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La misión imposible de refundar TV3: "Los partidos han hecho metástasis social"
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EL PSC QUIERE REHACERLA DESDE CERO

La misión imposible de refundar TV3: "Los partidos han hecho metástasis social"

ERC y JxCAT luchan por el control de los medios públicos catalanes para esta legislatura, una prueba más de que algo falla. Hace 30 años, Jordi Pujol los modeló como ariete del nacionalismo

Foto: Empar Moliner y Pilar Rahola son dos de las principales agitadoras políticas de TV3. (TV3)
Empar Moliner y Pilar Rahola son dos de las principales agitadoras políticas de TV3. (TV3)

El pasado martes, TV3 emitió un documental titulado 'Jorge Fernández Díaz contra el mal', un trabajo que expone las llamadas cloacas del Estado y detalla cómo el exministro de Interior se sirvió de ellas para atacar al independentismo. El documental costó a las arcas públicas 70.327,86 euros. Tres días antes, había emitido 'La Corona retratada' para airear los trapos sucios de la Casa Real, donde se entrevista a los raperos Pablo Hasél y Valtònyc. En abril, TV3 emitió 'Pujol: los secretos de Andorra', un documental tan esperado como condescendiente a la hora de abordar los entramados de corrupción del ‘expresident’. Y entre medias, está emitiendo cada domingo en horario de máxima audiencia un serial de ocho capítulos sobre el juicio del ‘procés’, realizado por Mediapro, la productora de confianza del Govern, a un coste de 440.000 euros.

Pese a que el llamado ‘procés’ ha rebajado mucho su intensidad, los medios públicos catalanes mantienen un elevado octanaje ideológico en sus programas e informativos, particularmente TV3. Días atrás, el Partido Socialista de Cataluña (PSC) publicó un informe titulado 'La refundación de la CCMA', en referencia a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, y con él abrió la caja de Pandora. ¿Es refundable la CCMA, o es un enorme buque solo controlable por los partidos independentistas?

placeholder Fotogramas del programa de sátira política 'Polònia', con Franco como personaje estrella. (TV3)
Fotogramas del programa de sátira política 'Polònia', con Franco como personaje estrella. (TV3)

El PSC propone, a grandes rasgos, que los medios públicos dejen de ser el ariete de la propaganda independentista y que den un paso al frente en modernización y digitalización, pues pese a su fabuloso presupuesto de 282 millones (año 2020), están a la cola en desarrollo digital. En cambio, no dudaron en gastar 50 millones en producción externa el año pasado, dinero que se llevaron principalmente Jaume Roures en Mediapro (ocho millones en 2020) y Toni Soler, gran agitador del independentismo, a través de la sociedad Minoria Absoluta.

El informe de los socialistas ha sido enviado a los distintos grupos parlamentarios catalanes como base para negociar. Parece ingenuo que el PSC trate de hacer tragar ese sapo a Junts per Catalunya y ERC, pues ambos se sienten muy cómodos con el actual estado de agitación mediática. Tanto, que están inmersos en una lucha fratricida por justamente el control de los medios públicos esta legislatura, aspecto que consideran tan crucial que podría dar al traste con el pacto de gobierno.

El problema es que ambos necesitan a los socialistas para que sus acuerdos secretos sobre TV3 y Catalunya Ràdio sean aprobados, y ahí radica la fuerza de los de Salvador Illa. Para renovar los cargos directivos de la CCMA se requieren dos tercios del Parlament, y hace años que están caducados. ¿Podrá el PSC forzar la desescalada ideológica o es un brindis al sol?

Foto: El candidato de ERC a 'president', Pere Aragonès. (EFE)

Una estructura cara y obsoleta

“La refundación de la corporación es algo que ya decíamos algunos hace más de 10 años. Es un paquidermo que no tiene sentido, cuesta muchísimo dinero al contribuyente y su evolución ha traicionado en cierto modo sus ideas fundacionales. No queríamos ser nunca como TVE, a nivel de costes e inmovilismo, y ahora igual estamos peor, con una estructura pesada y sobredimensionada”, explica Oleguer Sarsanedas, director de Catalunya Ràdio entre 2005 y 2009. Y apuntilla: “La corporación está controlada por los partidos políticos, que han hecho metástasis social y han anulado instancias que deberían ser no partidistas. Un caso palmario son los medios públicos, que se han dedicado a hacer campaña en favor de los partidos en el poder”.

