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Diferencias entre Madrid y Cataluña

ERC salva las cuentas de Pedro Sánchez mientras hace luz de gas a Salvador Illa

El plan de Aragonès pasa por evitar una doble dependencia, como quieren los comunes, una estrategia de apoyo mutuo entre Madrid y Cataluña, en el Congreso y en el Parlament

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), estrecha la mano del portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. (EFE/Mariscal)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), estrecha la mano del portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. (EFE/Mariscal)

Salvador Illa y el PSC llevan desde agosto ofreciéndose para pactar los presupuestos de la Generalitat para 2021. Desde entonces, los socialistas han estado esperando que alguien se pusiese en contacto con ellos. Pero eso no ha ocurrido. Mientras tanto, en Madrid pasa lo contrario. Gabriel Rufián ha salvado los presupuestos generales del Estado de Pedro Sánchez. Así que hay dos ERC, la de Madrid y la de Barcelona. La de la capital de España es la principal muleta del socialismo. Por el contrario, en Cataluña se dedican a ignorar de manera sistemática al partido del puño y la rosa porque la prioridad es pactar con la CUP.

En una entrevista en Ràdio Estel, Salvador Illa ha calificado de "error" que durante tres meses se nieguen a hablar con el primer partido del Parlament y el que ganó las pasadas elecciones.

"Si nos llaman, estaremos dispuestos a hablar y buscar lo mejor para Cataluña", ha añadido el líder de la oposición, volviéndose a ofrecer. Sin embargo, no ha querido anticipar el sentido del voto del PSC en el debate a la totalidad cuando los presupuestos lleguen al Parlament después de que el próximo martes los apruebe el Govern. Fuentes parlamentarias apuestan por que el PSC acabaría absteniéndose en caso de verse en el brete de apoyar las cuentas que presente la Generalitat.

Illa ha considerado lógico que la Generalitat no se haya puesto en contacto con el PSC por los presupuestos porque, según ha dicho, el Ejecutivo de Pere Aragonès ha tenido una actitud "muy cerrada". Y ha asegurado que, más allá de "conversaciones muy informales de 30 segundos", no ha habido ningún ofrecimiento, ni de la propia Generalitat, ni de ERC ni de JxCAT, formación que sí ha abogado en público por que se pacte con los socialistas.

Foto: El portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián. (EFE)

La estrategia de Aragonès es clara: evitar una doble dependencia, como quieren los comunes, una estrategia de apoyo mutuo en Madrid y en Cataluña, en el Congreso y en el Parlament. Al mantener su prioridad de negociar los presupuestos catalanes con la CUP, que se está resistiendo a ello, los republicanos consideran que mantienen mucho más margen de maniobra en Madrid.

La Generalitat tiene un par de cartas para las semanas de tramitación de los presupuestos en el Parlament, adonde llegarán la próxima semana. La prioridad es hacer concesiones que los anticapitalistas puedan vender a sus bases, que en este momento están debatiendo si respaldar o no las cuentas que ha preparado el 'conseller' Jaume Giró.

Tiempo de descuento

Con los presupuestos en el Parlament, todavía quedarán unas semanas para negociarlos. Ahí es donde Aragonès piensa jugar con algunas cesiones, como internalizar los servicios del 112 o el 061, que ahora llevan empresas subcontratadas, según explican fuentes parlamentarias. Esto y algunos otros puntos recogidos en el acuerdo entre ERC y la CUP deberían servir para que los anticapitalistas garanticen el apoyo para el que ahora se muestran tan cicateros. Eso sí, será en el tiempo de descuento.

La Generalitat espera desbloquear los presupuestos con cesiones de última hora

Mientras tanto, se prevé que Pedro Sánchez ya tendrá mucho más encarrilados sus presupuestos en el Congreso, si esto acaba pasando. De manera que el PSOE contará con unas relativas facilidades mientras que sus primos catalanes del PSC son condenados al ostracismo pese a ser el primer grupo parlamentario catalán, con sus 33 diputados.

Foto: La diputada de la CUP Dolors Sabater. (EFE)

Dos modelos

Al final, toda la política catalana pivota sobre dos modelos, en que lo determinante es el PSC. Por un lado, el recuerdo del tripartito —ERC, PSC y los comunes—. Por otro, el pacto de la Diputación de Barcelona, un auténtico homenaje a la 'sociovergencia' —PSC y JxCAT—. Si se piensa, JxCAT y PSC ya coincidieron en una cuestión tan clave como el aeropuerto. Pero ERC y PSC son los pilares de la mesa de diálogo. En ambos casos, los socialistas catalanes juegan el rol de piedra angular. La única manera de que ninguna de estas alternativas pase a imponerse es mantener la actual mayoría independentista, que se resquebraja por las múltiples tensiones entre ERC y JxCAT.

Salvador Illa y el PSC llevan desde agosto ofreciéndose para pactar los presupuestos de la Generalitat para 2021. Desde entonces, los socialistas han estado esperando que alguien se pusiese en contacto con ellos. Pero eso no ha ocurrido. Mientras tanto, en Madrid pasa lo contrario. Gabriel Rufián ha salvado los presupuestos generales del Estado de Pedro Sánchez. Así que hay dos ERC, la de Madrid y la de Barcelona. La de la capital de España es la principal muleta del socialismo. Por el contrario, en Cataluña se dedican a ignorar de manera sistemática al partido del puño y la rosa porque la prioridad es pactar con la CUP.

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