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La presidenta del Parlament dejará la política harta de sus socios del 'procés'
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no quiere ser la 'Falsa mártir'

La presidenta del Parlament dejará la política harta de sus socios del 'procés'

Forcadell no quiere homenajes, como el que le preparan el próximo día 19 los diputados y exdiputados independentistas. No repetirá y está más que cansada de ser ninguneada

Foto: La presidenta del Parlament, Carme Forcadell. (EFE)
La presidenta del Parlament, Carme Forcadell. (EFE)

La presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, no volverá a presentarse en una lista electoral. Ya lo ha dejado caer en alguna ocasión, pero ahora la situación se le ha vuelto muy amarga. Asediada por la Justicia y por la oposición, Forcadell, que hasta hace dos años era presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), puede ser inhabilitada por haber desobedecido al Tribunal Constitucional. Por si fuera poco, las direcciones del Partit Demòcrata Europeu (PDeCAT) y de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) la han mantenido al margen de las conversaciones para encarar la última fase del ‘procés’, lo que ha provocado su enfado. Si tras dejar la ANC en mayo de 2015 estuvo unos meses en el dique seco y con los ánimos por los suelos porque su teléfono había dejado de sonar, ahora vuelve a vivir una situación similar, aunque con otras particularidades.

Los últimos avatares parlamentarios fueron la gota que colmó el vaso. Durante las últimas semanas, el PDeCAT y ERC negociaron contrarreloj la modificación de la disposición adicional 31 de los Presupuestos catalanes para 2017, un punto declarado inconstitucional por el Consejo de Garantías Estatutarias (CGE) y por el TC porque alude a una partida dineraria que directamente iría destinada al referéndum. Y como este no es competencia de la Generalitat, en consecuencia no se ajusta a la ley. Pero la presidenta del Parlamento, que ya permitió el año pasado que se votasen las resoluciones también inconstitucionales de la comisión de estudio del Proceso Constituyente, no fue incorporada a las negociaciones entre Junts Pel Sí (JxS, el grupo parlamentario formado por PDeCAT y ERC) y la CUP. Eso le supo a cuerno quemado, porque considera que la están traicionando y despreciando.

Foto: La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, rodeada de activistas. (EFE)

De hecho, según fuentes bien informadas, Forcadell habló directamente con la cúpula de JxS para reprocharles su aislamiento de las negociaciones, aduciendo además que había arriesgado su carrera política al servicio de la causa y había encajado dos querellas por desobediencia y prevaricación. Por si fuera poco, mostró su disconformidad con algunas de las decisiones tomadas, advirtiendo de que, a causa de las determinaciones de JxS y la CUP, le podrían caer más querellas en las que ella no habría tenido arte ni parte. Por ejemplo, al haber obligado a votar los Presupuestos tal y como se presentaron en el Parlament, desoyendo a los letrados de la Cámara y a la oposición, y retorciendo el reglamento para justificar su decisión.

Fuertes presiones

Las fuentes subrayan que la presidenta de la Cámara legislativa catalana ha tenido que encajar en los últimos días fuertes presiones de los partidos que la han elegido para que siga al pie de la letra las instrucciones que le dan desde JxS. De momento, han conseguido que continúe al frente del Parlament debido a que la fase que ahora comienza es clave para el buen desarrollo del proceso de independencia.

En este sentido, su compromiso con la ruptura es total. Pero lo cierto es que cuando fue elegida para desempeñar sus actuales funciones, había algunos dirigentes independentistas que vieron en su nombramiento una jugada política de alto nivel en la que Forcadell estaría llamada a ejercer de dique de contención y catalizadora de las iras del Estado español, manteniendo a la Generalitat a salvo de las represalias jurídicas del Estado mientras que otros dirigentes políticos, incluida la cúpula del Gobierno, se mantendrían al margen de las supuestas maniobras ilegales. ¿Por qué? Pues porque la batalla jurídica que los independentistas quieren plantear se dirime en el Parlamento como institución plural, haciendo de cortafuegos para el Govern, a quien reservan el papel de mero ‘ejecutor’ de las decisiones parlamentarias. En otras palabras, que como es el Parlamento el depositario de la 'voluntad popular', harán aprobar las normas anticonstitucionales en la Cámara y luego presentarán al Gobierno catalán como el instrumento que ha de ejecutar lo que apruebe la Cámara legislativa, obligado por las resoluciones de esta y sin voluntad política propia.

El independentismo arropa a Forcadell en su declaración judicial

Ante las críticas de la oposición, las investigaciones judiciales sobre sus actuaciones y su propio estado de ánimo ‘neguitós’ (negativo), el próximo 19 de abril se prepara un acto de apoyo a su persona en el que estarán presentes los expresidentes del Parlament que fueron sus antecesores, además de diputados y exdiputados alineados con el ‘procés’.