"Los partidos políticos han anulado instancias que deberían ser no partidistas. Un caso son los medios públicos"

Pese a su guerra intestina por controlar la corporación (y por controlar todos los resortes del poder en general), Junts y ERC no tienen ninguna prisa por debatir sobre la estructura y orientación de sus medios públicos. El Parlament lleva 10 años sin renovar el llamado contrato-programa, que fija las relaciones entre la Generalitat y la corporación. Los cargos directivos llevan tiempo caducados, y como esto es ilegal, Junts y ERC aprobaron el pasado diciembre una resolución de urgencia para preservar los mismos pilares para los próximos años, sin querer abrir la mano al resto de fuerzas políticas.

placeholder El director de TV3, Vicent Sanchis, junto a Saül Gordillo, director de Catalunya Ràdio, en el Parlament. (EFE)
El director de TV3, Vicent Sanchis, junto a Saül Gordillo, director de Catalunya Ràdio, en el Parlament. (EFE)

“Hay una descomposición enorme ahora en la Generalitat, hay 150 cargos pendientes de escoger porque están caducados, no solo en la CCMA, también en la Sindicatura de Greuges [Defensor del Pueblo catalán] o la Sindicatura de Cuentas. Es impresentable, tiene que haber un pacto global que renueve las instituciones fundamentales, porque esto no puede durar más, está absolutamente podrido”, advierte Jaume Reixach, director de la revista 'El Triangle', uno de los medios más críticos con los desmanes políticos en Cataluña y la gestión de sus medios públicos.

Reixach señala la dependencia de TV3 de Mediapro, a quien presuntamente se le pagarían los servicios prestados a favor de la causa en forma de suculentos contratos. Y eso que la CCMA lleva muchos años cerrando el ejercicio con déficit. En 2020, la pérdida fue de ‘solo’ un millón, pero el ente ya ha avisado de que padece “graves problemas de tesorería”. Solo en costes laborales, la corporación gasta 172,6 millones en una plantilla de 2.300 trabajadores, que gozan de unas condiciones envidiables.

Solo en costes salariales, la corporación gasta 172,6 millones en una plantilla de 2.300 trabajadores

Según el barómetro de opinión del CEO (el CIS catalán), solo un 16% de la audiencia de TV3 y del canal de noticias 3/24 se declara contrario a la independencia. Es decir, que solamente los más cafeteros ven con frecuencia TV3. O al revés: TV3 informa y programa pensando exclusivamente en esa mitad de catalanes que anhelan la independencia y aborrecen a España. La otra mitad hace mucho tiempo que dejó de ver la tele pública, y eso no ha sido impedimento para seguir con la agitación política día y noche, en informativos y en programas de entretenimiento.

Félix Riera fue director de Catalunya Ràdio entre 2012 y 2015. Fue destituido dos meses antes de las elecciones plebiscitarias que arrancarían la fase dura del 'procés'. Para muchos, lo de Riera fue un aviso de que venían tiempos de alta tensión política. “Hay que debatir sobre el valor que tienen TV3 y Catalunya Ràdio. El valor económico, simbólico y político. ¿Qué valor tienen si no son capaces de tener un sistema de renovación que garantice los cambios a los que están obligados por ley? Hay que reflexionar sobre su futuro, y solo así podremos valorar si los 280 millones de gasto de la CCMA son mucho o poco”, explica.

Riera sostiene que “hay que despolitizar los medios públicos para que el modelo sea sostenible”, y una buena manera de hacerlo es analizar qué criterios se aplican a la hora de aprobar y contratar programas y proyectos. Es decir, la pelota no está tanto sobre el tejado de los periodistas, sino de los altos cargos que deciden qué programas se emitirán y qué intención política hay en cada uno.

placeholder Quim Torra, entrevistado por el director de TV3. (EFE)
Quim Torra, entrevistado por el director de TV3. (EFE)

En su informe, el PSC es tajante: “Se utilizan expresiones o connotaciones que implican una acusación constante de falta de democracia a España. Se permite la tergiversación de la historia de la época de la República, de la Guerra Civil, del franquismo o de la transición, de manera que se simplifica, más o menos sutilmente, en una contraposición entre catalanes y españoles (como si en Cataluña no hubiera habido partidarios de los dos bandos en la Guerra Civil, ni tampoco franquistas)”. En otro punto, afirma que se hace "una selección de temas, de voces o de tonos que definen una realidad tergiversada", y que una parte de los profesionales "se apuntan, sin rubor, en la defensa de estas posiciones partidistas".

