"URGENTE: comisión para ellos, 5%”. Así amañaba Jordi Pujol Jr. los concursos

Comisiones, comisiones y comisiones. Y, sobre todo, evitar los concursos. Esa era la consigna de Jordi Pujol Ferrusola a la hora de hacer negocios. El primogénito del expresidente de la Generalitat lo mismo cobraba que pagaba comisiones. Lo importante era hacer negocio. Se tenía muy bien aprendido el mecanismo y, mientras cobraba sus honorarios/comisiones por un lado, también sabía pagar cuando era necesario para amañar los concursos.

Eso era lo que hacía en África. Al parecer, su íntima amistad con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, no sirvió para que explicase a este cómo se amañan los concursos públicos (el ‘president’ afirmó ante el Parlamento catalán la semana pasada que los concursos públicos no se pueden falsear de ninguna forma), arte que parecía dominar a la perfección el hijo del ‘expresident’ Pujol. Porque en África, entre otras cosas, trataba de amañar concursos públicos y, en otros casos, intentaba evitar que se convocasen. El ‘negoci’ es el ‘negoci’.

Como buen tiburón de los negocios, su arrojo empresarial (él llegó a definirse como “dinamizador empresarial”) era directamente proporcional a su carencia de escrúpulos. Lo importante era pasar por encima de la competencia. En uno de sus escritos enviados a su hombre de Gabón sobre los negocios en aquel país, le adjuntaba un dosier de información. “La página número 1 del anexo es la metodología que se ha de hacer para que no haya concurso, y en el caso de que fuese irremisible que hubiese concurso, nosotros podríamos presentar tres ofertas concurrentes a través de empresas coordinadas, pero, como puedes ver, es mucho más difícil que haciéndolo como dice en la página número 1”.

Curiosamente, este método de hacer trampas en los concursos era uno que se hacía aplicar tradicionalmente en la Administración catalana: se solicitaban tres presupuestos, pero las empresas pertenecían al mismo grupo empresarial o pactaban sus ofertas de manera que la adjudicación pública ya estaba predeterminada de antemano. Así de sencillo. Se trataba simplemente de reexportar el modelo catalán al continente negro.

Negocios en Gabón: "Comisión para ellos"

En julio de 2001, Jordi Pujol Ferrusola se desplazó a Libreville, capital de Gabón, junto a José Ferreira, un alto directivo de Isolux, para entrevistarse con dos ministros, el de Finanzas, Emile Doumba, y el de Sanidad Pública, Faustin Boukoubi. Perseguía unos negocios de electrificación rural y luego le surgió otro de pesca.

A su vuelta a Barcelona, realizó un informe sobre el viaje. Ya tenía casi en la mano un negocio de electrificación rural para la compañía española por un monto de 10 millones de dólares. Tenía el escollo, sin embargo, de la financiación. “A final de agosto -escribía-, recibiremos toda la información para poder hacer una oferta de manera que a finales de septiembre/inicio de octubre se volvería a Gabón para presentarla. Se ha de intentar evitar el concurso y pensar cuál es el mejor camino. URGENTE: comisión para ellos: 5%”.

Con el 'ellos' se refería a dos de sus intermediarios en las operaciones gabonesas: Pierre Duró y Josep Duró, más conocido como 'Jojo'. El primero es un francés expatriado en la capital de Gabón, Libreville, desde el año 1972. Llegó allí como empleado de la compañía Elf y más tarde trabajó en la Shell, antes de convertirse en un empresario de éxito y bien conectado.

En la petrolera, coincidió con Louis-Gaston Maylla, ministro en varias ocasiones y luego presidente del Consejo Económico y Social (CES). Trabó una fuerte amistad con él hasta el punto de que se casó en segundas nupcias con una sobrina suya y se le abrieron las puertas del poder gabonés. Duró fue también el presidente del comité de apoyo en Libreville de la candidatura de Edouard Balladur en las elecciones presidenciales francesas. Su pasión de joven fue el rugby y por ahí trabó relaciones con Jordi Pujol Ferrusola, que se mueve como pez en el agua en los ambientes de este deporte. Jojo Duró es primo hermano del anterior y reside en Andorra. Ambos eran los ‘representantes’ del hijo de Pujol en los negocios del África tropical.

En aquel primer viaje a Gabón de 2001, Pierre ofició como representante e intermediario de Pujol en el país y fue quien le abrió de par en par las puertas del Gobierno gracias a sus contactos. Las reuniones que el “dinamizador empresarial” mantuvo durante los cuatro días que pasó en Libreville fueron muy productivas.

“Dentro de este sector -escribió luego en el memorando-, nos han dado cuatro temas más de los que tenemos documentación: a) 2 de transporte de electricidad; b) 1 de minicentral hidráulica; c) 1 de conducción de agua. El 18 de julio de 2001, toda la documentación la tiene el señor Delso, que ha venido a Barcelona”. Se refiere a Luis Delso, propietario de Isolux e íntimo amigo suyo. Delso llegó a pagarle en México unos tres millones de euros en comisiones por supuestas asesorías (aunque nunca presentó ninguna documentación que avalase esa hipótesis), además de permitirle un ‘pelotazo’ de 14 millones de euros netos por una operación de compraventa de acciones en la constructora de una autopista en Monterrey.

Cobraba de todas partes

En octubre de 2001, Jordi Puig, socio de Jordi Pujol, enviaba un fax a Pierre Duró, que estaba en Libreville. ”A finales de la semana próxima, Isolux enviará la propuesta de proyecto de la central (…) Dentro del escandallo de los costes, se incluirá el 5% de comisión para vosotros”. En realidad, el propio Pujol Ferrusola reconocía que en los negocios africanos recibía una parte de la comisión: los Duró se quedaban el 82% y a él le pertenecía el 18% de la ‘mordida’. Su negocio, pues, era redondo, porque cobraba de todas las partes: del empresario que quería hacer negocio y de los intermediarios, que le obsequiaban con una ‘propina’.

Sus negocios en Gabón están siendo investigados ahora por la UDEF por orden del magistrado José de la Mata, titular del juzgado de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, que fue quien ordenó los últimos registros en casa de los hermanos Jordi, Josep y Pere Pujol Ferrusola, de la exmujer del primero, Mercè Gironés, y de los empresarios Carles Vilarrubí, Luis Delso y las empresas de Jaume Ferrer Graupera.