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La antigua Convergència y su papel clave en la diplomacia catalana contra España
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MEMORÁNDUM DE UN EXDIRIGENTE DE CDC

La antigua Convergència y su papel clave en la diplomacia catalana contra España

Desde el año 2012, se gastaron millones en asesorías, invitaciones y otros agasajos a 'think tanks' y personalidades internacionales para buscar y asegurarse una red de simpatizantes

Foto: Una bandera independentista catalana ondea frente a la sede de la Comisión Europea. (EFE)
Una bandera independentista catalana ondea frente a la sede de la Comisión Europea. (EFE)

El Gobierno catalán ha jugado desde hace casi una década con los fondos públicos para obtener réditos particulares de sus socios. El hecho de que el sábado 12 de diciembre se prestase la sala Torres García para un acto del Consell per la República (que preside Carles Puigdemont) dice mucho del particular uso que se realiza de la ‘res pública’ en Cataluña. Un acto, además, del que ERC se descolgó por entender que era una iniciativa partidista del ‘expresident’.

El PSC no desaprovechó la ocasión para dirigir varias preguntas al Govern con el objetivo de conocer por cuánto se alquila el emblemático salón, si cualquiera puede hacerlo, qué procedimiento se siguió para alquilarlo y si los restantes partidos podrán realizar actos electorales en ese lugar a partir de ahora.

Pero esa solo ha sido la última de las iniciativas de la Generalitat: desde el año 2012, se gastaron millones de euros en asesorías, invitaciones y otros agasajos a ‘think tanks’ y personalidades internacionales para buscar y asegurarse una red de simpatizantes de la independencia a lo largo y ancho de todo el planeta. Entre las principales entidades que trabajaron en esa tarea figuraba Independent Diplomat, un 'lobby' que ya había asesorado a Somalilandia, Kosovo o Sudán del Sur.

Foto: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), junto al presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas (i). (Efe)

De hecho, por parte del Govern se reconoció que había un contrato para una asesoría general en materia de exteriores y para ayudar a las empresas catalanas a internacionalizarse, pero esa excusa era solo una tapadera para desplegar una diplomacia paralela a la española que torpedease la labor del Ministerio de Asuntos Exteriores en beneficio del independentismo. Para mayor abundamiento, Independent Diplomat debía entregar un informe mensual con el detalle del trabajo realizado.

El secretismo del Govern era tal que jamás entregó los documentos confeccionados por ese 'lobby' a la oposición, que llegó a pedir amparo a la presidenta del Parlament y al Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo catalán) sin resultado. Un portavoz de Independent Diplomat señaló a El Confidencial que no podían desvelar la naturaleza de sus gestiones ya que solo informaban a la Generalitat de Cataluña, que era quien pagaba.

Pero eso no es del todo cierto: en marzo de 2014, el entonces secretario de relaciones internacionales de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Víctor Terradellas, visitaba Nueva York y se entrevistaba con Carne Ross, director ejecutivo de Independent Diplomat. A pesar de no ser miembro del Gobierno de la Generalitat, este exdiplomático británico no tuvo inconveniente en explicarle las gestiones que había realizado, las que realizaría en el futuro y en asesorarle sobre las acciones que los partidarios de la independencia debían hacer desde dentro de Cataluña.

Un documento confidencial

Un memorándum escrito posteriormente por Terradellas relata con todo lujo de detalles la reunión. Esta documentación fue localizada durante los registros ordenados por el magistrado Joaquín Aguirre, titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, en el marco de la operación Voloh. “Carne Ross realiza trabajos confidenciales de conocimiento y reconocimiento internacional del Proceso de Transición Nacional (sic) que lidera el Molt Honorable President”, comienza el memorándum relativo al jueves 20 de marzo de 2014, que lleva el sello de ‘documento confidencial’.

Ross le trasladó al dirigente de Convergència la “necesaria pedagogía sobre lo que llamó las ‘bondades’ del ‘procés’: cívico, democrático, pacífico y responsable con el propio futuro de Cataluña, así como con el mismo futuro del Estado español, ya sin Cataluña; igualmente, puso el acento en la necesidad de explicar cómo puede ser de oportuno para Europa el nuevo Estado catalán”, dice el texto.

