielo ni de normalización de las relaciones, pero sí que vamos a poner las bases para que haya una negociación plena”, ha añadido.

Compromisos del Gobierno

Por su parte, Bolaños, sólo se ha comprometido a la reforma de la Ley sobre el CNI y la de Secretos Oficiales. Para nada ha hablado de las cuestiones que ha planteado Vilagrà en su rueda de prensa. Parecía, como le ha planteado algún periodista al ministro de Presidencia, “dos reuniones diferentes”. Según Vilagrà, “la baja ejecución en infraestructuras ha minado la confianza y no han sido suficientemente explicados”. Como respuesta, Bolaños ha aclarado que “este año en curso se van a ejecutar muchas más inversiones”.

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El tono de Vilagrà ha sido mucho más duro, mientras que Bolaños se ha esforzado en mostrarse conciliador. Para la consellera de Presidència de la Generalitat, “la represión no para". "Y acumulamos muchas ofensas. En las últimas semanas, hemos conocido prácticas como el ciberespionaje de Pegasus a 60 personas del movimiento independentista, incumplimientos de inversión y dos consejeros han de hacer frente a un juicio que puede acabar en su inhabilitación. Hay muchas causas abiertas para centenares de personas. Pero estamos aquí es una nueva oportunidad para la política y para el diálogo como medios de la resolución de los conflictos”, ha dicho.

“Hoy uno de los frutos de la reunión es que hemos compartido la necesidad de un acuerdo marco para seguir avanzando en el diálogo de esas mesas con una metodología de trabajo en esa mesa”, ha insistido Bolaños, centrado en rebajar la tensión.