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La pugna por controlar TV3 y el relato en medios acerca a Cataluña a repetir elecciones
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Así voló el pacto entre ERC y JxCAT

La pugna por controlar TV3 y el relato en medios acerca a Cataluña a repetir elecciones

La presidenta del Parlament, Laura Borràs; Carles Puigdemont, Jordi Sànchez y el portavoz en el Parlament Albert Batet quisieron seguir controlando los medios de comunicación

Foto: El candidato de ERC a 'president', Pere Aragonès. (EFE)
El candidato de ERC a 'president', Pere Aragonès. (EFE)

La pugna por controlar TV3 y la Direcció General de Mitjans de Comunicació, que reparte las subvenciones a los medios de comunicación en catalán, y por tanto con audiencias independentistas, es lo que ha provocado que el pacto de ERC y JxCAT saltase por los aires y por sorpresa este fin de semana, según explican fuentes de ambos partidos. De manera oficial, ninguna de las fuerzas políticas lo explica, porque cuando pasa algo como lo que pasó ayer las verdaderas razones son inconfesables: con el futuro 'president' Pere Aragonès anunciando por sorpresa que se rompían unas conversaciones las cuales un día antes el secretario general de JxCAT, Jordi Sànchez, había dado por prácticamente cerradas. El control de los medios ha sido la clave del desacuerdo. Una disputa que acerca a Cataluña de manera muy peligrosa a repetir las elecciones por mucho que Aragonès diga que gobernará en minoría.

Sànchez explicó el viernes en una salida de la cárcel que aprovechó para dar una rueda de prensa que el acuerdo estaba en su recta final, que era cuestión de días y que “solo quedaban unos flecos”. Estos flecos eran repartirse el control de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA), las direcciones de TV3 y Catalunya Ràdio y el control de la Direcció General de Mitjans de Comunicació, que para defender el catalán reparte al año más de quince millones de euros anuales a los medios en lengua catalana. Además, este área, que en este momento controlaba ERC y que Aragonès quería dejar en el departamento de Presidencia, asigna más de 20 millones en publicidad institucional. Los más beneficiados: el Grupo Godó –RAC y 'La Vanguardia' en catalán– y luego 'El Punt Avui', el diario que dirige Xevi Xirgu, amigo personal y coautor del libro de Carles Puigdemont. Estos dos grupos se llevan más de la mitad del total de las ayudas.

Foto: El secretario general de JxCAT, Jordi Sànchez. (EFE)

En el entorno independentista se considera que el que subvencione los medios marcará el relato y podrá culpar al otro partido de lo que salga mal. Se había acordado repartirse la Generalitat al 50%, mientras que en caso de que en los próximos días no se llegase a un acuerdo sobre los medios de comunicación se aplicaría el mismo pacto que en la legislatura anterior pero al revés. Eso suponía que la presidencia de la CCMA le tocaría a ERC y las subvenciones a JxCAT. Pero la presidencia de la CCMA no era segura –depende del PSC en última instancia– y los republicanos entendían que mantener la Direcció General de Mitjans de Comunicació, que después de todo cae en la 'conselleria' de Presidència, que les toca a ellos y la iba a asumir, Laura Vilagrà.

Pero en JxCAT no cedieron. No fueron la mayoría del partido, partidarios del pacto que ya estaba casi ultimado, sino los más representativos. Entre ellos, Carles Puigdemont, Jordi Sànchez, la presidenta del Parlament, Laura Borràs; y el portavoz en el Parlament Albert Batet se mostraron partidarios de seguir controlando los medios como en la legislatura anterior. Cuando Aragonès vio que no había salido, optó por romper. En JxCAT no están unidos, los sectores de 'consellers' como Damià Calvet (Territori), Meritxell Budó (Presidència) o Ramon Tremosa (Empresa) hubiesen preferido el acuerdo.

Subida de tono

Puigdemont ya subió el tono en cuanto Aragonès hizo su anuncio: “No nos dejaremos pisar, no callaremos”. Esto, combinado con que Sànchez solo le ofrece cuatro diputados a ERC para una investidura que le permita gobernar en solitario, hace que un posible acuerdo resulte mucho más difícil. ERC tiene 17 días para cerrar un pacto que incluya a la CUP, fácil; y a los Comunes de Ada Colau, difícil. Estos últimos cuentan con ocho diputados y pueden querer alguna 'conselleria'. No hay ningún trabajo previo realizado por los Comunes.