Foto: El presidente de la Generalitat, Artur Mas. (EFE)

El lobista norteamericano le transmitió también al dirigente convergente su preocupación porque, a excepción del entonces ‘president’, Artur Mas, y del consejero de economía, Andreu Mas-Colell, “encontraba a faltar una mayor implicación del resto de miembros del Govern en un trabajo internacional de conocimiento y reconocimiento de Cataluña”.

En este sentido, señala el memorándum que “el señor Ross entiende que el trabajo internacional ha de ser amable, determinado y tozudo en el sentido de garantizar interlocutores cultivados a lo largo del tiempo. Puso como ejemplo la buena relación que desde CDC mantenemos con el ‘Financial Times’ y en los efectos que eso tiene en la línea editorial de este diario de dimensión global”.

La búsqueda de un hombre clave

Ross comentó incluso una reciente reunión que el presidente norteamericano, Barack Obama, había mantenido con el español Mariano Rajoy en la Casa Blanca. El ‘amigo inglés’ del independentismo consideró esa reunión todo un éxito para el proceso catalán “desde el momento en que la maquinaria diplomática española no consiguió un posicionamiento contrario al proceso catalán desde la Casa Blanca”.

placeholder El exdiplomático Carne Ross, director ejecutivo de Independent Diplomat. (EFE)
El exdiplomático Carne Ross, director ejecutivo de Independent Diplomat. (EFE)

El lobista también se refirió a la campaña llevada a cabo en el Reino Unido a favor del referéndum de Escocia, que “evidencia las carencias del Estado español. Sobre esto, el señor Ross puso como hipótesis la probable suspensión de la autonomía si el ‘president’ tira adelante la campaña del referéndum sin permiso del Estado. Recalcó que, a pesar del endurecimiento del proceso —y se mostró convencido de que así será—, es muy importante continuar proyectando alrededor del mundo el carácter cívico y pacífico de nuestro proceso político”.

Le trasladó también al dirigente de CDC la necesidad de ubicar “en la vanguardia de la acción exterior del Govern de Cataluña, justo por debajo del ‘president’, a un personaje con reconocimiento y relieve internacional. Esta figura, con rango de consejero o bien comisionado, habría de contar con una fuerte agenda de contactos internacionales”. Para ese puesto, aunque no lo menciona directamente en el memorándum, Terradellas le puso sobre la mesa el nombre de Francesc Vendrell, representante del Instituto de Liechtenstein para la Autodeterminación y exrepresentante especial de la UE y de la ONU en Afganistán.

Especifica, eso sí, que “se dio la casualidad de que, además de coincidir en el perfil, el señor Ross mantiene [con él] una fuerte amistad desde hace años e incluso es miembro de su consejo asesor”.

La conversación derivó también sobre la necesidad de realizar conferencias internacionales “por parte de académicos catalanes de renombre internacional con el conseller Mas-Colell en cabeza”. Asimismo, Ross y Terradellas abordaron “la creación de un Fondo Soberano de Cooperación con España que, bajo prescripción europea, mantendría, durante un periodo determinado y con una calidad predeterminada, el compromiso con la transformación económica española”.

placeholder Víctor Terradellas en una conferencia. (YouTube)
Víctor Terradellas en una conferencia. (YouTube)

El dirigente de CDC, por su parte, le expuso la propuesta de la necesidad de que en cada una de las consejerías de la Generalitat se constituyesen “mesas de trabajo para la concreción y planificación de las respectivas estructuras de Estado de cada Departamento”. En esas mesas tendrían cabida “expertos catalanes con la colaboración de expertos internacionales. Estas complicidades internacionales han de permitir avanzar en la consolidación de avales y complicidades en el exterior”. Todas estas iniciativas, dice el memorándum, le parecieron a Ross “útiles y eficaces para generar posicionamientos en positivo hacia Cataluña desde los centros internacionales de toma de decisiones”.

El Gobierno catalán ha jugado desde hace casi una década con los fondos públicos para obtener réditos particulares de sus socios. El hecho de que el sábado 12 de diciembre se prestase la sala Torres García para un acto del Consell per la República (que preside Carles Puigdemont) dice mucho del particular uso que se realiza de la ‘res pública’ en Cataluña. Un acto, además, del que ERC se descolgó por entender que era una iniciativa partidista del ‘expresident’.

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