Catálogo de despropósitos

Pero a pesar de que Carme Forcadell puede acabar como la única ‘mártir’ con severas penas en todo este proceso, su actuación al frente del Parlamento no deja de ser un catálogo de despropósitos, con innumerables polémicas incluidas. En el último mes, por ejemplo, su partidismo provocó que la oposición no pudiese exigir que se aplicase el propio reglamento de la Cámara, convenientemente interpretado en beneficio de los intereses independentistas por Forcadell. “Cuando habla alguien de JxS o de la CUP, pueden decir lo que quieran, pero cuando habla un diputado de la oposición, y dependiendo de lo que diga, le corta y le llama al orden, apelando a que lo que dice no es el asunto a tratar. Vamos, que lo único que considera normal es lo que le gusta escuchar a ella”, critica un diputado de la oposición a preguntas de El Confidencial.

Foto: Carme Forcadell en un mitin independentista. (Foto: Reuters)

A la presidenta de la Cámara legislativa catalana la acusan de falta de conocimiento de las dinámicas de la política. Las críticas de la oposición sobre su desconocimiento en la materia son acerbas, aunque no es menos cierto que ella se aprovecha de esa situación para llevar el agua a su molino y poner la institución al servicio de su causa.

Desde la oposición, también se la critica especialmente por no hacer caso a las advertencias de los letrados del Parlamento, que ya han avisado varias veces de que algunas decisiones tomadas son contrarias a derecho y difícilmente se pueden encuadrar dentro de una actuación “democrática”. De ahí que, tras ignorar sistemáticamente las resoluciones contrarias a sus intereses, se encuentre ahora con dos querellas que están siendo tramitadas por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

Escrito conjunto de la oposición

Asimismo, la oposición la acusa de falta de ecuanimidad. Ciudadanos, PSC y PP presentaron un escrito tras el pleno en el que se votaron los Presupuestos exigiéndole objetividad e imparcialidad, ya que ha de actuar como presidenta de una institución plural en la ordenación de los debates parlamentarios. En aquella ocasión, se negó a convocar una reunión urgente de la Mesa del Parlamento y de la Junta de Portavoces. Resulta que los servicios jurídicos del Parlamento presentaron la misma mañana del pleno un escrito advirtiendo de la inconstitucionalidad del redactado de los Presupuestos. Pero Forcadell se negó a oír a la oposición y pasó por alto el informe de los letrados. Lo que le interesaba era que los Presupuestos se aprobasen tal y como los independentistas (JxS y la CUP) deseaban. Por ello, en la Junta de Portavoces del 28 de marzo, los partidos de la oposición presentaron el escrito conjunto quejándose de su parcialidad.

Cataluña aprueba los Presupuestos con partida para el referéndum

Y hay otro tema que la pone especialmente nerviosa: por dos veces el Tribunal Constitucional sentenció que ha tomado determinaciones que lesionan claramente los derechos de los diputados de la Cámara, lo que habla bien a las claras de su talante. “Le duele mucho que se le saque a colación el tema, porque su única defensa es enrocarse en que cumple el reglamento a rajatabla”, dice un diputado de la oposición. Y subraya que “lo cierto es que sabe que el tema se le escapa de las manos y ya no puede ocultar más su partidismo”.

Durante las primeras semanas como presidenta del Parlamento, Forcadell multiplicó su actividad incluso en actos partidistas. Sus propios compañeros criticaban, en 'petit comité', esa frenética actividad, que lo mismo le servía para visitar una guardería que para personarse en una fábrica o inaugurar un salón ferial, actividades más propias de altos cargos de un Gobierno que de la presidenta de una Cámara legislativa. Algunos dirigentes de los propios partidos que le daban apoyo no se guardaban de criticarla por esas actividades. Y el malestar por lo que consideran “afán de protagonismo” continúa, aunque el estadio en que se encuentra el ‘procés’ obliga a guardar un sepulcral silencio sobre el tema. Nadie tira piedras contra su propio tejado y no es cuestión de cuestionar a la presidenta del Parlamento, una de las figuras que serán clave en la intención de ruptura con España. Pero ese voto de silencio, claro, solo afecta a los suyos.

La presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, no volverá a presentarse en una lista electoral. Ya lo ha dejado caer en alguna ocasión, pero ahora la situación se le ha vuelto muy amarga. Asediada por la Justicia y por la oposición, Forcadell, que hasta hace dos años era presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), puede ser inhabilitada por haber desobedecido al Tribunal Constitucional. Por si fuera poco, las direcciones del Partit Demòcrata Europeu (PDeCAT) y de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) la han mantenido al margen de las conversaciones para encarar la última fase del ‘procés’, lo que ha provocado su enfado. Si tras dejar la ANC en mayo de 2015 estuvo unos meses en el dique seco y con los ánimos por los suelos porque su teléfono había dejado de sonar, ahora vuelve a vivir una situación similar, aunque con otras particularidades.

Parlamento de Cataluña Carme Forcadell
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