Desmantelada en Cataluña una red dedicada al tráfico internacional de cocaína

Los Mossos d'Esquadra, con la ayuda de Europol, han desmantelado una organización criminal que traficaba a escala internacional con cocaína y han detenido a catorce personas como presuntas autoras de delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.

En un comunicado de prensa, la policía catalana ha explicado este lunes que la operación se llevó a cabo el pasado 4 de febrero, con registros en más de una decena de inmuebles, y diez de los catorce detenidos han ingresado a prisión.

La investigación arrancó el 18 de diciembre de 2018, cuando se localizaron 1.413 kilos de cocaína en una empresa de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) ocultos en el interior de 800 cajas de folios importadas desde Brasil.

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En aquel momento, los Mossos detuvieron a dos personas que tenían el encargo de trasladar la cocaína interceptada hasta un punto de la comarca del Baix Llobregat. Los investigadores centraron las sospechas sobre uno de los responsables de la empresa importada y destinataria de las cajas de folios, lo que condujo a identificar a diez personas que habían participado, como una organización criminal, en alguna de las fases para lograr la adquisición, el transporte e introducción de la droga.

En el transcurso de la investigación, los Mossos tuvieron conocimiento de que el entramado criminal preparaba la introducción de un nuevo cargamento de cocaína, a través de Rotterdam (Países Bajos), de doscientos kilos, que finalmente no se produjo.

Paralelamente a las indagaciones por el delito de tráfico de drogas se abrió una investigación económica que destapó un complejo entramado empresarial que los investigados usaban para blanquear las ganancias obtenidas mediante el tráfico de estupefacientes.

Testaferros y blanqueo

Los detenidos usaban empresas que en muchos casos estaban controladas por testaferros y el dinero se blanqueaba a través de adquisiciones inmobiliarias y la inversión en nuevos negocios o mediante "mulas" que periódicamente hacían pequeños ingresos para burlar los sistemas de control de los bancos.

Con toda la información disponible, el pasado 4 de febrero los Mossos llevaron a cabo un operativo con 14 órdenes de entrada y registro que se llevaron a cabo en Barcelona, La Palma de Cervelló, Sant Boi de Llobregat, Castelldefels, Sant Cugat del Vallès, Cornellà, La Seu d'Urgell, Valls, Salou y Castell de Montornès.

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La Policía Nacional practicó, asimismo, una entrada y registro en un inmueble de Maó (Menorca) que pertenecía a uno de los principales investigados. Los registros proporcionaron abundante documentación de interés para la investigación y se intervinieron teléfonos móviles, dinero en distintas divisas, cuatro armas simuladas, tres turismos y dos motocicletas.

Además, se han embargado distintas propiedades y se han desmantelado dos plantaciones de marihuana con unas 700 plantas. La investigación ha permitido detectar importantes vínculos entre esta operación y la del caso Juliet (2015-2016), en la que se intervinieron más de 310 kilos de cocaína.