La Generalitat acepta "el diálogo y la legalidad" sin renunciar a la consulta

Sí pero no. Sí al diálogo, pero no a apearse del burro. El Gobierno catalán recoge el guante del presidente español, Mariano Rajoy, aunque no está dispuesto a ceder ni un ápice en su carrera hacia el Estado propio. Así lo ha puesto de manifiesto el portavoz del Ejecutivo catalán, Francesc Homs, en una comparecencia pública para valorar el ofrecimiento de Rajoy.

Homs ha detallado cinco puntos en la valoración que la Generalitat hace de la carta del presidente español a Artur Mas. “No es la respuesta que esperaba el Gobierno catalán ni el President, cuando ha habido conversaciones a todos los niveles en las últimas semanas. Nosotros pretendíamos una respuesta estilo Cameron. Es decir, que Rajoy aceptase que hay una mayoría por el derecho a decidir, que hay un clamor, y que se procediese a una negociación que permitiese convocar una consulta y acordar una pregunta. En realidad, pensábamos que podía hacer lo mismo que Cameron con Escocia”, ha explicado el portavoz.

El segundo punto es otra crítica al Gobierno central: “Tampoco es la respuesta a la altura de lo que esperaba el pueblo de Cataluña. Este ya lo expresó no sólo en la Diada, sino en las elecciones del 25 de noviembre, que registraron una participación histórica. El pueblo, ahí, votó en un sentido muy claro: que quiere ser consultado, que quiere votar y que quiere poder decidir, porque se pronuncióa favor del Estado propio”.

Voluntad política

El tercer punto dela valoración reitera que “el principio de legalidad es el norte del Gobierno y del Parlamento catalán. En la declaración que aprobamos en la Cámara, ya decíamos que queremos hacer las cosas bajo el principio de legalidad. Persistimos en los aspectos legales, pero el tema no es ese, sino el de las voluntades políticas. Hay vías legales para hacer la consulta y nosotros hemos identificado cinco. Por tanto, la discusión está en la cuestión de la voluntad política”.

El cuarto punto recoge el guante de Rajoy: “Dice que se compromete al diálogo. Pues bien, nos tomaremos muy seriamente ese compromiso y lo exploraremos, aunque por experiencia sabemos que no podemos ser ingenuos. Eso sí, no aceptaremos dilaciones innecesarias. Que ese diálogo no sea la excusa porque no aceptaremos dilaciones en el calendario”.

El quinto punto es un paso adelante: “”El Gobierno catalán se compromete a iniciar contactos con todos los grupos parlamentarios para alcanzar el máximo consenso con el fin de que se celebre la consulta en el año 2014. El debate de política general a finales del mes de septiembre será el marco idóneo para alcanzar ese consenso”.

Homs ha destacado en su comparecencia que “el calendario se mantendrá. Está anticipado hace tiempo y nadie puede decir que le viene de nuevo. Es más: da incluso meses para profundizar en el diálogo que Rajoy dice que ofrece”. Para el portavoz de la Generalitat, “el que no haya dado un no explícito a la consulta y su predisposición al diálogo hace que nos tomemos su respuesta con mucha seriedad”. Y máxime cuando “en esta carta no se fija una posición de fondo”.

Los nacionalistas ofrecen, por tanto, diálogo a su vez. Pero su intención es muy clara: “Rajoy no ha contestado sobre las vías legales que le propusimos [para celebrar el referéndum]. Y como no es una cuestión de legalidad, a ver si con el diálogo aclaramos algo al respecto”. La esperanza es lo último que se pierde.