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Puigdemont quiere usar el Parlament para lograr el primer reconocimiento español
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Pide una reunión con Torrent en Bruselas

Puigdemont quiere usar el Parlament para lograr el primer reconocimiento español

La excusa: la ronda de contactos que el presidente de la Cámara catalana está manteniendo con los diversos cabeza de lista para calibrar los apoyos con los que cuenta Puigdemont para ser 'president'

Foto: El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. (Reuters)
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. (Reuters)

El cabeza de lista de JxCAT, Carles Puigdemont, está presionando a ERC para que el flamante presidente del Parlament, Roger Torrent, le visite en Bruselas en lo que sería el primer acto de reconocimiento institucional de un organismo político español a su figura. La excusa: la ronda de contactos que el presidente de la Cámara catalana está manteniendo con los diversos cabeza de lista para calibrar los apoyos con los que cuenta Puigdemont para ser presidente de la Generalitat.

Este intento de instrumentalización del Parlament ha sentado especialmente mal entre los partidos constitucionalistas, que se oponen a la investidura telemática a la que aspira Puigdemont. Pero también ha incomodado a ERC, que no quiere más problemas legales de los que ya tiene, según apuntan fuentes de este partido.

La jefa de campaña de Puigdemont, Elsa Artadi, anunció que Puigdemont y Roger Torrent se verían en Bruselas. Torrent, por ahora, echa pelotas fuera y su jefe de gabinete se ha limitado a apuntar que “por ahora” no está previsto un viaje a la capital belga. Para Roger Torrent está empezando a ser complicado nadar y guardar la ropa, decir que apoya la candidatura de Puigdemont al mismo tiempo que evita incumplir la ley en su proceso de investidura.

Fuentes del entorno belga del 'expresident' explican que Puigdemont tiene un problema de reconocimiento. Lo refleja la web que puso en marcha de Govern Legítim o ahora la de la república catalana. Una de las características de Puigdemont es su capacidad para quemar etapas: ha lanzado la web Govern de la República antes de ser investido, intentando que la virtualidad acabe imponiéndose a la realidad. El viaje de Torrent sería en este sentido una victoria simbólica muy importante. Carlos Carrizosa, de Cs, ya ha advertido este jueves en el Parlament de que su grupo no aceptaría que se gastase dinero público en algo por el estilo.

Para Torrent es una patata caliente: si va a Bruselas se enfrentará a los poderes del Estado de los que ahora ya forma parte. Si evita acudir a este encuentro, desaira al socio político con el que su partido aspira a gobernar en la Generalitat. En principio, Torrent esperaba solventar el trámite con una reunión en el Parlament con los representantes de JxCAT en Cataluña.

Los votos delegados

Los problemas para el nuevo presidente del Parlament se acumulan. No se trata solo de una patata caliente, sino de todo un plato de patatas calientes. Puigdemont y sus compañeros de JxCAT en Bruselas, Clara Ponsatí y Lluís Puig, han solicitado de manera formal poder delegar el voto, de forma que puedan ejercer ese derecho para la investidura presidencial, prevista para el próximo 31 de enero.

Los letrados del Parlament se han opuesto a esta delegación de voto, pero su opinión no es vinculante. La decisión definitiva la ha de tomar la Mesa que encabeza Torrent. El criterio generalizado en este momento es que los diputados en la cárcel, como es el caso de Oriol Junqueras, puedan ejercer sus derechos políticos en el pleno de manera delegada. Pero que, en cambio, esto no sería posible para los cinco diputados fugados en Bruselas.

Según lo que decida Torrent, el presidente del Parlament podría ver cómo su decisión es recurrida en los tribunales o, directamente, anulada por el Tribunal Constitucional. Pero en caso de que no se pudiera ejercer el voto desde Bruselas, la situación sería de empate a 65 votos entre los independentistas y los constitucionalistas, porque los comunes de Xavier Domènech ya han advertido de que no votarán a Puigdemont, ni siquiera facilitando su nombramiento absteniéndose.

Problema belga

En Cataluña, tanto el PDeCAT como ERC esperan que los diputados en Bélgica, a excepción de Puigdemont, acaben renunciando a sus actas para que corra la lista y no perder votos en el hemiciclo catalán. Pero esto por ahora no ha ocurrido. Los diputados en Bélgica quieren retener el acta, en buena parte porque justifica su exilio y también porque supone garantizarse unos ingresos como diputados. El más reticente a dejar su acta es el republicano Toni Comín, 'exconseller' de Salut.

Echa a andar la legislatura catalana bajo un escenario endiablado

Se prevé que durante la próximos días los diputados en Bélgica acaben dimitiendo por responsabilidad y patriotismo. Pero también que este proceso no estará exento de tensiones. En este caso, el problema para Torrent se diluiría. Si renuncian a su acta no haría falta que tuviese que pronunciarse sobre la delegación de voto. Y el plato de patatas calientes se reduciría de manera sustancial.

El cabeza de lista de JxCAT, Carles Puigdemont, está presionando a ERC para que el flamante presidente del Parlament, Roger Torrent, le visite en Bruselas en lo que sería el primer acto de reconocimiento institucional de un organismo político español a su figura. La excusa: la ronda de contactos que el presidente de la Cámara catalana está manteniendo con los diversos cabeza de lista para calibrar los apoyos con los que cuenta Puigdemont para ser presidente de la Generalitat.

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