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ERC y JxCAT cuestionan las elecciones insinuando un posible pucherazo el 21-D
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Se curan en salud ante una posible derrota

ERC y JxCAT cuestionan las elecciones insinuando un posible pucherazo el 21-D

El portavoz de ERC asegura que quieren evitar "cualquier tipo de pucherazo", calificando la convocatoria electoral es "ilegítima e ilegal" y carente de las "garantías necesarias"

Foto: Carles Puigdemont en un acto en Bruselas. (EFE)
Carles Puigdemont en un acto en Bruselas. (EFE)

Las elecciones son tan inciertas y los resultados tan ajustados, que ERC y JxCAT están cuestionando el proceso electoral, insinuando un posible pucherazo del Gobierno de Mariano Rajoy para las autonómicas del 21-D. El nuevo mantra es “recuento paralelo”. En los últimos días, tanto los republicanos como miembros de la candidatura de Carles Puigdemont están lanzando insinuaciones al respecto de un hipotético fraude en el recuento, una manera de curarse en salud por si el independentismo pierde.

El director de campaña de ERC, Sergi Sabrià, se destapó ayer en una rueda de prensa. Para el día de las elecciones, disponen de 14.000 apoderados que se desplegarán en nombre del partido republicano por las 8.000 mesas de toda Cataluña, con el objetivo de asegurar que se "evite cualquier tipo de pucherazo". Sabrià ha considerado que la convocatoria electoral es "ilegítima e ilegal" y que no existen las "certezas y garantías necesarias" sobre el recuento.

ERC extiende la sospecha de pucherazo el 21-D y hará un recuento paralelo de votos

La idea no es nueva. El profesor de teoría Política de la UPF, Josep Costa, miembro de la lista de Puigdemont como número 17 por Barcelona, ya dejó claro en un tuit que había que hacer un “escrutinio paralelo” que, a su juicio, “impedirá cualquier tentación de manipular el resultado”. Costa no ha querido hablar para El Confidencial sobre esta polémica pese a ser requerido para ello.

A los independentistas ya no les vale el doble lenguaje para justificarse. Ahora necesitan uno triple. Primero se declaran las elecciones como ilegítimas, algo en lo que todos los líderes soberanistas coinciden. Luego, se dice que al presentarse ERC y JxCAT estos supuestos comicios carentes de legitimidad se legitiman, lo cual ya resulta muy discutible. La última pirueta verbal es asegurar que hay un riesgo de que el Gobierno manipule las elecciones en favor de los partidos constitucionalistas, con lo cual se siembra la duda sobre los resultados, que en el fondo son teorías conspiranoicas que llevan semanas corriendo por los grupos de WhastApp independentistas, y que cuestionan la neutralidad de Indra, empresa que llevará el recuento, por su cercanía al Gobierno de Mariano Rajoy. Lo mas irónico es que el propio Costa había desmentido estos rumores infundados en un artículo en 'Vilaweb'.

Forcadell ya estaba en la línea

La presidenta de Parlament Carme Forcadell, número cuatro por la candidatura de ERC, también está trabajando a su manera en cuestionar las elecciones. De su mano, el Parlament presentará un recurso de inconstitucionalidad contra el 21-D por considerar que el Gobierno ha forzado el margen que otorgaba el artículo 155 de la Constitución al disolver el Parlament y convocar los comicios. El recurso se presentará en plena campaña electoral. Si el Tribunal Constitucional las declarase ilegales, el lío institucional sería enorme. Pero será algo que solo avanzaría en caso de que se nombrase un 'president' de la Generalitat no independentista. De nuevo, doble discurso. De nuevo, doble moral.

Forcadell, miembros de la candidatura de Puigdemont y el portavoz de ERC van en la misma dirección: poner en la picota el proceso electoral

El cartel de JxCAT pidiendo apoderados va en la misma línea. “Juntos velaremos por el resultado de estas elecciones”. Portavoces de la candidatura han apuntado que “JxCAT como el resto de partido políticos, desplegará el día 21 el máximo número posible de interventores y apoderados para garantizar un escrutinio limpio y transparente. Es habitual que en todas las elecciones, las formaciones políticas tengan interventores y apoderados en los centros de votación”.

La razón de estas prevenciones es que las encuestas van muy ajustadas. Con un margen de error del 4%, en estas elecciones puede pasar cualquier cosa. Literalmente. Por eso JxCAT y ERC viven con temor que pueda haber una alternativa no independentista en la Cámara catalana, aunque según los sondeos esta posibilidad sería remota.

Falseando el concepto

El concepto de 'escrutinio paralelo' se está falseando por parte del independentismo. En el sistema electoral español, todos los partidos en todas las elecciones hacen un recuento paralelo. De hecho, esa es la garantía de que no se puedan falsear los resultados, tal y como explicaba el propio Costa en su artículo. Y a eso se dedican los apoderados de las formaciones políticas. Sin embargo, cara al público se defiende lo que es normal como algo extraordinario, sentando las bases de una futura deslegitimación del 21-D. Se inventa un peligro que no existe. Pero solo pondrán el proceso electoral en la picota si pierden, claro. Si los partidos soberanistas ganan, será una victoria de la democracia. Si pierden, habrá sido culpa de un pucherazo o unas elecciones ilegales o las dos cosas.

Las elecciones son tan inciertas y los resultados tan ajustados, que ERC y JxCAT están cuestionando el proceso electoral, insinuando un posible pucherazo del Gobierno de Mariano Rajoy para las autonómicas del 21-D. El nuevo mantra es “recuento paralelo”. En los últimos días, tanto los republicanos como miembros de la candidatura de Carles Puigdemont están lanzando insinuaciones al respecto de un hipotético fraude en el recuento, una manera de curarse en salud por si el independentismo pierde.

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