Si la cesión de cuatro diputados depende de las bases de JxCAT, Aragonès está muerto

Además, JxCAT se ha comprometido a que sus bases refrenden cualquier acuerdo para formar la nueva Generalitat. Cuando todo iba bien el sector más radical, el vinculado a Laura Borràs, el expresidente de la Cámara de Comercio Joan Canadell y la diputada Aurora Madaula ya estaban haciendo campaña para que se votase en contra. Ahora, con Jordi Sànchez y Puigdemont caldeando el ambiente, la cesión de cuatro diputados de manera instrumental es una opción que parece más bien una posibilidad remota. En cambio, una repetición electoral, por mucho que Aragonès y Jordi Sànchez lo nieguen, parece más que probable.

Movimientos desesperados

Sectores de JxCAT están intentando un acercamiento a la desesperada al entorno de Pere Aragonès para intentar salvar el Gobierno de coalición. Pero son conscientes de que si pasan 48 horas no habrá ya pacto posible y habrá que jugárselo todo a la ruleta rusa de la consulta de las bases de los 'juntaires'. Unas bases mucho más radicalizadas que sus dirigentes.

Aragonès intentó una última reunión con Sànchez, pero este prefirió dar a esa hora una entrevista al programa 'FAQS' de TV3

El pasado viernes, tras la eufórica rueda de prensa de Jordi Sànchez, Aragonès intentó una última reunión con el secretario general para intentar salvar los muebles, confirman fuentes de los republicanos. No fue posible “por falta de disponibilidad de Sànchez”, según fuentes de JxCAT. En realidad, Jordi Sànchez prefirió dar una entrevista al programa 'FAQS' de TV3, un espacio de referencia del independentismo, que dejó grabada para que se emitiese ayer por la noche. Solo tenía doce horas de permiso penitenciario. De nuevo, la obsesión por los medios y por el relato antes de que por la política al viejo estilo. Y ahí se perdió todo. Ambos líderes se habían implicado a fondo y de manera personal en la negociación. Cuando se perdió ese vínculo y cada uno quiso imponer a la opinión pública su versión de la marcha del diálogo entre las dos formaciones se perdió el último tren para configurar la nueva Generalitat.

En un artículo en 'El Periódico', Oriol Junqueras ya advierte: “Debemos planificar los cambios pensando a 10 y 20 años vista. Salir del día a día para pensar en pasado mañana”. La palabra unilateral ni aparece. Una manera de justificar con los plazos y los tiempos lo que ha sido una pura y dura pugna por poder. Lo dicho, las razones de verdad: inconfesables.

La pugna por controlar TV3 y la Direcció General de Mitjans de Comunicació, que reparte las subvenciones a los medios de comunicación en catalán, y por tanto con audiencias independentistas, es lo que ha provocado que el pacto de ERC y JxCAT saltase por los aires y por sorpresa este fin de semana, según explican fuentes de ambos partidos. De manera oficial, ninguna de las fuerzas políticas lo explica, porque cuando pasa algo como lo que pasó ayer las verdaderas razones son inconfesables: con el futuro 'president' Pere Aragonès anunciando por sorpresa que se rompían unas conversaciones las cuales un día antes el secretario general de JxCAT, Jordi Sànchez, había dado por prácticamente cerradas. El control de los medios ha sido la clave del desacuerdo. Una disputa que acerca a Cataluña de manera muy peligrosa a repetir las elecciones por mucho que Aragonès diga que gobernará en minoría.

Sànchez explicó el viernes en una salida de la cárcel que aprovechó para dar una rueda de prensa que el acuerdo estaba en su recta final, que era cuestión de días y que “solo quedaban unos flecos”. Estos flecos eran repartirse el control de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA), las direcciones de TV3 y Catalunya Ràdio y el control de la Direcció General de Mitjans de Comunicació, que para defender el catalán reparte al año más de quince millones de euros anuales a los medios en lengua catalana. Además, este área, que en este momento controlaba ERC y que Aragonès quería dejar en el departamento de Presidencia, asigna más de 20 millones en publicidad institucional. Los más beneficiados: el Grupo Godó –RAC y 'La Vanguardia' en catalán– y luego 'El Punt Avui', el diario que dirige Xevi Xirgu, amigo personal y coautor del libro de Carles Puigdemont. Estos dos grupos se llevan más de la mitad del total de las ayudas.

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