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Torra irá a elecciones tras el juicio al 'procés' si se veta la investidura de Puigdemont
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Artadi se va por los bandazos del 'president'

Torra irá a elecciones tras el juicio al 'procés' si se veta la investidura de Puigdemont

Sus promotores ya dan por hecho que el nuevo intento de investir al 'expresident' solo servirá de excusa para justificar una convocatoria de elecciones anticipadas durante el otoño

Foto: El presidente de la Generalitat, Quim Torra (i), atiende a los medios de comunicación tras reunirse con el expresidente catalán Carles Puigdemont (c). (EFE)
El presidente de la Generalitat, Quim Torra (i), atiende a los medios de comunicación tras reunirse con el expresidente catalán Carles Puigdemont (c). (EFE)

El Govern de Quim Torra se agota y todo apunta a que la fecha de caducidad la marcará el Tribunal Supremo cuando haga pública su sentencia sobre “los hechos de octubre”. La marcha de Elsa Artadi para ser número dos de la lista de la Crida para el Ayuntamiento de Barcelona va en el mismo sentido: una legislatura corta que acabará el próximo otoño, tras el fallo judicial. Fuentes de JxCAT en el Parlament han confirmado que ya se trabaja en una nueva investidura de Carles Puigdemont como presidente catalán, como ya se intentó el pasado mes de enero. Ahora se retomará esta iniciativa en otoño pese a que no cuenta ni con el respaldo de ERC y de que faltan cuatro votos por la negativa de los presos vinculado a Puigdemont a delegar su voto. Es igual. El fracaso servirá para culpar a los republicanos y para que Torra convoque nuevos comicios adelantados.

Esta Navidad diversos diputados de JxCAT como la 'consellera' de Cultura, Laura Borràs, iniciaron una campaña en redes sociales para volver a investir a Puigdemont. Fuentes de este grupo parlamentario apuntan a que dicha movilización 2.0 responde a los planes de Torra y Puigdemont de acortar la legislatura. Otras fuentes del Palau apuntan a que el propio Torra ha dado señales de querer dejar el cargo, tras los traspiés del pasado mes de diciembre.

La repetición de intentar la investidura de Carles Puigdemont apela al votante soberanista más sentimental. Pero sus promotores ya dan por hecho que no saldrá adelante. Solo servirá de excusa para que Torra pueda justificar una convocatoria de elecciones anticipadas, siempre dejando al expresidente residente en Waterloo en el centro del foco de atención.

Ante el cariz que toman los acontecimientos, algunos prefieren saltar del barco. Es el caso de Elsa Artadi. En noviembre se negaba en redondo a salir de la Generalitat. Ahora acepta ir de número dos del 'exconseller' de Interior Quim Forn, encarcelado en Lledoners, para el Ayuntamiento de Barcelona. Así lo quiere Puigdemont. Pero sobre todo, es que no tiene ningún encanto seguir en el Palau con un Govern 'bunkerizado' y cada vez más radical, como se vio el pasado mes de diciembre con el Consejo de Ministros celebrado en Barcelona.

placeholder Quim Torra, y la 'consellera' de la Presidencia, Elsa Artadi. (EFE)
Quim Torra, y la 'consellera' de la Presidencia, Elsa Artadi. (EFE)

La misión de Artadi fuera del Palau será complicada. No se sabe si la Crida podrá presentarse como partido, todo apunta a que no, ya que está paralizada su inscripción en el Ministerio del Interior. Lo más probable es que tenga que utilizar la marca Junts per Barcelona, ya registrada por el PDeCAT, y que bajo ella Artadi asuma el reto de unificar a todos los candidatos independentistas: desde Jordi Graupera, apoyado por ANC; hasta Neus Munté del PDeCAT o Ferran Mascarell, que va por libre. Quien, a 'priori', se mostrará más contrario a esta iniciativa será Ernest Maragall, que se presenta por ERC y que parte como favorito en las encuestas.

Senda pragmática

¿Qué se puede esperar los próximos meses con la apertura del juicio oral? Una Generalitat más radicalizada con Torra al timón y sin nadie que lo controle, mientras el Parlament y los independentistas en el Congreso se muestran más pragmáticos, incluso a niveles de aprobar los Presupuestos del Estado para que Pedro Sánchez siga en la Moncloa y cerrar el paso a un Gobierno de PP y Cs en España apoyado por Vox y que instaure un 155 duro en Cataluña. Torra asumiría así un papel de dureza retórica mientras que en Madrid el independentismo jugaría un rol contrario. Al más puro estilo convergente.

Cada vez más sectores del independentismo abogan por dar luz verde a los Presupuestos de Sánchez: el último en sumarse, Andreu Mas-Colell

La pasada semana el 'exconseller' de Economía Andreu Mas-Colell, considerado una de las cabezas más privilegiadas del independentismo y unos de los mentores políticos de Artadi, abogaba desde el diario 'Ara' por aprobar los Presupuestos de Pedro Sánchez.

Sustitutos de Artadi

Esta vía se apunta en los sustitutos que se perfilan para Elsa Artadi, quien ahora ocupa una de las 'consellerias' más codiciadas: Presidència. El PDeCAT quiere colocar a Damià Calvet, actual 'conseller' de Territori. Pero Puigdemont apuesta por Míriam Nogueras, la diputada independentista más radical en el Congreso y con la que tiene hilo directo a pesar de estar en Bruselas. Nombrar a Nogueras querría decir que se despeja el horizonte para los Presupuestos de Pedro Sánchez. Nogueras siempre ha hecho bandera de negarse a votarlos, algo que no comparte el resto de su grupo parlamentario. Dándoles el sí se la desautorizaría, pero se la compensaría con la Conselleria de Presidència, que además incluye convertirse en la portavoz de la Generalitat.

Calvet es un pragmático. Como Carles Campuzano. Nogueras es una radical. Con ella el sector más 'cupaire' ganaría peso en un Govern que en los próximos meses se deslizaría por un tobogán de radicalidad retórica aún más pronunciado del que se ha vivido durante los últimos meses en Cataluña.

El Govern de Quim Torra se agota y todo apunta a que la fecha de caducidad la marcará el Tribunal Supremo cuando haga pública su sentencia sobre “los hechos de octubre”. La marcha de Elsa Artadi para ser número dos de la lista de la Crida para el Ayuntamiento de Barcelona va en el mismo sentido: una legislatura corta que acabará el próximo otoño, tras el fallo judicial. Fuentes de JxCAT en el Parlament han confirmado que ya se trabaja en una nueva investidura de Carles Puigdemont como presidente catalán, como ya se intentó el pasado mes de enero. Ahora se retomará esta iniciativa en otoño pese a que no cuenta ni con el respaldo de ERC y de que faltan cuatro votos por la negativa de los presos vinculado a Puigdemont a delegar su voto. Es igual. El fracaso servirá para culpar a los republicanos y para que Torra convoque nuevos comicios adelantados.

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