Interpol busca a tres magnates rusos que patrocinan al Barça con 12 millones de euros

Los propietarios de uno de los patrocinadores del FC Barcelona están en el punto de mira de Interpol. Los tres magnates rusos que controlan la firma de apuestas 1xBET fueron declarados proscritos en su país por dedicarse, presuntamente, a las apuestas clandestinas. Fuentes del club catalán reconocen a El Confidencial el contrato con la entidad, firmado bajo la presidencia de Josep Maria Bartomeu y heredado por Joan Laporta. El convenio tiene vigencia hasta el 30 de junio de 2024, con un montante total de 12 millones de euros, y seguirá activo a la espera del desarrollo de los acontecimientos.

La relación con el Barcelona comenzó en julio de 2019. “El FC Barcelona y 1xBET colaborarán en diferentes activaciones centro de una amplia variedad de activos, entre ellos el acceso a los jugadores para crear material promocional y campañas de 'marketing”, señalaba. En ese momento, la casa de apuestas se presentaba como una marca “con una trayectoria de más de 12 años, líderes a nivel internacional en los ámbitos de la tecnología y del juego 'online". La empresa aseguraba que contaba con oficinas en Europa, Asia y América Latina, además de otros acuerdos con el Tottenham Hotspur inglés y la Serie A, la liga de fútbol italiana. El club británico, no obstante, renunció ese mismo mes al patrocinio suscrito.

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Ese mismo año, la compañía intentó patrocinar al Chelsea y al Liverpool, pero la Comisión de Juego del Reino Unido le retiró la licencia para operar en su país tras filtrarse sus participaciones en la promoción de un “casino Pornhub” y apuestas en deportes infantiles, así como en webs consideradas ilegales. El tema comenzó a ser investigado en Rusia en 2020 y el Servicio de Impuestos Federales de este país le retiró la licencia. Fue entonces cuando Moscú denunció el tema a Interpol, que dictó orden de busca para los tres magnates por presunta estafa y apuestas clandestinas. En Rusia, les fueron incautadas propiedades inmobiliarias por valor de 1.500 millones de rublos (alrededor de 20 millones de euros en ese momento).

“No es uno de nuestros patrocinadores más importantes, ni mucho menos. No tienen grandes activos con nosotros ni hay una visibilidad trascendente. Su logotipo no tiene presencia ni en la manga, ni en el entrenamiento ni como espónsores”, justifican fuentes del Barça. Pese a la investigación abierta contra sus dueños, no se prevé que a corto plazo se rescinda el convenio. Tampoco por el hecho de ser rusos, pese al cese de relaciones en todo el mundo con las empresas de este país por la guerra de Ucrania. Algunas fuentes apuntan a que si esto ocurriera, el club tendrá que pagar una indemnización millonaria. "La directiva ha de ser prudente y no precipitarse. Debe estudiarse bien el tema", indican a este diario. El Barcelona recibe alrededor de 2,5 millones de euros anuales por este patrocinio.

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Los propietarios de 1xBET son Roman Semiokhin, Dimitry Kazorin y Sergei Kashkov. La compañía, cuyo nombre oficial es 1X Corp NV, fundada en 2007, fue registrada en la isla de Chipre, que funciona como un paraíso fiscal, pero con licencia de Curaçao eGaming License. Sus operaciones internacionales son dirigidas desde Chipre, Malta y Abuja (Nigeria). También controlan la compañía Techninfusion Limited, registrada en Gibraltar, que administra las webs 1xbet.com y 1-x-bet.com. Hace dos años, gracias a las inversiones realizadas en Chipre, los tres socios consiguieron la nacionalidad de este país, evitando así a las autoridades rusas.

Antiguo jefe policial

En julio de 2020, una investigación de la Dirección del Comité de Investigación de la región rusa de Bryansk les dio la puntilla. De esa localidad era uno de los propietarios de la compañía, Sergei Karshkov, hijo de un oficial del Ejército ruso (aunque nacido en Kiev) que había sido comandante de la policía (algunas fuentes le atribuyen el rango de mayor) y jefe del Departamento de la Dirección de Asuntos Internos. Esta unidad, de la que fue responsable en 2010, era la encargada de prevenir los delitos informáticos, de telecomunicaciones o fraudes con móvil. Ahora está acusado de organizar apuestas ilegales, lo que le puede suponer una pena de prisión de seis años.

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Según el informe del comité de investigación, desde 2014 a 2019 los tres socios crearon un 'software' para organizar y realizar apuestas pero sin licencia oficial del Servicio de Impuestos Federales, requisito indispensable para operar en ese sector en Rusia. Ahí fue donde se descubrió que su imperio operativo estaba dirigido desde una empresa radicada en Gibraltar, lo cual no deja de resultar chocante, habida cuenta de que la empresa no puede operar en Reino Unido. En esos cinco años, la compañía ingresó más de 63.000 millones de rublos (casi 900 millones de euros). El escrito también detallaba que la casa de apuestas había invertido en traducir contenido pirateado para 17 estudios de doblaje rusos y desde 2015 había patrocinado el doblaje de unas 900 películas.

Guerra de Ucrania

El portavoz de 1xBET, Alex Sommers, declaró a propósito del contrato con el Barça: "El eslogan del Barcelona es ‘Más que un club’ y esperemos que a lo largo de los próximos cinco años los fans se den cuenta de que 1xBET es más que una casa de apuestas". Según la compañía, su plantilla sobrepasa los 5.000 trabajadores y cuenta “con el mayor número de mercados de apuestas prepartido y en directo, así como una amplia variedad de casino 'online' y juegos de mesa”.

Tras la invasión de Ucrania, los tres socios apenas han mantenido actividad en las redes sociales. Semiokhin publicó su último tuit el 22 de febrero, unas 24 horas antes de la invasión. Kazorin no tiene ni siquiera perfil y Karshkov publicó una carta abierta el 27 de febrero en la que dice que desea la paz porque rusos, ucranianos y bielorrusos han sido siempre “hermanos” y han estado siempre “unidos”. Añade que nació en Kiev, aunque es “hijo de un oficial ruso del Ejército soviético”. Luego, la familia se mudó a Bryansk, una región de Rusia cerca de las fronteras de Ucrania y Bielorrusia. “Mi hijo mayor cumple 18 años este año. Hizo una declaración para la que no estaba preparado: quería servir en el Ejército ruso. Para proteger a la patria y llevar a cabo muchas órdenes, como sus padres y abuelos antes que él. Un pensamiento muy noble para un hombre joven y, por lo general, estaría lleno de orgullo. Hoy, sin embargo, siento una inmensa tristeza”.