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Forcadell fuerza la aprobación de las cuentas catalanas pese a la advertencia del TC
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Forcadell fuerza la aprobación de las cuentas catalanas pese a la advertencia del TC

La presidenta del Parlament hizo caso omiso al informe de los letrados de la Cámara llegado horas antes e impuso una votación que es un balón de oxígeno para Puigdemont

Foto:  La presidenta del Parlament, Carme Forcadell. (EFE)
La presidenta del Parlament, Carme Forcadell. (EFE)

Cataluña aprobó sus Presupuestos por las bravas, con polémica incluida. La presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, negó a los grupos de la oposición la convocatoria urgente de la Junta de Portavoces y forzó la votación de los Presupuestos, que finalmente fueron aprobados por 64 votos a favor y 62 en contra (la CUP le prestó dos escaños a JxS para que pudiese tener más votos que la oposición, mientras el resto de sus diputados se abstenía). Minutos antes de la votación, llegó a la Cámara catalana un escrito de los letrados del propio Parlament en el que advertían de que si se aprobaban los Presupuestos en su redactado original, podrían ser suspendidos por el Tribunal Constitucional ya que, como había dicho con anterioridad el Consejo de Garantías Estatutarias, la disposición adicional 31, en la que se prevé una partida para el referéndum, es inconstitucional y antiestaturia. También consideraban ilegales las enmiendas de la CUP (que quiere un referéndum unilateral), de Junts Pel Sí (JxS) y de Catalunya Sí Que Es Pot (CSQEP).

Pero Forcadell no dejó que la Mesa y la Junta de Portavoces pudiesen discutir previamente el informe de los letrados (ella insistió en varias ocasiones en que no era un informe, sino una nota), ante el enfado evidente de toda la oposición. “Lo que hizo fue retorcer a su antojo el reglamento del Parlamento para adaptarlo a sus deseos y negar el debate a la oposición”, resumía un diputado de la oposición.

Pero lo cierto es que Forcadell se salió con la suya. Ante la protesta de Ciudadanos, PSC, CSQEP y PP, la presidenta de la Cámara adujo que ya estaba en votación y que el reglamento del Parlament no permite interrumpir una votación. Aunque no había llamado oficialmente a votación, lo hizo en ese momento y siguió adelante con el rodillo.

Protesta de la oposición

“Hace unos momentos, usted se negó a convocar la Mesa del Parlamento argumentando que el pleno es el órgano supremo de la Cámara, pero aquí se hace lo que usted dice. Si somos el órgano superior, por favor, someta a votación si ha de convocar a la Mesa antes de votar. Porque es un esperpento que usted diga que nosotros somos los que mandamos pero luego se haga solo lo que usted ordena”, le recriminó Joan Coscubiela, de CSQEP. El diputado ecosocialista había proclamado poco antes: “Si no respetamos a las instituciones que creamos, nadie nos respetará a nosotros”. Se refería al informe del CGE. Y subrayó luego: “Necesitamos a la presidenta de presidenta, no de mártir. No puede ser que un proceso necesite un mártir para avanzar”.

Los demás grupos también argumentaron que la Mesa tenía que estudiar si la aprobación de los Presupuestos podría acarrear responsabilidades para sus miembros, por lo que estos tenían derecho a estudiarlo antes de votar. El portavoz de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, lanzó la advertencia de que “la Mesa puede incurrir hoy en irresponsabilidades, lo mismo que el Gobierno, que mantiene el proyecto de ley. Lamentamos que lleven al bloqueo de nuestras instituciones por su irresponsabilidad. Esto es el canto del cisne del ‘procés”. El popular Santi Rodríguez recordó a los independentistas una circunstancia que proviene de su manía de citar a la Comisión de Venecia: “Hay una sentencia del TC que es vinculante. ¿Es que no les gusta tanto la resolución de la Comisión de Venecia? Pues también dice que las sentencias de los tribunales constitucionales se han de cumplir. ¿O solo leen lo que les gusta? Tienen ustedes una capacidad de lectura muy selectiva”.

También el socialista Miquel Iceta fue contundente al avisar: “Todos sabemos que estamos a punto de incorporar en unos Presupuestos las previsiones para hacer un referéndum sobre el cual la Generalitat no tiene competencias. Ustedes lo quieren votar y no arreglan el problema de fondo”. Poco antes, le había advertido al ‘president’, Carles Puigdemont: “Un referéndum ilegal en Cataluña en las condiciones que plantea el Gobierno solo nos lleva a otro 9-N, un camino condenado al fracaso”. Y le recordaba que la negociación sobre un referéndum con el Estado “es imposible saltándose la ley, lo que dice el TC y lo que dice el CGE. Y como es un camino condenado al fracaso, que ya conocemos y que ha llevado a la inhabilitación de personas valiosas, me atrevo a pedirle que no lo haga servir de nuevo”.

A estos argumentos, la CUP oponía, por boca de su diputada Anna Gabriel que este grupo no ignora "lo que dicen el CGE y los letrados". "Solo asumimos el proceso democrático, que contraviene los límites que quiere imponer el Tribunal Constitucional. Pero, para nosotros, eso no supone ningún límite, sino un reto. Ante un TC que hace advertencias penales, ¿os pondréis del lado de la represión o de la de aquellos que hemos venido a hacer política?”, zanjó Gabriel. Forcadell lo tuvo muy claro —de hecho, ya lo tenía claro desde el principio—: se mantuvo en sus trece y pasó a forzar la votación.

Ahora solo falta esperar una nueva impugnación y más tensión institucional. O sea, lo que a algunos les conviene.

Cataluña aprobó sus Presupuestos por las bravas, con polémica incluida. La presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, negó a los grupos de la oposición la convocatoria urgente de la Junta de Portavoces y forzó la votación de los Presupuestos, que finalmente fueron aprobados por 64 votos a favor y 62 en contra (la CUP le prestó dos escaños a JxS para que pudiese tener más votos que la oposición, mientras el resto de sus diputados se abstenía). Minutos antes de la votación, llegó a la Cámara catalana un escrito de los letrados del propio Parlament en el que advertían de que si se aprobaban los Presupuestos en su redactado original, podrían ser suspendidos por el Tribunal Constitucional ya que, como había dicho con anterioridad el Consejo de Garantías Estatutarias, la disposición adicional 31, en la que se prevé una partida para el referéndum, es inconstitucional y antiestaturia. También consideraban ilegales las enmiendas de la CUP (que quiere un referéndum unilateral), de Junts Pel Sí (JxS) y de Catalunya Sí Que Es Pot (CSQEP).

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