Ni esteladas, ni senyeras, ni rojigualdas: una bandera blanca para unirlos a todos

Las calles de todas las ciudades catalanas se han llenado de banderas. Y las del resto de España también. Banderas rojigualdas, queriendo mostrar apoyo a la unidad de España; esteladas por el independentismo; banderas preconstitucionales en marchas de la extrema derecha y banderas de naciones que declararon unilateralmente su independencia, a pesar de la falta de reconocimiento internacional. Banderas que unen amigos y banderas que los separan.

Cataluña se ha convertido en un hervidero y sus calles, en tendederos de telas, amarillas, rojas, azules... Pero este fin de semana, el color blanco quiere ser el protagonista. El sábado, la plataforma #Hablemos (#Parlem), que aboga por el diálogo entre las autoridades catalanes y las del Gobierno central para "solucionar la situación de tensión actual", ha convocado una manifestación en todos los ayuntamientos de las capitales españolas.

"El próximo sábado 7 de octubre a las 12:00, vestidos de blanco y sin banderas, o con banderas blancas", matizan. "Queremos enseñar que nosotros respetamos la diversidad de pensamientos. Y que los grupos políticos deberían hacer lo mismo", señalan. También han pedido a los residentes de las capitales que cuelguen en las ventanas de los edificios "banderas blancas que sirvan de lienzo donde cada uno escriba sus mensajes". "Para recordarles a los gobernantes que estamos observando", añaden.

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El Confidencial

¿Pero qué significa la bandera blanca? Históricamente, la bandera blanca se ha asociado al rendición en tiempos de guerra. El historiador romano Tito Livio (59 a.C.-17 d.C) describió un barco cartaginés decorado con lana blanca y ramas de olivo, como símbolo de la intención de parlamentar en la segunda guerra pública. Corneio Tácito, por su parte, historiador y gobernador del Imperio romano, menciona en su 'Historias' una bandera blanca durante la segunda batalla de Bedriacum, cuando las tropas leales a Vitelio presentaron su rendición a las tropas que habían jurado lealtad a Vespasiano.

El uso de esta bandera se consensuó históricamente dada la facilidad de identificación de las mismas, incluso en períodos de guerra. En la antigua China, durante la dinasía de los Han, también se utilizaron telas blancas como símbolo de capitulación.

Sin embargo, más recientemente la bandera blanca ha desarrollado un nuevo significado: se ha convertido en un símbolo internacionalmente reconocido para iniciar un alto el fuego o un cese de hostilidades y comenzar un período de negociaciones en medio de la batalla. Los heraldos medievales portaban ya entonces estandartes de color blanco para distinguirse de los combatientes activos, y los soldados de la Guerra Civil agitaban banderas blancas en señal de tregua para recoger los cuerpos de sus compañeros heridos.

La bandera blanca no sólo está aceptada por las convenciones de Ginebra y de La Haya, sino que además su uso inapropiado o engañose está considerado un crimen de guerra en virtud del Derecho internacional. Está "especialmente prohibido" hacer un mal uso de la bandera blanca de guerra, y también hacerlo "deliberadamente" en un conflicto armado.

De color blanco es también la bandera de la paz, creada en el Acuerdo Roerich de la Paz durante el mandato de Franklin D. Roosevelt en Estados Unidos. En abril de 1935, más de una veintena de países firmaron el acuero que creó esta bandera —blanca con tres esferas de color magenta formando un triángulo con el vértice hacia arriba rodeada de un círculo—, y que fue ratificado por todos los países de la Liga de las Naciones, precursora de la actual ONU.