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JxCAT, comunes y Cs abogan por aplazar las catalanas por la mala evolución del covid-19
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Los positivos se triplicarían

JxCAT, comunes y Cs abogan por aplazar las catalanas por la mala evolución del covid-19

Desde el PSC, se teme que se intente usar el retraso electoral para frenar el denominado 'efecto Illa', que da como favorito al ministro de Sanidad en las encuestas

Foto: La 'consellera' de Salud, Alba Vergés. (EFE)
La 'consellera' de Salud, Alba Vergés. (EFE)
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La Conselleria de Salut de la Generalitat ha advertido este lunes a los grupos parlamentarios de que las elecciones catalanas del 14-F en Cataluña se celebrarán en pleno pico de la tercera ola del coronavirus. El documento no aboga de manera clara por la suspensión, pero dibuja dos escenarios, el pesimista y el optimista, que también es muy negro. En el grupo de expertos del Parlament en que se ha presentado hoy el informe, JxCAT, comunes y Cs se han mostrado partidarios de aplazar los comicios. Curiosamente, los grupos que salen peor parados en sus perspectivas electorales, según han adelantado fuentes parlamentarias. En cambio, PSC y PP han pedido que se refuerce la estructura hospitalaria y que se facilite el voto por correo y unas condiciones en los centros electorales más que faciliten la votación. A juicio de estos partidos, si se mantienen las escuelas abiertas, no hay ninguna razón para suspender las elecciones.

En el escenario más pesimista, habría 6.000 positivos al día, cinco veces más que ahora; en el optimista, serían 3.000 diarios, lo que implicaría el triple de los casos que se dieron ayer en Cataluña y que, según la Conselleria de Salut, fueron 1.147 nuevos positivos. Ayer también hubo 70 muertos por la pandemia. Ahora, la patata caliente de atrasar los comicios queda en manos de los partidos, como les dejó muy claro a los partidos el secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimón.

Foto: Pere Aragonès (d), junto al 'conseller' de Acción Exterior, Bernat Solé. (EFE)

La Conselleria de Salut dibuja un escenario de máxima presión hospitalaria, con las UCI catalanas saturadas y la enfermedad fuera de control. Como advierte el documento de ocho páginas que se ha repartido a los grupos parlamentarios, habrá dos picos: el epidémico coincidirá con el inicio de la campaña, mientras que el asistencial se producirá pocos días antes de la celebración de los comicios. En el fondo, el equipo del doctor Josep Maria Argimón se está lavando las manos y dejando la responsabilidad de la suspensión a los grupos parlamentarios, pero dibujando un escenario apocalíptico en términos de la enfermedad que incluso podría ir a peor. El documento no descarta una aceleración de los contagios más allá de sus previsiones a causa de la cepa británica, del frío o de que se pierda la trazabilidad de los contagios. Argimón no lo dice, pero avala el aplazamiento electoral.

Por eso, JxCAT (Elsa Artadi) y los comunes (Jèssica Albiach) han pedido de manera pública a Salut no solo que aporte previsiones, sino que se comprometa con una recomendación concreta a favor o en contra de celebrar la jornada electoral. ERC tiene la llave. Controla Salut y también Ensenyament. Si mantiene abiertas las escuelas, será difícil que pueda justificar el cambio de fecha. El viernes, la Generalitat se reunirá con los grupos parlamentarios para tomar una decisión. JxCAT tiene cuatro días para arrastrar a ERC a sus posiciones.

Fuentes de la oposición apuntan que JxCAT puede usar este documento para arrastrar a ERC a un atraso en el calendario de votación, que se podría decidir esta misma semana. Se descarta que el conjunto de grupos parlamentarios pueda llegar a un acuerdo, ya que las posiciones entre unos y otros se encuentran muy alejadas. En la reunión en el Parlament, el portavoz de JxCAT, Albert Batet, abogó por que fuese la Generalitat la que aplazase la llamada a las urnas. Técnicamente, al ser una convocatoria automática, resulta un poco más complejo. La Generalitat podría pedir a la Junta Electoral Central un atraso electoral hasta mayo.