Desde el consejo profesional de TV3, lamentan que “una vez más” se viertan dudas sobre su trabajo. “Decir que hacemos una información tendenciosa se debe más a un interés político partidista, en este caso del PSC, que a una realidad. Siempre que hay elecciones o negociación política, TV3 se pone sobre la mesa. Pedimos que se nos deje de lado, sobre todo cuando todos los baremos de credibilidad y pluralidad nos sitúan en lo más alto. Aquí no hay comisarios políticos dictando las informaciones”, afirma Mireia Segú, portavoz del consejo.

Herencia de Jordi Pujol

En la década de los noventa, la corporación empezó a estar controlada directamente por Jordi Pujol. El 'president' hacía y deshacía, nombraba directores y gestores, controlaba los objetivos de la programación y decidía qué productoras privadas se contrataban a través de su mano derecha Lluís Prenafeta (luego gran muñidor de las tramas corruptas de Convergència). Aquel objetivo proclamado por Pujol de alcanzar una ‘conciencia de catalanidad’ se fue transformando progresivamente en predominio de una "doctrina nacionalista" a medida de CiU.

Lo cuenta Sarsanedas: “Hubo un momento en que el poder político dice ‘dejémonos de historias con lo de parecernos a la BBC. Los medios están aquí para que los usemos y si no lo hacemos somos tontos’. Eso ocurrió a principios de los noventa [TV3 comenzó a emitir en 1983] y desde entonces la presión por el control político aumenta, y eso lo tiñe todo cada vez más. En ese punto, el razonamiento de los directivos de la corporación es hacer una oferta de contenidos para un perfil muy concreto de espectadores, que son quienes les votan, y eso no solo refuerza su poder político sino que garantiza buenos resultados. Esto puede servir para un medio privado, pero jamás lo debe hacer un medio público. A corto plazo, puede dar buen resultado, pero a la larga es una estrategia suicida”.

Foto: Pilar Rahola. (Ilustración de Raúl Arias)

El propio comité de empresa de TV3 ha pedido la despolitización de los medios de la CCMA en un comunicado reciente, aunque lógicamente se niega a cualquier recorte de plantilla. La pelota no solo está en el tejado de los directivos de la corporación y de los principales cargos en TV3 y Catalunya Ràdio, sino también en el de los 2.300 profesionales que la conforman. Parece razonable pensar que una descompresión ideológica de la cúpula se traduciría en un cambio de tono y de prioridades en los distintos programas.

Sin embargo, Sarsanedas advierte de que no será fácil resetear. “En los medios públicos hay gente que lleva 30 años trabajando, entraron jóvenes y han seguido ahí. Tras toda una vida funcionando de una determinada manera, obedeciendo unos patrones, se crean unas formas de hacer. Cambiar al número uno de la jerarquía no resuelve los problemas, hay que dotar de herramientas que permitan abrir las ventanas. Pero es poco realista pensar hoy en un cambio de calado. Junts y ERC siguen teniendo el poder, y la voluntad de ambos es que todo siga como está. Tendría que haber otra voluntad política mayoritaria para cambiar las cosas”.

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El pasado martes, TV3 emitió un documental titulado 'Jorge Fernández Díaz contra el mal', un trabajo que expone las llamadas cloacas del Estado y detalla cómo el exministro de Interior se sirvió de ellas para atacar al independentismo. El documental costó a las arcas públicas 70.327,86 euros. Tres días antes, había emitido 'La Corona retratada' para airear los trapos sucios de la Casa Real, donde se entrevista a los raperos Pablo Hasél y Valtònyc. En abril, TV3 emitió 'Pujol: los secretos de Andorra', un documental tan esperado como condescendiente a la hora de abordar los entramados de corrupción del ‘expresident’. Y entre medias, está emitiendo cada domingo en horario de máxima audiencia un serial de ocho capítulos sobre el juicio del ‘procés’, realizado por Mediapro, la productora de confianza del Govern, a un coste de 440.000 euros.

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