Sigue el pulso soberanista: el Parlament debatirá esta tarde la Ley de Transitoriedad

La diputada de Junts pel Sí Marta Rovira, la mano derecha del vicepresidente catalán Oriol Junqueras, ha pedido antes de comer que se altere el orden del día y que se discuta hoy en la cámara catalana la Ley de Transitoriedad, que supuestamente se aplicaría en caso de que en la consulta unilateral del 1-O ganase el “Sí”. Acto seguido la Anna Gabriel (CUP) se ha sumado a la petición. Y, por tanto, comienza otro ciclo de tensión parlamentaria.

El PDeCAT no ha conseguido una vez más imponer su criterio y finalmente la CUP sigue marcando los tiempos. La desobediencia se precipita intentando crear un marco legal paralelo al español, más bien en falso, después de la jornada de ayer. La vía que se propone será de aprobación rápida. Marta Rovira (ERC) ha explicado que no será sujeta al Consell de Garanties Estatutàries, ya que “esta ley supera claramente el marca estatutario”.

La Ley de Transitoriedad fue admitida a trámite en la madrugada de ayer. Pero está en proceso de recusación de los grupos de la oposición, tal como ya le pasó a la Ley del Referéndum, lo que augura una nueva sesión de bronca parlamentaria para todo el día de hoy. La reconsideración que ha pedido la oposición se discutirán en una Mesa que se celebrará después de comer.

La Mesa, que encabeza Carme Forcadell, persiste en aplicar el plan soberanista. Ahora con la Ley de Transitoriedad, pese a que ésta sólo entrará en vigor si se gana el referéndum, tal y como recoge el propio texto legal. Y eso después de que la Fiscalía haya anunciado una nueva querella por la actuación de ayer en la cámara catalana y que afectaría al presidente catalán Carles Puigdemont, a Forcadell y al resto de diputados que configuran dicha Mesa.

Frenar la ley

A lo largo de la mañana, el PDeCAT ha intentado convencer a la CUP de aplazar el debate sobre la Ley de Transitoriedad. Pero fuentes del PDeCAT aseguron que los anticapitalistas todavía exigen acelar los tiempos y que se apruebe esta nueva norma antes del 11 de septiembre. Hasta ahora siempre que la CUP y el PDeCAT han diferido en sus posturas, se ha impuesto el criterio del grupo de Anna Gabriel. En la mente del PDeCAT y, en menor medida, también de ERC, está evitar otra jornada de tensión. El desgaste de ayer se ha notado hoy en los grupos parlamentarios favorables a la independencia de Cataluña

La Ley de Transitoriedad fue admitida a trámite. Pero está en proceso de recusación de los grupos de la oposición, tal como ya le pasó a la Ley del Referéndum, lo que augura una nueva sesión de bronca parlamentaria para todo el día de hoy. Los independentistas son conscientes de que uno de los principales activos de su movimiento, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha sufrido un duro desgaste por la larga y tortuosa sesión de ayer. En Junts pel Sí la quieren proteger ahora de que vuelva a pasar un mal trago como éste sin que apenas hayan pasado unas pocas horas.

Tras el 1-O

Pero la CUP es partidaria de lo contrario. Para la formación anticapitalista, que está presionando para que la tensión parlamentaria se traslade a movilizaciones en la calle, el momento de aprobar la Ley de Transitoriedad es ahora. Para la mayoría del PDeCAT la fecha ideal para aprobar la Ley de Transitoriedad sería después del referéndum del 1 de octubre. Pero eso a la CUP le parece un horizonte demasiado lejano que les haría perder tensión revolucionaria.