Reforzar las UCI

Si el panorama epidémico pinta mal, el hospitalario se dibuja dantesco. En el primer escenario, el 'optimista' de los 3.000 contagios, las UCI catalanas estarán ocupadas en su totalidad por pacientes con el coronavirus, un total de 640, según la previsión del estudio. En el escenario peor, se habrían habilitado plazas extra, como en lo peor de la primera ola, y la cifra de ingresados en UCI el 10 de febrero se situaría en 854. Como avisa el informe de Salut, a partir de los 3.000 enfermos diarios resulta “muy difícil” poder hacer rastreos eficaces. Es decir, en cualquiera de los dos escenarios, que la 'conselleria' considera como los “más probables a medio plazo”, la enfermedad estaría fuera de control en Cataluña. Por eso, Assumpta Escarp, del PSC, ha exigido a Salut que tome las medidas necesarias para hacer frente a este incremento, con lo cual, en principio, no debería haber ningún problema para ir a votar.

Garantizar el voto por correo y mayores centros electorales serían clave para votar


El informe no entra a detallar qué porcentaje de catalanes vería afectado su derecho al voto y cómo afectará esto a la abstención. Pero resulta evidente que todo esto tendrá consecuencias, muchas de ellas imprevisibles. Habrá enfermos que no podrán acudir a votar y habrá muchos votantes que optarán, por prudencia, por quedarse en casa, en especial personas mayores. Francia celebró sus municipales en medio de la pandemia en junio y la abstención fue del 60%. Tanto Euskadi como Galicia aplazaron sus comicios con datos epidemiológicos mucho mejores que los que hoy hay en Cataluña y para nada se votó en el entorno catastrófico que han dibujado hoy ante los diputados los responsables de Salut.

En manos de los partidos

Salut es una 'conselleria' controlada por Alba Vergés (ERC). Vergés hace tiempo que va por libre, primando la lucha contra la enfermedad por encima de cualquier otra consideración. Así ha pasado con el cierre parcial de sectores como la restauración, el comercio o la cultura, en un intento, todavía vano, de frenar el virus. Como reconoce el informe, “las predicciones epidémicas y de presión asistencial hacen poco probable que, en base a criterios de salud pública, se puedan tomar medidas que supongan una desescalada muy significativa respecto a la situación actual”, lo que supone reconocer que incluso con las duras medidas que hay ahora en Cataluña, la enfermedad seguirá avanzando. Desde el PSC, se teme que se intente usar el retraso electoral para frenar el denominado 'efecto Illa', que da como favorito al ministro de Sanidad, Salvador Illa, en muchas encuestas.

Un riesgo si la decisión no se toma por unanimidad es que Vox presente un recurso ante el Constitucional y que obtenga una victoria política fácil. Las elecciones se convocaron de manera automática porque Carles Puigdemont pidió a Quim Torra su aplazamiento. Eso hace que ahora el papel de la Generalitat resulte marginal.

La Conselleria de Salut de la Generalitat ha advertido este lunes a los grupos parlamentarios de que las elecciones catalanas del 14-F en Cataluña se celebrarán en pleno pico de la tercera ola del coronavirus. El documento no aboga de manera clara por la suspensión, pero dibuja dos escenarios, el pesimista y el optimista, que también es muy negro. En el grupo de expertos del Parlament en que se ha presentado hoy el informe, JxCAT, comunes y Cs se han mostrado partidarios de aplazar los comicios. Curiosamente, los grupos que salen peor parados en sus perspectivas electorales, según han adelantado fuentes parlamentarias. En cambio, PSC y PP han pedido que se refuerce la estructura hospitalaria y que se facilite el voto por correo y unas condiciones en los centros electorales más que faciliten la votación. A juicio de estos partidos, si se mantienen las escuelas abiertas, no hay ninguna razón para suspender las elecciones.

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